El derecho a ser infeliz
Sobre las políticas de control del comportamiento humano y la psicotropificación de la sociedad
Participantes: Montserrat Rodriguez (Intervalos), Virginia García del Pino, Bárbara Rodríguez Muñoz, Valentina Desideri, Florencia Portocarrero, Warren Neidich, Silvia Maglioni & Graeme Thomson, Dora García, Mathilde Villeneuve, Alexandra Baudelot, Veronica Valentini, Juan Canela y OVNI Observatori de Video No Identificat, Barcelona
Comisariado por BAR project (Barcelona) y Les Laboratoires d’Aubervilliers (Paris)
En colaboración con Institut Français y Fundació Antoni Tàpies
El programa video se ha realizado gracias a OVNI Observatori de Video No Identificat, Barcelona
Viernes 6 y sabado 7 de mayo 2016
Institut Français* y Fundació Antoni Tàpies, Barcelona**
En el controvertido libro The Happiness Industry: How the Government and Big Business Sold Us Wellbeing el autor William Davies[1] expone cómo la felicidad ha pasado de ser un estado de bienestar a una nueva forma de hacer dinero por el capitalismo contemporáneo. El aumento exponencial del uso de fármacos y antipsicóticos para la cura de malestares de todo tipo (depresión, ansiedad, etc) pone de manifiesto este cambio radical en la medicación psicoanalítica sin precedentes. Desde la infancia hasta edades avanzadas se ha naturalizado la forma de consumir cotidianamente antipsicóticos para curar cualquier tipo de trastorno, desde aquello de tipo cognitivo a aquello de tipo afectivo. Algunos datos indican que por ejemplo en pocos años, los niños tratados con el trastorno por déficit de atención se ha multiplicado por cuatro, y las escuelas se han llenado de alumnos que “necesitan” medicarse. Su número se ha elevado a 3,5 millones desde los 600.000 de 1990; del mismo modo se han incrementado los fármacos recetados para distintos tipos de depresiones, o las terapias para evitar determinados estados de ánimo que no se aceptan socialmente, como la tristeza, la melancolía, el decaimiento, la rabia, el hastío, la cólera, la histeria o la desazón.
El creciente recurso a los medicamentos deja claro que el aumento de los problemas de salud mental no puede ser pensado en términos estrictamente médicos, sino que necesita ser comprendido en su contexto socio-político. Además las nuevas tecnologías como Google, Facebook y Twitter venden datos relacionados con nuestras emociones que luego son utilizados por empresas de mercado para orientar nuestros patrones de consumo, y hacer un seguimiento casi instantáneo de nuestros estados emocionales. A propósito del régimen farmapornografico en el cual a cada maniobra del gobierno corresponde una técnica de subjetivación, Paul B. Preciado, autora del ensayo Texto Yonqui, escribe que “la píldora (como lo es el Prozac, el Viagra, el Tepazepam, o la Ritalina) es un laboratorio estatal miniaturizado instalado en el cuerpo de cada consumidora. En la era farmacopornográfica, el cuerpo se traga el poder. Se trata de un control democrático y privatizado, absorbible, aspirable, de fácil administración, cuya difusión nunca había sido tan rápida e indetectable a través del cuerpo social.”[2] En la práctica, la felicidad es un producto de consumo como otro cualquiera y nuestras emociones la nueva religión del siglo XXI.
Aunque la medicación obviamente estabiliza la conducta y las emociones, elimina en el paciente algo tan humano como la autorreflexión, el reconocimiento, el duelo, la capacidad de regular independientemente las emociones y la libertad de sobreponerse – o no – a éstas. Además de otras esferas y entornos utilizadas políticamente para controlar dicho comportamiento – como lo formativo, lo legislativo, el espacio urbano, la arquitectura o las pautas de comportamiento –, la psicotropificación actúa como un potente programa de control social amparado por la ciencia. Cabría entonces preguntarse qué podemos hacer para mantener nuestro derecho a ser diferente, excéntrico, a no trabajar, a no ser productivo, a estar triste, obsesionado, a no concentrarse, no ofrecer excelentes resultados, no ganar dinero, no contribuir a la sociedad, hablar sin sentido, oír voces, tener visiones, tener pesadillas… a no ser feliz.
