DOCE. El sujeto de la era. Seminario Euraca
Del 21 al 30 de octubre en diferentes lugares de Madrid
Más información y programa completo: https://seminarioeuraca.wordpress.com/programa12/.
“Hace un año que lincharon a Samuel Luiz en A Coruña y el Seminario Euraca se decidió a arrancar con un programa DOCE que, muy microscópicamente, le hiciera justicia, pensando en este acontecimiento como lo que es: una señal de la reacción en curso a los derechos y visibilidades conseguidos por las luchas lgtbq / feministas en los últimos años, y como una marca de la constante violencia que los cuerpos no normativos han sufrido en las calles del patriarcado. Pero los tiempos de nuestro seminario son tan lentos que ya ha pasado un año de trabajo hacia adentro para la organización del programa y otras cientos de señales más han venido a avisarnos de la ola de venganza y ultraredisciplinamiento de los cuerpos no blancos no cis no heteros que los masters del universo y los incels de las cloacas perciben como amenaza a su poder decadente, podrido, destructor. La insoportable masacre de jóvenes en la valla de Melilla, no muy diferente de la que a diario se hace en las fronteras de Europa, pero particularmente utilizada como celebración de un pacto de sangre entre España y Marruecos para continuar resolviendo bien la división del mundo entre blancos y no blancxs, entre trabajadorxs con derechos y trabajadorx sin derechos, entre cuerpos cuya vida importa y cuya vida no. La derogación del derecho al aborto en Estados Unidos para parar la ola de revueltas de las siervas de la reproducción que cada hombre ha tenido a su disposición a lo largo de los siglos, cuya fuerza internacionalista ha puesto en tensión la división del mundo entre el género que domina y el dominado, los trabajadores que producen mercancías por un salario y las trabajadoras que reproducen la fuerza de trabajo sin remuneración, la propia división del mundo en doses. No hay -no puede haber- igualdad mientras siga habiendo personas segregadas, violentadas, invisibilizadas y desposeídas de papeles, derechos, techo y sustento; sociedades que toleren una parte de la homosexualidad integrada pero masacren y niguen derechos a personas migrantes (como dijo Renate Costa en esta entrevista, min. 7.30)).
Porque si incluso algunas de las que esto escribimos en tan solo una vida hemos asistido a un 8M chiquito y a un 8M masivo y a una derechización fatal de una parte del feminismo, a una subcultura queer under y a una toma del mainstream por algunos de sus gestos, a la Veneno en prime time y al secretismo gay en todos los pueblos y ciudades a no ser las grandes, al Ya es ley de Argentina y la derogación del aborto en los US, a la cultura del 15M y a la de Vox, qué no habrá pasado en los más de 150 años que el feminismo lleva abriendo y ensanchando la grieta en el patriarcado capitalista, un cambio de la vida de lxs de abajo inimaginable segundos antes de suceder. No solo el derecho al aborto que las «petroleras» (con quienes abrimos en enero de 022 este programa) ni podían siquiera imaginar estando como estaban en los márgenes de la Comuna revolucionaria, sino el propio derecho a la Existencia, y sobre todo, el derecho a la Imaginación: que lo que hacemos y somos se vea, cuente, conforme imaginarios; y que otra forma de lo que somos se haga posible en el mundo. Inimaginable para Whitman la vida de Lorca, para Lorca la de Spicer, para Spicer la de Lemebel, para Lemebel la de Ioshua y, no obstante, unos a otros se contienen en el sueño que el deseo va abriendo con el cuerpo valiente que pusieron en sus escrituras. Un poco más próximas en el tiempo las vidas de Luz Pichel, Rita Indiana, Dalia Rosetti y Andrea Abreu trazan un mapa del sueño todavía más amplio en latitudes (Galicia > República Dominicana > Argentina > Canarias), imaginarios e imaginaciones por venir de parte de las chicas y chiques, de las ninias y adolescentes y ancianas, de las amigas para siempre, de las bolleras y bi y butch con y sin bulto seguro inimaginables para Gertrude Stein o Gloria Fuertes que las precedieron.
Y es a esta escala, y es por abajo y por afuera de las divisiones por arriba y por el centro, y es a esta invención de las genealogías y convivencia de tiempos, y es a esta historia de cambios a veces en avanzada y a veces en retroceso pero siempre con efectos en los cuerpos de las othras (Sayak Valencia) a la que queremos remitir. Y es a esta fuerza imparable a la que queremos afirmar como propuesta contra (y no como reacción a) la reacción en curso, aunque ahora no esté de moda proponer sino solo destruir: la era feminista sigue viva y está abierta.
