Despierta Polifemo! es un trabajo escénico interpretado por Héctor Arnau y dirigido por Tomàs Aragay que pude ver en el Réplika Teatro de Madrid dentro del programa Foco 2025 de La Casa Encendida y que se presenta los días 7 y 8 de febrero en el Teatre El Musical de Valencia. Héctor Arnau es poeta, el cantante del grupo punk Las Víctimas Civiles, y compositor de la famosa Canción Total. Tomás Aragay es dramaturgo y guionista, además del director junto a Sofía Asencio de la influyente compañía de artes escénicas, Societat Doctor Alonso. Aragay y Arnau se unen en Despierta Polifemo! para abordar un trabajo escénico sobre la muerte del padre y en particular la del padre de Héctor, de quien sabremos durante la obra que fue un jugador de basket colosal y el dueño de una tienda de zapatillas mítica en Valencia.
La obra arranca con Héctor Arnau que camina, se desplaza por el escenario y con sus pies marca el ritmo del largo poema que está a punto de iniciar. Durante el viaje, el poeta hablará, cantará y bailará, acompañado a veces de una pandereta de la que cuelgan cintas color fucsia. Despierta Polifemo! es una especie de poema escénico que combina elementos de la mitología, el baloncesto y la biografía del performer. Como en la poesía, en el encuentro superficial entre los planos es donde se produce una sensación de sentido. Os pongo un solo ejemplo de uno de esos encuentros de los que está sembrado todo el trabajo. En el primer canto, Héctor recuerda la casa de su infancia y entra en escena como un gigante arrastrando los muebles de una casa que se le ha quedado pequeña. Esta figura gigantesca invoca al mismo tiempo a Polifemo, a los gigantes del baloncesto y a un padre visto desde la altura del niño.
Sin embargo, en la otra gran parte del espectáculo tenía la impresión de que me estaba perdiendo algo (pero la pérdida es atractiva, no me expulsa) como si la obra estuviera ocurriendo en otro lado y sólo tuviera que esperar un poco más para encontrarla (cuando la encuentro chimpún la obra ha terminado), algo que ya me había pasado con otros trabajos de la Societat Doctor Alonso. En este caso, los creadores hacen de su capa un sayo y construyen una dramaturgia a partir de la pérdida del padre, del vacío que deja su muerte y se ponen a trabajar escénicamente con la ausencia. La obra no habla explícitamente del padre de Héctor, Pipo Arnau, del que con suerte veremos unas pocas fotografías, ni tampoco aborda la figura del padre como tema sino que explora formalmente su pérdida en una singular propuesta llena de humor negro, un gesto que se agradece profundamente dado el estado actual del arte donde los discursos le comen todo el terreno a la estética.
Polifemo, gigante de un solo ojo, “abundante en cantos y leyendas”, aparece por primera vez en la Odisea como un cíclope comehombres. Ulises emborracha de vino al desmedido Polifemo que cae dormido y ahí en el sueño se le aparece su amante Sileno que le grita, ¡despierta, Polifemo! Lo que ocurrirá a continuación solo lo podrá narrar, cual cantar de gesta, el gigante cegado en su único ojo cuando lo sorprenda la Aurora de rosados dedos.
Carmen Aldama