Actualización (17/07/2018): Ya se puede comprar Punk cursi por internet.
He escrito una novela. Se titula Punk cursi y la publican Nyamnyam y Adicciones porquesí en su colección Dealer.
La presentación será el miércoles 6 de junio, entre las 7 de la tarde y las 2 de la madrugada, en el Casette Bar de Barcelona (Carrer de l’Est, 11).
Os invito a acompañarnos. Si venís podréis llevaros el libro (10€, 200 páginas), os invitaremos a una cervecita y podremos festejarlo como se merece, porque escribir una novela y llegar a publicarla no es algo que pase todos los días y se merece una gran fiesta.
Mi buen amigo Master ha escrito el prólogo de esta novela, y algo más. No se me ocurre mejor presentación para ir abriendo boca.
Esta novelita va sobre libertad de expresión, sobre las miserias del mundo del arte, sobre la corrupción que nos rodea y sobre el amor como lo único que puede salvarnos, lo único que merece la pena en esta vida. Cualquier parecido con la ficción es pura coincidencia pero lo que se cuenta en estas páginas podría estar pasando ahora mismo en otra realidad paralela o, lo que es peor (o mejor, depende de en qué parte de la historia nos fijemos), aquí y ahora. En todo caso, ¿para qué publicar otro libro más? Seguramente el mundo puede seguir adelante sin este y sin ningún otro nuevo libro pero a algunos nos gusta esforzarnos en la senda de lo inútil porque es en las cosas inútiles donde encontramos el mayor placer y, quizá, el sentido oculto de nuestra vida. Máximo esfuerzo, mínimo resultado, dice la gente de L’Alakran. En todo caso, la esperanza es que compartir esta historia le sirva a alguien para sentirse menos solo, para poder vivir en otras vidas lo que quizá pueda servirle algún día en la suya propia. Pero escribimos libros porque hemos leído libros. Y porque mola. En realidad, es una enfermedad contagiosa que sólo se cura con la muerte. Pensar en la muerte me da ganas de vivir. Ningún libro cambiará nada nunca pero, paradójicamente, esa inutilidad me parece maravillosamente fértil. La música, como la literatura, también es extremadamente inútil. Este libro ha sido escrito bajo el influjo de muchas músicas pero hay tres que han sido una enorme influencia. Una son las Variaciones Goldberg de Johann Sebastian Bach. La tenacidad con la que Rubén intentó dominar su ejecución al piano por todos los medios, durante meses, acabó convirtiéndose en una enfermiza obsesión por esa gran obra del punk barock que, justo por las fechas en las que comienza esta historia, a punto estuvo de acabar con él tanto como de salvarle la vida, una vida que se parece mucho a las Goldberg, imposible de dominar nunca del todo porque, cuando estás a punto de conseguirlo, se te escurre entre los dedos. El trap, ahora mismo, es el nuevo punk, al menos en el Reino de España. Las ideas de Yung Beef sobre lo que para él es el arte, ese espacio de libertad donde todo puede pasar, todo puede decirse, todo es un juego, junto a la vergüenza que le inspira el miserable mundillo del arte, pero también su imaginario sobre infierno, muerte y destrucción, han tenido una poderosa influencia sobre la decisión de dar a luz la parte más oscura de este libro. Fue necesario huir de la ciudad de Barcelona como de una amante que te fascina pero que te da mala vida para escribir la mayor parte de esta historia en una pequeña aldea perdida entre las montañas gallegas, rodeado de una sobrecogedora naturaleza salvaje, en el final de uno de los inviernos más fríos que recuerdo, mientras escuchaba extasiado, a todas horas, la música de Robert Schumann, ese gran maestro de lo cursi. Lo cursi llevado radicalmente al extremo se parece mucho al punk. Bueno, a mí me lo parece. Los une el sentimiento. Punk cursi a muerte.
Master
Navea, abril de 2018
La ilustración que encabeza este post es del gran Javi Álvarez.