ROGER BERNAT: “LOS ARTISTAS SOMOS UNAS PUTAS”

Entrevista con Roger Bernat
“Que algú em tapi la boca”, de General Elèctrica
Publicado en el suplemento de La Razón, Pasaporte, 23-2-2001

Con este post inicio una recopilación de articulos y crónicas de la relación que he mantenido con la creación escénica que se hacía en Cataluña. Unas veces más cercana, otras más distante. Dentro de una semana viajo a Barcelona a cubrir el Festival LP que organiza La Porta. Lo haré desde este blog en una categoría que llamaré “Sin hueso”.Y digo “relación que he mantenido…” porque a parte del trabajo de reflejar lo mejor que pude lo que estaba pasando, aquello supuso conocer y tratar a una serie de gente que siempre me ha devuelto más que dado y siempre me trató de puta madre. Me estoy acordando de mis andanzas por Sitges: de La Vuelta de Marta, Mireia, Nuri y Xavi; de las morcillas que comí de Sergi Faüstino, de la danza quieta y esencial de Andrés Corchero, de productores distintos como la Oliveres, de críticos como Pablo Ley; de salas como La Conservas, de grietas y ganas en el Antic, de salas alternativas paralelas, de espectáculos sorprendentes como el “Bona gent” de Navarro y Bernat, de descubrimientos como Sonai… y, más tarde, de festivales esperanzadores como MAPA, de encuentros anuales como Radicals…
Bueno, publico este artículo de hace exactamente diez años, cuando General Elèctrica estrenaba en el TNC. Lo que tienen los números. Muchas cosas han pasado, separaciones como la de General o La Vuelta, consolidaciones como la de Faüstino (que ahora después de años institucionalmente radicales vuelve él a escena agarrado a un dicurso de cuerpo), la entrada de Rodrigo García a saco en Cataluña, la desaparición de Sitges (estoy intentando recuperar las crónicas que allí realizé para La Razón -como molaba ser neofacha en el litoral-), la aparición de La Casa Encendida en Madrid que posibilitó (con buenos cachés, eso sí) la llegada de muchos trabajos de Cataluña a Madrid, la apertura que creo significa la labor de La Porta al resto del Estado… Una de las constantes que creo hilan los artículos que tienen que ver con Cataluña es la preocupación de la distancia impuesta (a veces auto impuesta, otras aceptada y todas no fáciles de superar) entre Madrid y Barcelona. Uyyy, esto es largo, así que ya le iremos dando….
Pd: Jordi Vilches, uno de los grandes, que actuaba en esta obra, estrenó este año una obra en Temporada Alta… ¿Alguien la vio? ¿Alguien sabe que ha pasado o va a pasar con esa obra?

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ROGER BERNAT: “LOS ARTISTAS SOMOS UNAS PUTAS”

General Eléctrica, la compañía más arriesgada y más discutida de Barcelona, entra en el Nacional de Cataluña.

Sólo dos frases y 150 fragmentos para atrapar al público en los terrenos de los estados alterados de conciencia. La droga se vende barata. General Eléctrica muestra sus efectos en el Teatro Nacional de Cataluña. Roger Bernat, uno de los gurúes de GE, habla para PASAPORTE de la última “alucinación” de su compañía.

Roger Bernat es el director y cabeza visible junto a Tomás Aragay (el otro fundador de la compañía) de General Eléctrica, colectivo barcelonés de artes escénicas reconocido como uno de los pocos que intentan i r por delante de su tiempo. Tachados de frívolos unas veces y de «modernillos de tres al cuarto» otras, General presenta la tercera parte de una trilogía que comenzó hace tres años. General tiene nueva sede en la Ciudad Vieja: la sala Conservas  (una de las más activas de la ciudad) es su espacio natural de exhibición, y esta vez son cuatro actores en la obra: Nico Baixas (cineasta de formación neoyorquina que lleva con General desde que estrenaran «10.000 Kg» en 1996), Miguel Ángel González (otro incondicional de General conocido también por el «Manes» de la Fura), Juan Navarro (actor formado con Layton y Pina Bausch, que ha trabajado en cinco montajes de la Fura) y Jordi Vilches (que demostró lo que había que demostrar en «Krámpack», lo que le valió una candidatura al Goya como mejor actor revelación). A l igual que en el título, a Bernat, moderno o frívolo, es difícil taparle la boca. Al mismo tiempo que nos explica en qué consiste esta obra creada a través de 150 fragmentos minúsculos, cuestiona problemas que tanto se tienden a obviar y olvidar en el teatro.
Tres obras, tres temas: la lucha armada -«Una juventud europea»-, el sexo -«Flors»- y, ahora, las drogas: «Pensamos en hacer una trilogía porque teníamos ganas de hacer u n trabajo con un grupo de actores fijo y continuado para así poder trabajar con más intensidad y no tener que empezar siempre desde cero. Queríamos encontrar u n estilo y establecer unas aventuras dramatúrgicas concretas, para lo que necesitábamos u n poco de larga distancia».
La obra partió de una idea: una compañera se pasa una noche entera gritando: «Que alguien me tape la boca», mientras intenta que se le baje una sobredosis de pastillas. «Había dos caminos: “hablar de” o “estar en”. Optamos por meter al espectador en una especie de globo. Intentamos que el público tenga la sensación de un estado de conciencia alterado. Las drogas te liberan u n poco de la realidad en la que vives. El espectáculo produce un poco lo mismo: te coloca en u n lugar singular y dependiendo del día que tengas tendrás un buen viaje o un mal viaje. El estado en que te mete es poco asimilable a una droga concreta, es más un estado en los que te meten los manirás, repetitivo y de suspensión».

