“Caldo primordial”, Societat Doctor Alonso
Festival lp, CCCB. 11 de marzo del 2011
imagen: Efthymia Zymvra/Ana Costales
Segundo lego del festival lp, tras la pieza de Paz Rojo, llegó esta obra de la Societat Doctor Alonso.
Caldo Primordial surge de la convocatoria a experimentar que el festival hace a la compañía veterana Societat Doctor Alonso. La compañía dirigida por Tomás Aragay propuso una pieza compuesta de varias acciones que buscaban la abolición del peso y la historia, o más que la abolición la descarga de la herencia como paso previo de lo posible.
(…)
Una serie de acciones que acontecen ante el espectador y que no construyen una narración sino un paisaje hecho de rastros y errores mostrados y comentados.
Y a nuestro parecer, los errores aparecen cuando lo poético se instala y se convierte en algo “sublime”, lejano, solo estético.
Cuando la anécdota de la historia se convierte en centro de la acción, anulándola.
Cuando un intérprete entra en conflicto con el otro y dramatiza una acción.
(…)
Derrotar a la poesía del cuerpo para volver a encontrarla.
Vaciarse de sentido para encontrar un sentido más propio.
Desacralizar el espacio escénico para dar entrada al presente.
(aquí, se puede leer el texto íntegro)
Estas acciones se llevan a cabo hiladas a través de una interpretación de Sofía Asencio y Ramón Giró que busca la interpretación no hecha, la no actuación a través de una normalidad aparente, de un clown posmoderno de gesto despreocupado.
El cuerpo de Giró sólo y sin expresión en escena bajo una música romántica, una acción a oscuras donde desde una máquina ventilador se proyecta aire sobre el público, Asencio de rodillas tapada con una bufanda que se mueve al son de blues y del aire proveniente de la misma máquina ventiladora… Acciones que parecen un primer acercamiento escénico al texto antes citado. Es un teatro el de Doctor Alonso que parece ir de la idea a la acción, del presupuesto a la escena para luego ir encontrando. Creo que en el CCCB vimos eso, el pequeño paso entre el planteamiento y el comienzo de cómo poder trabajar eso en escena. Un poquito, una nada, que se concretó al final en una acción en la que la pared del fondo se desplazaba a veinte centímetros de la primera fila del público.
Ese movimiento entre la acción despojada de cualquier aditivo y la composición de acciones a través de lo que antes llamaba el clown posmoderno y despreocupado es algunas veces confuso. Si bien se relaja la mirada, se le quita trascendencia al hecho de mirar y al propio ritual escénico, ¿cuál es el papel de este clown despreocupado? Lo único que se permite es la risa que se quiere contagiosa ¿Busca cercanía con el espectador o fácil complicidad?
imagen: Efthymia Zymvra/Ana Costales
“Dar entrada al presente”, mayúsculo deseo, mola. ¿Pero nos ponen los pasos previos necesarios sobre el camino a seguir? El acto de desmitificar o vaciar ¿nos dirige en sí a algo nuevo, presente?
Veremos, quiero ver más, quiero ver dónde acaba este payaso del fin de la historia. Ver qué construye, qué relación construye con el presente y con el público… Ver paisaje y cuerpo.
El otro día se intuía la posibilidad en cierto marco aislado de la acción quieta, o de la acción clara, poderosa y de libre lectura.
pd: la palabra payaso nunca es despectiva, y si tiene algo de valorativo es antes que nada, piropo.