«Yo es otro», escribía Rimbaud, y quizá podamos tomar la frase como paradoja inaugural de la estética moderna, allá en el S. XIX, cuando el género flamenco se consolida como tal, hijo tanto de la revolución industrial como del romanticismo tardío.
Viajar. Qué mejor para practicar ese ?ser otro? que el viaje, hablar un idioma que no es el propio, comportarse según otras costumbres, asombrarse, exaltarse, moverse, desplazarse, salir de sí.
Los extranjeros han sido siempre parte constituyente del flamenco, desde los viajeros románticos, hasta los ?guiris? que hoy llenan tablaos y espectáculos varios. ?Mi gustar flamenco very good? es un libro de José Luis Ortiz Nuevo en el que da cuenta de esa importancia: las primeras noticias sobre el flamenco provienen especialmente de cronistas extranjeros. Sin ellos no sabríamos nada. ¿Qué sería del flamenco sin esa mirada del ?afuera??
Y es que, siguiendo a Pedro G. Romero, es fundamental esa tensión entre la mirada de fuera y las claves internas, una dialéctica constante entre por un lado, la exterioridad, lo que se mueve, lo superficial, lo que acontece, y por otro, la relación con el pasado, las pautas, el rígido texto. Ámbas son construcciones dinámicas que se dan forma mutuamente en claves performativas.
Dedico esta lista a mi extranjera favorita, mi amiga asturiana-australiana N., traductora con sangre flamenca, y a todos ustedes.
LA MUJER Y EL PELELE
Comencemos esta mini selección de extranjeros ilustres con el desparpajo, el descaro y la salaura de Brigitte Bardot bailando en la Feria de Sevilla, se trata de un fragmento de la película ?La femme et le pantin? dirigida por Julien Duvivier en 1959.
MOREEN SILVER ?LA MARRURRA? Y TOM SORENSEN ?TOMÁS DE UTRERA?
¿Mito o realidad? Nos quedaremos de momento con la realidad del mito, tan importante en la construcción de la historia del flamenco.
Estos dos personajes aparecen en el Madrid de los 60 cercanos al Centro Cultural de Estados Unidos, supuesta base operativa de la CIA. Si es verdad que fueron espías, profesionales del engaño, del ?devenir otro?, quizá tuvieron cierta facilidad al hacer lo propio en el campo del flamenco.
Moreen Silver o María ?La Marrurra? -nombre artístico- llegó a sacar un disco en 1971 apoyada por Antonio Mairena con la magnífica guitarra de Melchor de Marchena que la acompaña en este vídeo. Tom Sorensen o ?Tomás de Utrera?, al que vemos asomar tras ella, fue guitarrista y acompañó entre otros a Rafael Romero ?El Gallina?.
EL POLLITO DE CALIFORNIA
Johnny Lane llegó a Madrid a estudiar Filología Hispánica, se aflamencó sobre todo en el Sacromonte de Granada. Su apodo viene de que al principio sólo cantaba una letra de bulerías que rezaba: ?El pollito que piaba, el pollito que pió.?
Digamos que Johnny asumió la propia condición de extranjero para desarrollar un estilo muy partícular. Aquí una de sus anécdotas con Camarón.
PAYO HUMBERTO
Empezó sus clases de guitarra en Cádiz en el 63. Pronto se fue a Madrid donde cultivó su afición y tocó, entre otros, con Enrique Morente. Fue alumno y seguidor del Niño Ricardo, como el conocido artista, también holandés, Constant Nieuwenhuys, creador del proyecto de arquitectura utópica ?New Babylon? inspirado en las formas de vida de los gitanos. Hoy Payo Humberto es una referencia en Youtube para todo aquel que esté aprendiendo a tocar la guitarra flamenca.
SARITA HEREDIA
Porque el extrajero no es sólo aquel personaje que viene de otro lugar, sino aquel lugar -tan ancho como el mundo- al que la mayoría de los flamencos han tenido que ir a ganarse la vida.
Aquí la fantástica Sarita Heredia, que se estableció en el Nueva York de los años 50, desplegando esa flamencura circense tan estupenda y tan popular en aquella época, y lidiando con humor con las bromas de Groucho Marx.
CURRO LUCENA
Y para no terminar esta lista con el típico vídeo de un japonés cantando flamenco, que los hay, y muy buenos, vamos a presentar esta rareza del enciclopédico cantaor Curro Lucena, una canción que se trajo de su periplo por Japón en los años 70. Nos chiva su hijo Frankie Moon que es una adaptación al japonés de una canción de Matt Monro, cantante británico que a su vez sacó un disco en los 90 titulado ?En español? con versiones en este idioma y con ese acento tan ?guiri? al que rendimos especial homenaje aquí.
Y es que de eso se trata, de acentos, dialectos, versiones, traducciones y traiciones.