One night at the Golden Bar
Alberto Cortés – 19 y 20 de enero en Conde Duque
A partir de lo que canta Ana Torroja (Mecano) en La fuerza del destino, eso de «una noche en el bar del Oro me decidí atacar» o quizá gracias a lo que dijo Rilke, «todo ángel es terrible», Alberto Cortés sube al escenario con el músico César Barco para soltarnos una declaración de amor cursi, afectada, desfasada y queer. «Quería encontrar un canto que ponga en evidencia la fragilidad de los afectos desde la mirada marica», dice el mismo Cortés.
Descalzo, vestido con una blusa de volantes y unos eslips, el dramaturgo y performer invoca la figura del ángel, se pregunta cuáles son las identidades que están en ese lugar vulnerable y monstruoso al mismo tiempo y cómo vamos a proteger a estos cuerpos cuando se expongan en su fragilidad. Porque sabe que él es fruto del amor y del deseo, de lo que otros hombres han hecho con él, con su lenguaje, su manera de mirar y de hacer. En el camino se le aparecen todas las grietas sin resolver que forman parte de lo inabarcable asociado a lo romántico; las tensiones entre las teorías que se formulan para inventar nuevas formas de relacionarse con la toxicidad masculina y la heteronorma y al mismo tiempo la capacidad de caer enfermos de deseo ante El Hombre que ara la tierra. Esa grieta es esta performance.
El artista malagueño comenzó su carrera en Málaga en 2009 y desde 2013 trabaja en solitario. Desarrolla su actividad formándose y relacionándose con diversas creadoras y compañías nacionales e internacionales. Ha creado montajes como Viva la guerra, Historia de Mikoto, Yo antes era mejor, Hollywood, Masacre en Nebraska y El Ardor. En 2022 publica Los montes son tuyos (que reúne El Ardor, de 2021, y One night at the Golden Bar, de 2022) con la editorial Contintametienes.
Más información y entradas: Conde Duque | artículo de Bárbara Mingo Costales