EL HOMOSEXUAL O LA DIFICULTAD DE EXPRESARSE

“El homosexual o la dificultad de expresarse”, de Copi.
Dirigida por: Gustavo Tambascio
Publicado en el Supl. Pasaporte de La Razón el 5 de mayo del 2000. Teatro Alfil.

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Desconocido en Argentina, casi inédito en España, Copi -en realidad, Raúl Damonte es uno de los más molestos, ambiguos, valientes y geniales dramaturgos y vividores del siglo XX. El Teatro Alfil estrena ahora su transgresora “El homosexual o la dificultad de expresarse” con una sensible y elaborada puesta en escena.<br /> Un veterano e iconoclasta miembro de nuestra escena llamado Gustavo Tambascio (director del musical «El hombre de la Mancha»), ha conseguido que finalmente se estrene la segunda obra de Copi en Madrid: «El homosexual o la dificultad de expresarse» (la primera fue «Eva Perón»). Cargada de hallazgos dramáticos, repeticiones obsesivas y excesos coprofágicos, esta obra vitalista y desconcertante está desprovista de cualquier peso poético, psicológico o didáctico. Su estreno en París en 1970 resonó como un verdadero aldabonazo.<br /> El argumento no puede ser más transgresor y descarnado, y para el espectador avispado decir que John Waters y Pedro Almodóvar han parido (quién sabe si bajo la influencia del propio Copi) historias, aunque marcadamente humorísticas, tan disparatadas y dramáticas, en el fondo. Mujeres y hombres transexuales conviven en la fría Siberia y sólo una cosa les une: viajar a China. En esta delirante y angustiosa pesadilla revestida de folletín, Copi nos enfrenta al abismo que vivió y supo disfrutar. Universo que hoy sigue levantando alguna que otra ampolla. Razones no faltan.

IDENTIDAD VERSUS SEXO
Copi nació en la Argentina de los años 30 en la familia Damonte, estirpe de unos magnates de la prensa. Después de vender el negocio a Perón, la familia se traslada a París en los sesenta. Rápidamente, Copi destaca por sus viñetas sarcásticas y alucinógenas en la publicación «Le Nouvel Observateur». Poco después da a conocer su faceta más brutal e irreverente con libros que se convierten en referencia obligada del movimiento antirracionalista de la Francia de 1960.<br /> En 1969 monta su magistral y pequeña pieza «Eva Perón» en el Teatro «L’ Epée de Bois». Durante el estreno grupos extremos queman la sala. Después llegarían incesantes obras tan heterogéneas en estilo como homogéneas en temática. Copi es capaz de pasearse por el «thriller», el teatro minimal”, el folletín, el teatro del absurdo o el clásico con sobrada ligereza. Así lo prueban obras como «Las cuatro gemelas», «La Pirámide» o «Las escaleras del Sagrado Corazón». Pero en todas ellas presenta unos personajes incapaces de decidir sobre su futuro, en un mundo donde salir es quedarse encerrado, comer, ser devorado y ser consecuente supone la más plana de las locuras. Todos sus personajes son poliformes, no definitivos. «¿Sabes lo que quiere decir invertebrados? Es español. Quiere decir un animal que no tiene vértebras, como un caracol», dice providencialmente Irina en la obra.<br /> Ya hospitalizado de gravedad, transformó su muerte en una gran fiesta. Aquel infierno glacial se convirtió en «Una visita inoportuna», obra que representó y dirigió y en la que la capacidad del ingenio sobrevuela lobotomías y cementerios. Ahora, con la prodigiosa interpretación de Secun de la Rosa, un desbordante Jorge Merino («Tranvía a la Malvarrosa») y Helena Dueñas, la obra de esta rata de escena se nos abre en toda su miseria y su magnitud.
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