No hay un sujeto del feminismo, la feminista es el sujeto
La era feminista va generando un sujeto que no cumple con lo que estaba previsto para ser dentro del patriarcado cada vez en cada uno de sus periodos. Tan imprevisto como para que unos filólogos del siglo XIX encuentren una cantiga de una amiga a una amiga hecha en el siglo XIII y se vean obligados a cambiarle el género, incapaces de dejar existir en el pasado lo que no quieren que sea en el presente ni de imaginar para el futuro lo que podría ser si lo dejáramos pasar. Por suerte la escritura dejó un rastro suficiente para que otras lectoras del futuro podamos releer desde otra era, reestableciendo la señal entre los tiempos. Porque por suerte la escritura no consiste solo en quién era quien la hizo sino en cómo hizo lo quizo quien la hizo: un artefacto de lenguaje que nos posibilita ser otrx que el previsto: trans-cender de la realidad cis a mundo algo mejor para todxs en tanto seres vivxs, tal y como describe Fernanda Laguna en una entrevista con Martín Baigorria en el Flasherito: «[…] cuando uno escribe […] uno posee otro tipo de movimientos. La tristeza en el mundo real es algo que te hace sufrir, es un abismo. Pero la tristeza cuando está en manos del poeta […] pasa a ser algo dulce o bello. Y entonces las sensaciones que podemos tener frente al mismo estado de tristeza se vuelven otra cosa con la poesía. Yo a eso lo llamo la “realidad cis” ‒la tristeza con el dolor tal cual se percibe‒ y la “realidad trans” es la realidad del poeta, transmutada, donde la tristeza se puede volver algo bellísimo y puede hacer sentir una sensación totalmente diferente. Y así con todo: podés tener un corte de luz en tu casa y si escribís se puede convertir en estrellas o en un montón de cosas más. Esa es la “realidad trans”, transmutada».
No hay un sujeto del feminismo, la feminista es el sujeto, y su era va sucediéndose a través de diferentes momentos de lucha en los que ese sujeto se va condensando en cuerpos históricos concretos (comuneras, bolleras, trans, maricas, bi…), fundamentalmente caracterizados por su desnaturalización de lo que unos segundos antes suponía ser una mujer/femenino/afeminado/cativa en la sociedad patriarcal, y por su desidentificación de lo asignado, por su no ser hombre, o su serlo mal. Y estos momentos concretos del cuerpo feminista van abriendo las posibilidades no solo de tener derechos sino de Existir e Imaginar mediante, por un lado, unas vidas tan valientes como fue la de de Pedro Lemebel, cuyas solas presencias = gestualidades y lenguajes de por sí desobedientes de la norma social afirman cotidiana y políticamente que otras vidas, más vividas y más vívidas son posibles, que es posible ser en este mundo; y mediante, por otro lado, unos textos como Tengo miedo, torero donde esas vidas se vuelven imaginario y sueño para quienes las leemos. Así que la propuesta de viaje número DOCE del Seminario Euraca consiste en ir a unos poquitos (cinco) de los cientos de momentos de la lucha feminista, de las comuneras del XIX a los maricas del XX a las ninias y bolleras del XXI y un flashbck-flashforward al siglo XIII, de la homosexualidad a la homofobia, del deseo a la potencia, de la potencia a la violencia, a través de (mayormente) novelas tan exuberantes, hermosas y emocionantes como Papi, Panza de burro o Dame pelota, y poemas tan power como la Oda a Walt Whitman o el de la risa de cativa de Luz Pichel. Creemos que no solo por «ser mujeres» «ser bolleras» «ser maricas» las autoras sino por ser el feminismo un nuevo paradigma está cambiando la literatura que se hace y que nos gusta. Una textualidad a la que cabe más el cuerpo, el sexo y el desliz de todo tipo, formal e informal, no tan pesadamente psicologista ni familiriasta sino al revés, esto es, más bien, la confusión, el caos, la trama trepidante, la ya clásica promiscuidad, la ya clásica vitalidad voraz, el ya clásico enamoriscamiento permanente, la ya clásica sensualidad a mansalva de las desviadas… o el deseo, mi amor, el deseo… de leer, de escribir, de vivir, de que salga un verano para siempre. Y de, por primera vez en Euraca, explorar un nuevo género (literario): la Novela”.
«yo soy una más de lxs que estamos aquí»
(María del Monte)
«yo soy una más de ustedes»
(Isabel Pantoja)
«mariquita no, maricón que suena a bóveda»
(Miguel de Molina)
«quién no se ha dado un pipazo con una buena amiga»
(Lola)
«si quieres conmigo, guapo, tendrás que amariconarte»
(Lynn da Quebrada)
1939, acusado de beber semen en cálices, el reo replicó:
«yo eso lo he bebido siempre directamente de la fuente»
(Álvaro Retana)
«queremos todo gratis, todo homosexual»
(se canta en Chile, en las manis)
«todo gratis, todo gay»
(rey feliz)