pasamos la noche en el tren, Pierr el francés se emborrachó y se dedicó toda la noche a gemir por su camara de fotos, que había dejado olvidada en la Estación de tren de Donosti. LLegamos a la frontera con Portugal muy dormidos (y casi medio de mal humor) Cecilia inexplicablemente perdió un zapato. Tras una caminata y la acción-plantación de Marta, instalamos el chiringuito y con café en mano hicimos la llamada que todos esperábamos. Hablamos con Villa Matas, en la Frontera, en tierra de nadie y sin saber con que hora quedarnos. Marta me cuenta que lo había visto hace poco en un premio literario donde entró seriamente y ante la espectativos que todos tenía por su discurso, dice; «Hola, me llamo Erik Satie, como todos»
convertirme pues en un fantasma, en una manera de ver , en una mirada ajena
ser otro, perder países
mas cuentanos mas , es to me recuerda a algo…….
la danza y su doble??? a que te suena??
besos guapa …….yo ya me estoy llendo a Magalia….. ya te contaré.
+ besos