FRAGMENTARIO E INTROSPECTIVO
«Es el espectáculo más físico que hemos hecho y es bastante introspectivo. Es una mirada al cuerpo humano. Nos movemos en el mundo de la anatomía. Se investiga, por ejemplo, qué sensaciones tenemos con el movimiento de una rótula; y eso, para nosotros, ya es válido. Trabajamos la gravedad, hay un momento en que un actor coge una cuerda y se estampa desde seis metros de altura contra una pared. No hay nada de texto. En un pase una amiga nos dijo que tuvo la sensación de haber estado una hora haciendo “zapping” delante de la televisión, que reconocía todas las imágenes y le parecían cercanas pero que no acababa de saber de qué programa eran. Es eso u n poco».

CAJA NEGRA Y ESPACIO SONORO
«Tenemos un músico en directo (Oriol Rosell). Él pincha, pero lo cierto es que más que música de baile lo que pincha son sonidos diversos que crean un espacio sonoro. La escenografía es una enorme cámara negra pero de color blanco».

«MODUS OPERAN DI»
«Aparezco en los ensayos con unas cuantas claves en la cabeza pero, por descontado, sin ningún texto. Estoy muy pendiente de lo que los intérpretes están dispuestos a dar. Vamos creando materiales con la dinámica de los propios ensayos, así se van construyendo los espectáculos. Por eso este montaje es tan fragmentario, trabajamos con cosas minúsculas, con un codo, por ejemplo. Si en la primera y la segunda parte había una estructura fragmentaria sujeta por u n hilo narrativo, ahora lo hemos llevado al extremo. Son pequeñas piezas en las que la unidad sólo se descubre al final, viendo el conjunto. Hemos trabajado directamente desde el fragmento».

PINA BAUSCH ANTES QUE STREHLER
«Creo que lo más interesante que ha dado el teatro en el siglo XX ha sido la danza  contemporánea. No puedes dejar de ser deudor de ella. Me siento mucho más cercano de Pina Bausch que de Strehler. Eso, en nuestro trabajo, se deja notar. Es inevitable y cada día está más presente. A estas alturas, hablar de divisiones entre danza, teatro, arte o cualquier género no tiene ningún sentido. Cuando voy a ver una exposición de Sophie Calle (artista francesa conocida por sus incursiones como chica de limpieza en los hoteles), me pregunto si es fotógrafa, pintora o qué… Además, no me importa. Cómo llamar a este espectáculo: teatro contemporáneo, vale».

AUTOESTIMA
«Creo que General Eléctrica ha sido un referente de lo que se estaba haciendo en teatro y danza contemporánea a finales de los noventa en Barcelona. Probablemente más a nuestro pesar que buscado, pero es que en Barcelona no hay mucha gente haciendo cosas y los que lo hacemos tenemos que trabajar en el ámbito del “underground”».

UNA BARCELONA ASFIXIANTE
«En Barcelona empieza a ser más fácil hacer un espectáculo de 15 millones que uno de tres. Hay mucha gente en la entrecomillada “primera división”, pero no hay realmente un espacio donde la experimentación y la búsqueda sea el objetivo principal. Con tanto dinero la gente al final se acojona y acaba haciendo el tipo de espectáculo que siempre ha funcionado, que es el de nuestros padres y el de nuestros abuelos. En Barcelona un certamen como el de “Desviaciones” (festival de danza contemporánea de Madrid) es imposible. Aquí la vanguardia europea que llega es a lo gordo y a lo rimbombante».

LAS SALAS ALTERNATIVAS, UN VACÍO
«Al principio toqué todas las puertas de los teatros de Barcelona y me fue mucho más fácil estrenar en el Mercat de les Flors que en una sala alternativa. Las alternativas lo que han hecho es copiar el modelo de las grandes casas teatrales de la ciudad pero con poco dinero. Pocas veces tienen una línea de programación clara. Es sintomático que nosostros estrenemos en el Nacional. Recuerdo estar en una reunión de la Coordinadora de salas alternativas de toda España en la que casi me echan a pedradas por decir que había que apostar por los productos frágiles y criticar que lo único que estaban haciendo era programar productos que pensaban que iban a llenar teatros».

ALLÍ DONDE ME DEJEN
«El TNC es un gran productor de teatro en Barcelona. Nos p i dieron que hiciésemos la tercera parte allí y dada la situación de la escena catalana… Los artistas somos unas putas, vas allá donde te pagan aunque haya muy pocas afinidades. Al final, acabas yendo donde te llaman y donde te dejan desarrollar tu trabajo. Estoy tan contento de estar en el Nacional como de estar en la Cuarta Pared cuando fuimos a Madrid».

«COMUNICATION RREAKDOWN, IT’S ALWAYS THE SAME»
«No conozco nada de Madrid y la verdad es que eso me parece un escándalo. Conozco más de lo que está pasando en Bruselas. Esto es resultado de una falta de previsión política para crear redes y teatros que tengan u n presupuesto y una voluntad de unir a la gente que va a hacer el teatro del siglo XXI. Estamos aislados y eso es nefasto de verdad».
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