Entonces, ¿cómo podemos pensar en la construcción y reconstrucción de posibles modelos de la conciencia humana en contra de este fenómeno? ¿podemos imaginar dinámicas emancipadoras del comportamiento que desafíen las estructuras de control? ¿cómo generar espacios de infección afectiva común a través de prácticas grupales? ¿cómo poner en diálogo los lenguajes artísticos, el psicoanálisis y las ciencias sociales? ¿cómo emancipar la imagen de pensamiento normalizada por el aparato político racional? ¿Pueden las prácticas colectivas de conversación, reconstrucción o ensayo representar un ejercicio de resistencia?
A través de un programa de dos días que incluye películas, performances, instalaciones, prácticas y conversaciones dirigidas por artistas y otros especialistas en diálogo con el público, El derecho a ser infeliz quiere incidir en algunas de estas cuestiones, proponiendo un espacio de reflexión, enunciación y ensayo compartido.
Davies, Will. 2015. The Happiness Industry: How the government and big business sold us wellbeing. London: Verso. ISBN 978-1-78168-845-8
Preciado, Paul B. Testo Yonqui. Espasa Calpe. Madrid. 2008. Págs., 135-137, 142.
PROGRAMA
Viernes 6 de Mayo, 19hs-21hs, Institut Français
Teatro IFB
19h-19,30h Presentación y introducción de El derecho a ser infeliz con Mathilde Villeneuve, Alexandra Baudelot, Dora Garcia (Les Laboratoires d’Aubervilliers), Carles Guerra (director Antoni Tàpies Foundation), Veronica Valentini y Juan Canela (BAR project)
19h30-20h05 PELÍCULAS:
A Breakdown (and) After the Mental Hospital, 1991, US, 26’, de Anne Charlotte Robertson, idioma inglés con subtítulos en castellano. Un monumental autorretrato, un enorme corpus de 36 horas, divididas en 85 bobinas de 26 minutos, Five Year Diary es la obra más importante de la directora. Abarca dos décadas. En esta crónica de su vida diaria en Massachusetts, Robertson documenta sin rodeos su lucha por sobrevivir contra la depresión. Monólogos interiores oscuros e intensos, teñidos aquí y allá del humor y la autocrítico propia de la conciencia que la artista tenía de su enfermedad, articula un relato en profundidad de una experiencia terapéutica en el cine.
Pare de Sufrir, 2003, Spain-México, 7′, de Virginia García del Pino, en presencia de la directora, idioma castellano. El formato original de este vídeo era una proyección de diapositivas con sonido. Las imágenes, que reflejan la sociedad de consumo, las dificultades y los rasgos culturales y religiosos de la ciudad, se cruzan con el sonido: una mezcla de voces realizada a través de lecturas de textos y entrevistas realizadas a la gente de las calles de Guadalajara (México). El feedback entre imagen y sonido crea un ritmo fluido con una voluntad de desdramatizar la narración con toques de humor.
20h15-21h Conversacion entre la artista Dora Garcia y la directora de Pare de Sufrir Virginia García del Pino. Sigue debate abierto al público.
