Estos últimos quince días ando del olivo al fusil, de militante a paseante, del silencio a la verborrea. Oigo mucho la radio, pienso demasiado en el tiempo y siento como sería capaz con muy poco de desobedecerme por imperativo categórico. Bordeo el tambaleo, ese lugar donde los pensamientos de uno podrían cambiar de signo con un estornudo.
Y la culpa, a parte de los años, que son fardos de promesas intimas y no cumplidas, y de un momento histórico proclive; es debido a cierto pulular por los teatros. El festival AHÍ ESTÁ leonés, el Trágala en El Español de Ramírez de Haro, el Strinberg de Faci en Pradillo, y ciertos paseos por el Surge madrileño tienen la culpa. Incluso el no ir a ver a Mónica Valenciano pero presentirla a través del recuerdo. Y el azar. Ayer mismo se me estrujó el estomago tomando una cerveza en la madrileña plaza Joan Pujol cuando saludé a Paco de la Zaranda y se me vino el mundo encima, literalmente. O leyendo El País, infausto presente, y oyendo a Rodrigo decir: “A la gente le gustaba tener su teatrito de provincias, sus obras clásicas que les daban seguridad, aunque luego se durmieran en la butaca” (prepárense la que se viene en Madrid a partir de finales de mayo). Y de eso se trata, si se le quita el fácil juego de “es el otro”.
Quizá uno vaya al teatro reflejando sus ondulaciones de pensamiento, su momento mental, programas tu búsqueda. Muchas veces, y eso también es sano, vamos al teatro buscando tranquilidad en la reafirmación de tu propio pensar, sabiendo que encontrarás una estética y una ética que te “encaje”…. Muchas, quizá demasiadas. Aunque te duermas.
Pero no nos enredemos. O sí.
Y en este deambular me llamaron del festival de cine Márgenes, que aparte de sus certámenes a fin de año, todos los meses proyectan una película en Matadero. Este sábado proyectan “A viaxe dos Chévere” de Alfonso Zarauza un documental sobre el grupo galleg0 Chévere. Querían que estuviese en la charla.
La sala Nasa, regentada por Chévere, verdadero pulmón gallego y peninsular, tuvo que cerrar en 2011 por el empeño de un recién llegado alcalde, Conde Roa, que un año después tuvo que dimitir por corrupción. Conde Roa los acusaba de apoyar el terrorismo, la justificación: la Nasa apoyo un acto en el que se reivindicaba la vuelta a Galicia de dos presos del grupo AMI condenados por poner una bomba en una sucursal bancaria . Ahí, Roa mordió como perro de presa. Lean esta noticia: http://www.galiciahoxe.com/portada/gh/conde-roa-vuelve-criticar-ayuntamiento-financiar-sala-nasa/idEdicion-2011-05-11/idNoticia-667977/ y lean lo que dice este hombre, la estrategia es clara. Y además es curioso que acusa al Ayuntamiento de gastar 220mil euros en financiar la sala cuando meses después Hacienda lo encarcelaría, entre otras cosas, por defraudar 291mil euros.
La historia del cierre de la Nasa es el perfecto microcosmos metafórico del momento político y cultural que llevamos viviendo años en este país. Nos enfrenta a nuestro presente y a lo que nos jugamos. La sala Nasa durante años abrió la ciudad de Santiago, juntó en escena música, teatro político, teatro del lugar, teatro cabaretero y teatro y danza experimental… Todo bajo una concepción abierta y siempre inclusiva. Eso en España es oro. Y esa es la historia que cuenta un poco la película, eso y su exilio y trabajo desde Chévere. Chévere se exilia en el pueblo de Teo. Y desde ahí trabajan. El documental los sigue, los hace hablar y los observa. De su director, Zarauza, ya pudimos ver en Márgenes “Encallados“, estupenda peli santiagueña. Ahora, parece que más gente va a conocerlo con su último estreno “Los fenómenos“, que ha sido nominado a los Goya y de la que se está empezando a hablar y escribir.
Y yo andaba, antes de ver la película en casa, pensando en SURGE, en la obra que había ido a ver al Teatro del Barrio, “Una ficción sobre la realidad” en la que Alberto San Juan, mientras iba dando datos y más datos sobre el desastre madrileño en educación y sanidad, gritaba ¿QUÉ PASA EN MADRID? ¿QUÉ PASA EN MADRID? Pensaba en el teatro político de Fo, en el proyecto social y artístico de la Sala Nasa en Galicia, en lo mucho que nos hemos metido todos con Surge, en qué quiere decir una ciudad abierta, en qué quiere decir una cabeza abierta… Y mientras San Juan gritaba, en ese mismo momento, la sociedad seguía su circo y detenían durante unas horas a Rato, y miraba a mi izquierda en la butaca y veía a Simona Levy twitear y discutir con Podemos… Y pensaba si estaba viendo algo para convencidos, como decía Rodrigo, y pensaba al mismo tiempo que no, que debería llevar a mi madre a esa obra, y a mi padre, y a una compañera de trabajo que quiere votar a Ciudadanos… Que hay que juntarse en lugares de incomodidad para hacerlos nuestros, no es época de reductos.
Luego vi la película en casa y seguí pensando que sobre todo lo que necesita Madrid son espacios y cabezas, sobretodo cabezas, cabezas como la de Xesús Ron (en quien personalizo a toda la gente de la NASA-Chévere) para abrir, convocar y seguir convocando. Este sábado todo eso va a estar ahí, en la sala de cine de Matadero: luego estarán el director, Zarauza, Xesús y más gente de Chévere para hablar. Me gustaría convocaros a toda la gente de teatro este sábado, la película es a las ocho y media… Luego podemos hablar de la peli, de Chévere, de lo que están haciendo en TEO, de cuando van a reconquistar Santiago de Compostela, de lo que es una ciudad abierta, de Madrid, de cómo abrir y cambiar esta ciudad o de cómo cambiar nuestras vidas.