En Catalunya los proyectos artísticos que aún sobreviven sin haber sido fagocitados por instituciones públicas las pasan canutas para llevar a cabo sus actividades. A los que se supone que tienen la suerte de que la administración pública catalana les conceda alguna ayuda económica para su actividad no sé si les podemos llamar proyectos independientes. En todo caso, si les llamásemos drogodependientes ahora mismo estarían sufriendo un agudo síndrome de abstinencia, lo que popularmente se conoce como el mono, porque esa misma administración que dice ayudarles no les pasa la dosis de metadona prometida desde hace más de un año, aunque sí que les obliga a pasar estrictos controles de orina para comprobar si están limpios, con un celo inversamente proporcional a la permisividad que se otorga la administración para incumplir su propia ley. Pasa el tiempo y la cosa comienza a convertirse en algo escandaloso. La administración decide tomar cartas en su propio asunto y no se le ocurre nada mejor que lanzar una nueva convocatoria de ayudas en forma de metadona mientras cambia la ley para permitirse no dar la metadona prometida si, por lo que sea, cuando llegue el momento, no lleva suelto y no le va bien atender a los afectados por el síndrome de abstinencia. Mientras, los drogodependientes, que no suelen hacer mucho ruido porque sienten que el resto de la sociedad, arruinada, como ellos, quizá no comprenda por qué debe suministrarle sus dosis (aunque algunos creen que existen algunas buenas razones para ello), desesperados, mientras siguen con su trabajo, se organizan y escriben comunicados del estilo los abajo firmantes, que rulan en las redes sociales a tope sin que, por el momento, ningún medio de prensa se digne a hacerse eco.
Mientras tanto, las instituciones públicas, las que de ninguna manera podríamos llamar independientes, siguen, por el momento, con sus programaciones, entre las cuales encontramos a bastantes artistas drogodependientes porque, la mayoría, como el resto de ciudadanos del país, de alguna manera u otra, lo somos. Pero recordemos que esa droga que nos prometen la compran con la sangre que nos chupan. No hace tanto, a cambio de esa sangre nos daban algunas chuches pero últimamente no paran de chuparnos la sangre y no nos dan nada a cambio, sólo palabras que suenan a provocación.
Con este cuerpo me trasladé el viernes a la Secció Irregular, un ciclo organizado por el Mercat de les Flors, una institución pública que funciona con nuestra sangre. Y al día siguiente me lo llevé al MACBA es viu, la misma historia. Ahora mismo pienso, como muchos de vosotros, que es una mierda no separar lo exclusivamente artístico de este contexto vampírico, por eso no escribiré aquí sobre nada de lo que he visto estos días, para no mezclar. Yo iba a ponerme a escribir sobre eso y lo primero que me ha salido es esto, porque me he dado cuenta de que las últimas cosas que he visto las he visto en mega-edificios construidos con nuestra sangre y cuyo funcionamiento es gestionado gracias a nuestra sangre. Una historia de vampiros, eso es lo que veo, y ahora mismo no puedo hacer mucho por evitarlo. Lo único que alcanzo a pensar últimamente cuando me acerco a esos sitios es que está bien que me inviten a una cerveza (como es el caso del MACBA) o a una sopita (como es el caso de la Secció Irregular) porque no pienso dejarme ni un euro más en la barra de sus bares. Porque es nuestra sangre la que corre por esos grifos, amigos. No pienso pagar para que me den de beber mi propia sangre.
