No estaba muerto, no, estaba tomando cañas.
Buenas noticias. Angélica Liddell ha vuelto a poner en marcha su blog: Mi puta perrera.
Ha resucitado con todo el archivo intacto, con todos sus posts de nuevo paseándose por el hiperespacio.
No estaba muerto, no, estaba tomando cañas.
Buenas noticias. Angélica Liddell ha vuelto a poner en marcha su blog: Mi puta perrera.
Ha resucitado con todo el archivo intacto, con todos sus posts de nuevo paseándose por el hiperespacio.
Me la encontré en el Konan, la cantina en la que nos emborarchábamos casi a diario en Pachuca, y no me pude aguantar.
– He sabido por ahí que reabres tu blog, ¿es cierto?.
– Vaya, si que corren rápido las noticias- me respondió mientras jugaba con su cinturón de serpiente norteña
– Que sepas que somos muchos los huérfanos que dejaste al cerrarlo- . Le solté mientras pensaba en Ruben, Gavino y en mí, claro.
– Tal vez me apresuré en decirlo, pero que puedo hacer, estos chicos se lo merecen –
Muchísimas gracias Angélica, ahora me siento mucho menos solo en mi habitación del DF.
será genial leer a la liddell despues de tratar de verla por medio mexico. No la encontré en el konan pero si pedí un vino, todos se reían y yo ni puta de qué, luego me fije en el santuario del culto a la muerte y me cambié a una cerveza… pero Tío que haces solo en la habitación de dF, hoy no hay lucha? Dios mío que nostalgia, sobre todo del medio coma etílico de la última noche, alguien me ponía mezcal todo el rato en las manos , por cierto no serías…
«La Santa Muerte del Konan», gran segundo título para nuestro espectáculo: «Hago este show para poder volver a México». Por cierto, yo no era el del mezcal; aunque a mí tb me cayó pesado 🙂