aquí estamos, entendiendo nuestro marco,
aquel que queremos construir y entender para precisamente salirnos, abrir sus bordes y
caernos afuera,
sin sujeción,
y para ello simepre re-situando
las reglas del juego
la relación con las cosas,
cosas que ya no esán significadas de antemano,
y relaciones que no son dadas a priori.
Y nos preguntamos como presentamos esta práctica
sin caer en esa relación estable y cerrada que es la representación,
y en eso estamos…
y allí en ese estar con «la cosa» aparece el absurdo de encontrarnos con ellas
que fuera de su nombre de cosa
abren nuevos marcos que se multiplican en sus posibles afueras
…