Deseamos la producción del sol y por eso nos ciega. De un tiempo a esta parte, soñamos con fuego. Esta figura se nos hace presente desde un fondo indeterminado. Durante el día nos arde la lengua y balbuceamos palabras que se consumen al instante. En la piel de nuestros cuerpos observamos un principio de soriasis, la marca de una pulsión. Durante la noche, nos despertamos empapados en sudor, oliendo a fósforo y tartamudeando: ¿acaso no veis que estamos ardiendo?
http://www.youtube.com/user/terrorismodeautor
https://www.facebook.com/Terrorismodeautor
https://twitter.com/terrorismodeaut