El Ardor
Alberto Cortés – 11 y 12 de febrero en Réplika
El Ardor parece un discurso donde una sombra habla sobre la necesidad de convertir en inmortales a las comunidades outsiders, adolescentes, viejas, queers y cuerpos al margen, hacer de ellos bandas callejeras que vivan el deseo como un estado romántico inmortal, contra el consumo rápido, como herramienta de destrucción de la sociedad afectivocapitalista. Sueño con un ardor que es el deseo puesto en crisis, no limitado a la pornografía sino a la posibilidad de engendrar un estado casi santo, de entusiasmo eterno. Sueño con ocupar las calles con pasión. Hay algo de incendiario en el discurso de la pieza y mucho de poética influenciado por las teorías postanarquistas de Hakim Bey, la narrativa salvaje y queer de William Burroughs o Arthur Rimbaud y la idea de la inmortalidad de los cosmistas rusos (exigimos al biopoder que haga inmortales a los desheredados, ya son vampiros).
Desde el escenario se mira de lejos el concepto de revolución, de un modo que refleja la óptica contemporánea desde la que miramos el cambio en la sociedad actual: como un romanticismo cinematográfico imposible (estamos encarnando Lo Romántico). Al final del todo lo que parecía un discurso era un poema dedicado a la calle y a mis padres. Y lo que parecía un monstruo era un marica.
Soy Alberto Cortés. Inicié mi formación como director y dramaturgo en Málaga, donde también estudio Historia del Arte. Estoy en la escena porque en cierto modo la detesto y en esa guerra encuentro mi lugar. En 2009 comencé mi camino en lo escénico desde la dirección y la dramaturgia bastarda y se ha ido transformando con los años en un proceso largo de asalvajamiento desde la periferia andaluza. Me encuentro con diversos creadores que han formado parte de mi formación y que en algún momento han influido en mi modo de mirar la escena (Gabriela Carrizo, Rodrigo García, David Fernández, Patricia Caballero, etc…) hasta desarrollar un camino que me hace colocarme sobre el escenario en primera persona. Sigo sosteniendo mis ganas de continuar porque tengo esperanza en lo innombrable, lo intangible y lo humano. Desarrollo mis propias creaciones, comparto mis inquietudes en forma de talleres y acompaño el trabajo de otras creadoras. A día de hoy desarrollo mi identidad siendo creador, director, dramaturgo, acompañante, performer, docente, hijo, tío, amante, amigo.
→ Creación y dramaturgia: Alberto Cortés
→ Iluminación: Benito Jiménez
→ Música: Pablo Peña
→ Asistenta corporal: Patricia Caballero
→ Vestuario: Gloria Trenado
→ Fotografía y vídeo: Manu Rosaleny
→ Agradecimientos a Rebeca Carrera, Rosa Romero, Bárbara Sánchez, Cris Balboa, Cris Celada, Miguel Marín, Isaac Torres, Marco Michelângelo y Dianelis Diéguez.
Más información y entradas: https://replikateatro.com/evento/el-ardor-alberto-cortes/.