21h-21h45 Cocktail
Sabado 7 de Mayo, 9:45hs-19hs, Fundació Antoni Tàpies
Auditorium
9h45 Bienvenida por Carles Guerra
10h-11h30 Silvia Maglioni & Graeme Thomson, UIQ (the unmaking-of), instalación sonora, película invisible, 78’. ‘UIQ (the unmaking-of)’ es un trabajo electroacústico sonoro especializado, o una película invisible, que los cineastas-artistas Graeme Thomson y Silvia Maglioni han creado en torno a un guión no realizado de ciencia ficción de Félix Guattari, “Un Amour d’UIQ ‘(‘ Un amor de UIQ ‘). Trabajando con la condición paradójica de lo no hecho como realidad presente y todavía en potencia, un campo potencial de formas y fuerzas cambiantes, los realizadores buscan producir la película de Guattari a través de una experiencia colectiva de percepción, sin filmar una sola escena. Indagando en la posibilidad de dar forma a la película y a la entidad sin cuerpo de su personaje central, UIQ (Infra-Quark Universo) – que, según Guattari no tiene un sentido claro de la identidad ni límites espaciales o temporales – Silvia Maglioni y Graeme Thomson deciden embarcarse en un viaje, celebrando una serie de ”seeances” en diferentes países. En ellos se invita a los participantes a convertirse en los receptores, transmisores u anfitriones de UIQ, contaminandose entre sí con sus visiones e ideas de la película de Guattari y las posibles manifestaciones de UIQ, tanto dentro como fuera de los límites del guión. El trabajo recombina fragmentos de registros de estas “seeances” en una composición de 75 voces, tejidos con señales electrónicas y grabaciones de campo procesadas, y los elementos que circulan en el espacio, ofreciendo destellos de una película desaparecida y un universo que, aunque invisible, puede comenzar a afectar la visión del oyente.
11h30-11h45 Descanso
Arts Combinatories
11h45-12h Introducción por Veronica Valentini, Juan Canela y Carles Guerra
12h-13h30 Dora García en conversación con Bárbara Rodríguez Muñoz, Montserrat Rodriguez (Intervalos) y Florencia Portocarrero: sobre la representación de la psique humana, la exposición y la revelación, y la relación entre arte y psicoanálisis.
13h30-14h30 Pausa
15h-17h Introducción de Veronica Valentini y Juan Canela de las intervenciones y performances de Warren Neidich, Florencia Portocarrero y Valentina Desideri
Warren Neidich, Numb your Ass and your Brain and your Heart, After Charles Bukowski, 45’, 2015-2016. Una conferencia performativa que se promulga en el espacio de la memoria trabajadora o el ojo de la mente. Utiliza métodos transversales que incorporan la poesía, el ruido y los métodos dadaístas para emancipar la imagen de pensamiento que ha sido normalizado por el aparato de la política racional.
Florencia Portocarrero, Public Display of Affection, 2016. Trazando puentes entre la teoría psicoanalítica y los grupos de “consciousness raising” de la segunda ola del feminismo, Florencia ha estado investigando sobre el papel de los afectos en cuanto a la opresión y la transformación política. Durante su residencia en BAR project, esta investigación se formaliza en dos escenarios públicos: una serie de eventos -organizada con la artista Valentina Desideri- que exploran la dimensión política de sentimientos socialmente inapropiados y “Public Display of Affection”, una publicación que reunirá textos e intervenciones visuales de artistas, curadores e investigadores cuyas prácticas se refieren a las relaciones entre el afecto, el conocimiento, el poder y la emancipación.
Valentina Desideri, Studio Practice, 2016. Studio Practice se refiere tanto a la práctica de estudiar (modos de aprendizaje que producen otras maneras de vivir juntos, y viceversa) y la práctica de estar en el estudio (en su referencia al estudio de baile), donde múltiples propuestas, habladas o simplemente promulgadas, se suceden y viajan a través de los cuerpos y las dimensiones (física, intelectual, emocional, espiritual). Durante su residencia en BAR project, Valentina está encontrándose con personas con las que practicar estudios en diversas formalizaciones, han estado explorando sentimientos inapropiados, así como la vida nocturna, las formas de atención, la curación, la lectura y otras formas de conocimiento.
17h-17h15 Descanso
17h15-18h30 Conversación con Josep Rafanell i Orra, Dora García, Mathilde Villeneuve y Alexandra Baudelot
18h30-19h Debate final
Más información: http://barproject.net/noticias/el-derecho-a-ser-infeliz