Entrevista a Simón. Martes 23 de octubre de 2012. Taberna de Atocha. Madrid.
Simón fue a la misma clase que Master durante los cuatro años que estudiaron en el instituto. Montó su primer grupo de música con otros compañeros de clase. Tocaba los teclados y la guitarra. A finales de los ochenta quedaba con Master para improvisar juntos, ver vídeos de conciertos de rock y escuchar discos.
Yo tenía en casa el mismo piano que Master, un Hupfeld vertical, marrón, de fabricación alemana. No es un piano muy bueno, la verdad, el teclado es muy duro. Pero yo tampoco me dedicaba demasiado al piano. Él sí, creo que se dedicaba más a la música que a lo que estudiábamos en el instituto. Nos pasábamos casettes. Yo le grababa lo que a mí me molaba entonces. Pink Floyd, Free, cosas así. Él me pasaba Tchaikovsky, Chopin y ese rollo. Creo que yo le presenté al Mod, que estaba colgado de Quadrophenia, The Who y todo eso. También de las anfetas. Un día el Mod nos invitó a su casa para ver Tommy, la ópera rock. La tenía en VHS. El Mod tenía de todo, era de los que se iba a Barcelona y volvía cargado de discos y de material de todo tipo. Llevaba parka, Martens y camisas de cuadros. La de Química se metía con él, le decía que esos discos eran los que ella escuchaba cuando era joven. Supongo que es como ahora cuando te encuentras a un chaval que se ha hecho heavy. Master vino conmigo y sé que se quedó bastante impresionado con Elton John subido en esos tacones gigantes. Él despreciaba a Elton John porque siempre que alguna chica descubría que Master tocaba el piano salía el tema Elton John. Y claro, estamos hablando de finales de los 80 y Elton John ya no era el mismo que cuando Tommy. Master pensaba que Elton John era muy cursi. Hasta que vio Tommy. Después de eso me llamó un día para ir a ver Quadrophenia a la Filmoteca. Yo no podía. Ir a la Filmo desde Santa Coloma era toda una excursión. Creo que llamó a unos cuantos, nadie podía y se fue solo. Él no iba al cine nunca. Volvió flipando. Siempre le ha tenido mucho cariño a los mods. Aunque entonces teníamos un cacao bastante gordo. Mods, redskins, ska, pogos, lo mezclábamos todo y no nos enterábamos de nada. Me acuerdo de un graffiti que había en una calle del centro por la que pasaba cada día. Ponía MODS ARE BACK. Me costó años entender qué coño decía porque no teníamos ni puta idea de inglés, a nosotros aún nos enseñaban francés en el instituto para no echar al hijo de puta que tenía la plaza ganada, que era un calvo gabacho amargado que no paraba de dar la vara con el puto Mayo del 68. Nos decía que las becas Erasmus se las darían a los hijos de papá y que nosotros no íbamos a llegar a nada en la vida sólo porque simplemente le hacíamos el caso que se merecía. Era un cabrón. Cuando bastantes años después nos invitaron a una fiesta por el 20 aniversario del instituto y Master se encontró con el gabacho amargado, le tuvimos que agarrar entre todos para que no le fuese a decir cuatro cosas. A Master le acababan de dar un Erasmus para ir a París y decía que quería darle las gracias al puto gabacho. Por lo demás, la fiesta fue de puta madre. Todos borrachos, ex alumnos y profesores, fumando porros por los pasillos del instituto. Eran los 90. Aún se podía fumar.