Festival de Otoño
Festival de Otoño | Del 9 al 26 de noviembre en Madrid
Me produce una especial emoción presentar una edición más del Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid. Tengo la responsabilidad y la fortuna de dirigir de nuevo uno de los grandes acontecimientos escénicos de nuestro país. Desde hace años trabajamos para que el Festival refuerce su identidad y su atractivo para los espectadores y las compañías. Lo hacemos con el firme convencimiento de que la región necesita de vuelta un gran festival de creación híbrida, que mire con alegría y sin prejuicios al presente de las artes vivas; que sea hospitalario con todos los lenguajes escénicos y, por tanto, promueva su encuentro y su diálogo; un Festival que se despliegue en todo tipo de espacios: de los grandes coliseos hasta la salas de barrio, de los escenarios de Madrid capital a los de sus municipios y, por supuesto, también en espacios no convencionales. Un Festival de Otoño con un enorme anhelo de emoción y de reflexión y con una programación heterogénea, como los poemas que configuran un poemario o las teselas de un mosaico, todas distintos para formar una gran experiencia.
En todo momento tengo presente que un festival es, ante todo, una celebración y, por tanto, un acto de confianza en un futuro compartido. Así pudimos celebrar, sí, celebrar, aquella primera edición aún en pandemia y desde entonces nos ha acompañado siempre una firme defensa de la esperanza. Otras de las enseñanzas que nos dejó aquella primera edición es que, como dijo el poeta, “ninguna persona es una isla”. Desde mi llegada, he buscado las alianzas, las complicidades y los encuentros, con otros festivales, instituciones, agentes culturales, etc. Esta voluntad de colaboración es imprescindible para poder dotar al Festival no sólo de más recursos y visibilidad, sino para engrandecerlo con la suma de muchas voluntades e imaginarios. Trabajamos siempre para que la estancia sea más amplia, más luminosa, para que siempre haya sitio para alguien más y aporte una nueva mirada. Este año, por ejemplo, celebramos la incorporación del Círculo de Bellas Artes, de la Compañía Nacional de Teatro Clásico y del Museo de Artes Decorativas. Tres espacios e instituciones que se suman al más de medio centenar que han sido o son sede del Festival de Otoño en las últimas ediciones, espacios de administración regional, municipal y estatal. Porque el Festival de Otoño acoge la diferencia, la celebra y la hace propia. Somos lo que nos sorprende. Somos también aquello que aún no entendemos, pero sentimos como propio.
Antes de desgranar rápidamente la programación, quisiera agradecer al público la respuesta tan calurosa en estos últimos años. Un público, el de Madrid, da igual dónde haya nacido, generoso, lleno de curiosidad, dispuesto a ser sorprendido, cuestionado, agitado, emocionado. El Festival ha tenido una media de ocupación cercana al 90 %, aun en tiempos de pandemia, y el mejor porcentaje en relación presupuesto-recaudación de su historia. Estos días he repasado los nombres de las más de 150 compañías y creadores que forman parte de estas cuatro ediciones y también de todos los espacios participantes. Su número ha aumentado exponencialmente en las últimas cuatro ediciones. Hemos ensanchado el Festival de Otoño y, aunque queda mucho trabajo por delante —la pandemia condicionó los dos primeros años—, hemos logrado que sea considerado un gran referente de las artes escénicas. Insisto: nada hubiera sido posible sin la suma de los esfuerzos y entusiasmo de muchas personas. Y siempre en primera línea el equipo del Festival de Otoño, al que doy las gracias por su trabajo y confianza.
Más allá de las cifras, que son importantes, recibo el enorme cariño de los espectadores y de las compañías por el Festival, no sólo en nuestra región, sino allí donde tengo ocasión de viajar como su director. Siento siempre el agradecimiento y el aprecio por el Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid y por la claridad de sus planteamientos artísticos. Aunque nos queda trabajo por hacer, los logros conseguidos nos indican que vamos por el buen camino.
En cada decisión que he tomado, he seguido aquella máxima de que no se trata de hacer o ser algo importante, sino útil. Desde la Dirección del Festival de Otoño, yo quiero ser útil a los espectadores, a mis compañeros de profesión, y, siempre, siempre, al adolescente que se enamoró aún más del teatro, viendo espectáculos en el Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid.
La edición 41
En esta edición recibiremos a 38 compañías, colectivos y artistas, que llegan desde 12 países y 6 autonomías españolas. Una edición con 9 estrenos absolutos, 7 estrenos en España y 34 estrenos en la Comunidad de Madrid. La programación del festival se desarrollará en 13 espacios de Madrid capital y en otros 15 del resto de la región.
Una vez más en el Festival de Otoño conviven sin jerarquías el teatro de texto, el de objetos, el teatro físico, la danza y, este año, con mucha mayor presencia que en anteriores, la música. Nuestra voluntad es transcender estas categorías, que la escena sea un lugar para la hibridación, para lo que escapa de las taxonomías.
Todos los espectáculos de esta edición nos incitan a mirarnos de otro modo, a imaginarnos de otro modo, a descubrir que basta un gesto inesperado para que se abran nuevas posibilidades de vida. Así es también la mirada del fotógrafo y poeta de los objetos Chema Madoz. El cartel de este año —con una de sus fotografías como protagonista— nos recuerda la poesía que duerme en todas las cosas y que se aviva con su combinación inesperada. Hay mundos secretos en todo lo que nos rodea si nos atrevemos a romper la sintaxis del cotidiano. Eso queremos que sea el Festival de Otoño: un espacio para el asombro.
Tres semanas en las que visitarán Madrid grandes nombres de la escena internacional —una de nuestras señas de identidad—, pero con especial atención en esta edición de 2023 a la creación nacional. El Festival es asimismo impulsor de propuestas que sólo se podrán ver en su programación y que, confiamos, serán memorables. Es un camino para seguir en las ediciones siguientes. La que ahora os presentamos marca el camino para que el Festival siga creciendo aún más, ensanchando las paredes de su casa abierta, poniendo más y más sillas —o más butacas— para que todos podamos disfrutarlo. Bienvenidas y bienvenidos al Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid.
Director Artístico del Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid