«Por ello Dión, avisado de que Calipo buscaba medios para matarle, jamás quiso informar de ello, diciendo que prefería morir a vivir siempre con la desgracia de tener que protegerse no sólo de sus enemigos sino también de sus amigos. Cosa que Alejandro plasmó efectivamente con mayor decisión y brusquedad, pues, al tener conocimiento por una carta de Parmenio, de que a Filipo, su médico más querido, habíalo corrompido Darío con dinero para que lo envenenara, mostró la carta a Filipo al tiempo que se bebía el brebaje que le había ofrecido. ¿Acaso no expresó con esta resolución, que si sus amigos querían matarle, él consentía que lo hicieran? Es este príncipe el patrón soberano de los actos arriesgados; mas no sé si hay en su vida otro rasgo de mayor firmeza que éste, ni de belleza más ilustre por tantos aspectos. Los que predican a los príncipes la desconfianza so pretexto de predicarles su propia seguridad, predícanles la ruina y la vergüenza. Nada noble se hace sin riesgo.»
Michel de Montaigne (1533-1592), Ensayos, Libro I, Capítulo XXIV, Distintos resultados de una misma decisión
«Aunque lo más fácil es
compadecer y humillar»
Joe Crepúsculo, Escuela de zebras, La amistad