Obra: “Urtaín”, de Animalario
Dirigida por: Andrés Lima. Escrita: Juan Mayorga y Juan Cavestany
Publicado en Público el 26-10-2008. Teatro Valle-Inclán.
Altorrelieve musculado del tardofranquismo
Con estructura de guión cintematográfico, Animalario estrenó el miércoles Urtain en el Centro Dramático Nacional, pieza escrita por Juan Cavestany y dirigida por Andrés Lima. Estructurada en doce partes/rounds donde (desde el suicidio hasta el nacimiento del boxeador en Zestoa, Guipúzcoa) se nos va descubriendo a este personaje embrutecido y trágico, fruto de las circunstancias de una historia “borracha de amarguras antiguas”, la española.
Sorprende la libertad con que el director Andrés Lima dispone y los actores acogen la propuesta textual. Desde la comedia negra con ribetes farsescos (valga como ejemplo la escena tendente al delirio con Raphael de médium de la pesadilla hispánica), pasando por el teatro simbolista y poético, hasta los diálogos de trastienda de poder al modo de Sciasca en Todo Modo (que ya afiló esta misma compañía en el montaje de Alejandro y Ana). Multitud de registros que los actores acogen, acomodan y lanzan con fuerza desde el cuadrilátero que es el espacio escénico. Al principio de la obra, la tendencia a coreografiar actoralmente limita a puesta en escena de ciertos pasajes. No es sino un mecanismo para simular dinamismo.
Tragedia y comedia humana
La jugada está en otra parte, en las escenas humanas, donde la tragedia de este simio rousseauniano queda manifiesta; y donde la comedia absoluta que decía Baudelaire, aquella que tiende a lo grotesco y no deja títere con cabeza, la de la farsa negra de Valle-Inclán, emerge con inteligencia y mordiente (duro momento es el de una de las actrices emulando al humorista Eugenio contando la matanza de Atocha en l977). Animalario consigue tejer con esta obra momentos emotivos, veraces y de gran calado, que conmueven al tiempo que se cargan de simbologías sobre un país que ha querido olvidar, que no quitarse (eso no puede hacerlo la opulencia) ese olor a cutre, a pillaje y a problema endémico y cainita que seguimos arrastrando. El paso dado por la compañía teatral Animalario es importante. Destaca la preparación física del actor Roberto Álamo, tremendo en cuerpo y voz. Con esta obra mucha gente volverá a congraciarse con el teatro, a ver su potencia de mirar por los huecos, de hacer carne visiones certeras como la de Umbral: “Urtain era algo así como un altorrelieve musculado de la mitología del tardofranquismo (…) Sísifo en camiseta, Sísifo con chapela (…) Urtain, como el Régimen, ha sido fuerza pura para nada (…), se había convertido involuntariamente en el coloso de Rodas del franquismo, y ahora que muere el franquismo muere el coloso”.
Biografía del derrumbe
Caída libre, biopic amplio hacia un pasado más que presente sobre la historia del boxeador José Manuel Ibar, alias Urtain. Tras la obra, prueben a ver When we were kings, un documental sobre la legendaria pelea del también luchador de ring, Muhammad Ali, en Kinshasa. Diferencia entre un pueblo cargado de razón y esperanza y este Urtain reflejo de una demolición, un derrumbe, una extinción y de cómo la historia de España y el Estado corrompen y ensucian al hombre.
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