U mm, esos sitios son nuestros. Sin metáforas. Me explico. Como periodista entré en contacto con una publicación que ahora creo que está bien, en el momento en que yo entre en contacto creo que también estaba bien… Bueno, era Diagonal. Escribí uno o dos artículos y quede con la redactora responsable del condumio, no sé si era redactora jefa de cultura o de escénicas o de… Qué más da. El caso es que en una barra madrileña botijo tras botijo hablamos. Yo le decía que había que hablar sobre el cdn, en esos momentos dirigido por Pérez de la Fuente puesto por el PP. Su respuesta fue unívoca: NO. Así, perdón por las mayísculas, pero fue un no rotundo: de eso no hablamos en la publicación no gastamos salina en estos vendidos, me dijo. Y yo, mientras ella lo tenía súper claro y eructaba mucho (perdón que sea tan melifluo pero esto me impresionó mucho), pensaba en conceptos locos: inclusión, enfrentamiento, colAboracionista, posibilista, arribista, ciudadano, público, madrileño, idiota, parcelista, miedo , contigo me siento seguro… Eructaba y se me iba la olla… Y mi contestación,hace ya ocho años,pero que sigo siendo capaz hoy de sosteneresa misma contestación fuen que no, que yo quiero escribir sobre lo que pasa en el cdn ,que no elitismo ni por la izq ni por la dch, que no quiero arribistas aunque se camufle, y que el cdn es de todos, de los ciudadanos y no de gestores ni políticos y que hay que recuperarlo. S e necesita proyectos y cabeZas solventes que sean capaces de plantear y de dar la vuelta a algo que parece dado,como el voto, como incluso la vida que uno lleva que parece que no es la que uno hubiese querido. El CDN es nuestro, como el MERCAT , COMO LA CAM MADRILEÑA,COMO LA XINTA, no dejemos de hablar de ellos como causa perdida ni establezcamos nosotros fronteras insalvables aunque ocurra lo que estas diciendo Rubén. Ese día decidí no colaborar más con DIAGONAL, por ilusos, por espureos y por naïf. Creo que me equivoque, o no. Lo que vengó a decir es que esos sitios donde todo te parece vampírico y sanguíneo no es más que algo que debiéramos afrontar como terrenos donde pensar y sembrar. ¿Se entiende lo que quiero nombrar? El cdn es nuestro, el mercar también, y el tejido municipal y el autonómico y el ministerial.
Sus bares son tus bares y si no es así el problema es que no lo sea. Es fácil la postura de dolido, hablas de nuestra sangre, aunque fuera así y fuera tú sangré ¿ qué pasa? No es tu sangre, o sí, pero quizá más que tu sangre es una poyección de lo q realmente hiciste y lo q realmente significó… Bueno me lío pero creo que en algún sentido me explico,espero…
Muy de acuerdo, Pablo. No propongo dejar de ir a esos sitios, ni siquiera hacer boicot a sus bares (que suelen ser concesiones a terceros que no tienen ninguna culpa), lo que digo es que, últimamente, cuando me acerco a esos sitios sólo alcanzo a pensar (no me da para más la cabeza) que está bien que esos sitios tengan la deferencia de invitarnos a algo, dadas las circunstancias y teniendo en cuenta que ya ejercemos el copago si adquirimos nuestras entradas porque, como digo, la programación, las instalaciones y el sueldo de sus gestores y del resto de trabajadores lo pagamos todos con nuestra sangre. Por tanto, sí, esos sitios son nuestros y están para servirnos. Esa es la jerarquía y no al revés. Ténganlo presente, conde dráculas de todas las instituciones y gobiernos, no se les vaya a indigestar la sangre un día de estos, por algún tipo de adulteración (sobredosis, decían antes en los periódicos) o porque el miedo cambie de bando.
Dentro de poco veremos la colisión, el abrazo del oso o la justicia de ver a una sala independiente de Madrid, a artistas de los que hablas Rubén, a público que nunca fue allá, en el cdn. Me acuerdo de rodrigo cuando estrenaba en la cuarta y no paraba de decir que quería estrenar en el María Guerrero, que quería que el público de siempre del María Guerrero viera sus obras, que ahí estaba uno de los sentidos de su trabajo. Me acuerdo también, mal, por eso si me equivoco que alguien me corrija, de un muy solvente proyectó que prenotaron Córdoba, Marquerie y García para la Sala Olimpia. Me acuerdo de Dasi y su proyecto truncado en Barcelona… Y me acuerdo y espero con ansia lo que está por pasar en Montpellier. Dos cosas: cabezas, necesitamos buenas cabezas. Y necesitamos, como cre que bien hicisteis con el MERCAT, denunciar usos espureos de las instituciones de ciertos trabajos contemporáneos que ponen en ciclos o programaciones especiales que sirven para pagar la cuota experimental de gestores que realmente no tienen interés en dotar de un verdadero diálogo a las diferentes corrientes artísticas. Y como periodista creo que necesitamos siempre ir a nuestros centros públicos y contar con respeto y distancia lo que está pasando
Parece que La Vanguardia sí ha hecho eco de la notícia. No la he podido leer porque nos soy subscriptor, pero quizás alguien ha comprado el ejemplar de hoy y lo puede escanear.
http://www.lavanguardia.com/20140501/54407438524/mas-de-300-entidades-y-artistas-claman-contra-las-nuevas-ayudas-de-cultura-teresa-sese.html
Aquí va el enlace al escaneo del artículo de La Vanguardia (en català) http://t.co/12zmbEGB70
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