Del 31 de mayo al 3 de junio se celebró en Azkuna Zentroa (AZ) PROTOTIPOAK, un Encuentro Internacional de Nuevas Formas Artísticas. Comisariado por Rosa Casado y Mike Brookes, trató de “acercar nuevos formatos artísticos a la ciudadanía a través de proyectos que abordan aspectos cotidianos”. Para esta edición, PROTOTIPOAK, además de expandirse en diversos formatos y por diferentes espacios de Bilbao, se instaló en una exposición que puede visitarse en el centro hasta el 16 de septiembre.
“La escena será troncal en Azkuna Zentroak”
Aires renovados por AZ con la vuelta de Fernando Pérez como director del centro tras su paso por el Gobierno de Navarra, quien ha estado ligado al proyecto desde su apertura como responsable de programación. Nos encontramos con Pérez tras la rueda de prensa de PROTOTIPOAK en el edificio de AZ, centro que “nació para complementar las actividades y los ámbitos que se hacían en la ciudad pero trabajando desde los márgenes o desde una forma más tangencial”, dice Pérez, quien entiende Azkuna como un proyecto “amplio y complejo”, para precisamente “hacer virtud de esas dificultades”. “Queremos trabajar el arte y el arte contemporáneo en sus diferentes disciplinas desde una perspectiva muy relacionada con los públicos, en plural, pensando en las comunidades mayoritarias y minoritarias que tienen mucho que decir”. A la pregunta de cómo definiría AZ, Fernando Pérez responde: “Muchas veces algo se define por lo que no es. No somos un teatro pero trabajamos las artes escénicas contemporáneas, no somos una biblioteca pero desde la Mediateca trabajamos los centros de interés del arte y el conocimiento, no somos un museo porque no conservamos pero trabajamos el arte contemporáneo y las artes visuales desde otro punto de vista”.
Querido entre la comunidad de artes vivas por el Festival BAD y el trabajo durante su anterior paso por AZ, unos de los pocos centros donde hace años ciertas creaciones encontraron cobijo, para su nueva etapa, Fernando Pérez anuncia que “la escena será troncal en AZ”, desde “una visión actual, coetánea, contemporánea” en la que “el artista tiene que estar en el eje”. En un país propenso a celebrar las artes vivas en festivales esporádicos, cuántos, peor, ya desaparecidos, y a la falta de apoyo a la continuidad, parece que Bilbao disfrutará en AZ de “una programación regular en diferentes espacios, los espacios públicos que tenemos en el centro y también los espacios no convencionales”, asegura Pérez. Con un “equilibro entre artistas locales e internacionales”, además, ya están abiertas las conversaciones para sumar “algún artista asociado”, “artistas que trabajen con nosotros tiempos más amplios”, en un programa especial de residencias, “lo que nosotros denominamos las residencias con apellido, es decir, residencias tematizadas en las distintas líneas estratégicas que el centro tiene en relación con el arte contemporáneo”.
Para el nuevo director de AZ, PROTOTIPOAK “puede ser un exponente” del programa del centro para los próximos años, ya que “esa idea de las nuevas formas artísticas, de la cotidianidad y de la intersección con la sociedad es algo que estamos obligados a hacer”.
“La performance como lugar”
El fin de semana de PROTOTIPOAK también nos encontramos con Rosa Casado y Mike Brookes, comisaria y comisario del encuentro. Un formato que proviene de lejos, de aquel encuentro de nuevas formas escénicas llamado 3,2,1… En 2016, AZ facilitó un espacio de trabajo para cuatro personas con distintos perfiles e intereses: Mateo Feijoó, Xabier Erkizia, Javier Duero y Rosa Casado. Así, con Fernando Pérez como catalizador, Lourdes Fernández, la ya antigua directora del centro, invita a Rosa Casado y Mike Brookes, y se termina, o empieza de nuevo, con PROTOTIPOAK, proyecto que continúa la línea de un encuentro bienal pero con una entidad propia. Encuentro que responde a “otras temporalidades”, a un trabajo sostenido de dos años que presta especial atención a los “procesos”, en defensa del potencial de éstos para la “integración del trabajo en el tejido local y social”, nos explican las comisarias. También, PROTOTIPOAK se ha articulado a través de formatos “que igual no son reconocibles, híbridos o con miradas desde otros lados”, con voluntad de expandirse, y “ocupar más el centro y la ciudad”.
Con especial interés en lo performativo, con propuestas escénicas o de intervención, sobre las líneas comisariales de PROTOTIPOAK, Casado y Brookes nos cuentan que “es la idea de lugar la que articula el proyecto”. Más específicamente, la idea de “la performance como lugar”, cuestión que ha investigado Casado en su tesis doctoral, “desde donde nos hemos planteado todas las piezas”. Sobre la exposición “… y las cosas que hacemos”, que dará continuidad al encuentro en AZ hasta el 16 de septiembre, los comisarios amplían la cuestión de “cómo lo que hacemos genera lugares y su performatividad”, no limitando “lo social simplemente a cuestiones humanas”, ya que plantean que “hay otros agentes que conforman dichos lugares y performatividades”, por ejemplo, la robótica, la biotecnología y la inteligencia artificial, como podemos ver en las distintas obras de la exposición. Una exposición, un lugar o muchos, que propone el reto de hacer “de un espacio expositivo un espacio performativo, en desarrollo y evolución”, ya que el mismo espacio se irá transformando durante estos meses por las acciones de las obras, “nos interesaba mucho que el día de la inauguración no fuera el día en el que estaba todo, sino que es al final cuando van a encontrar la cosa más compleja”.
Para el encuentro del 31 de mayo al 3 de junio, las comisarias intentaron “hacer del atrio un espacio de ocupación para invitar a quedarse” con obras de Bouchra Ouizguen (quien merecería, con su Corbeaux, un texto aparte), Los Torreznos o los Radios Shows de Consonni, otras con formatos híbridos como la Nana de los Gichi-Gichi Do, sold out incluido, ocuparon otros espacios del centro, pero PROTOTIPOAK también se expandió por la ciudad y sus comunidades, abriéndose en diálogo con el tejido social de Bilbao. Este fue el caso de Mirador de Camila Téllez, que a través de una publicación que guiaba un paseo por Bilbao activó “un espacio de ficción, una construcción invisible desarrollada en el espacio público de la ciudad” o Fuera de juego de Núria Güell. El proyecto de Güell, site-specific que consistía en “jugar al escondite con trabajadoras del hogar y de cuidados”, representa en buena medida el universo de PROTOTIPOAK, su capacidad de atender y afectar al entorno, antes y después de su celebración, ya que supuso “ocho meses hablando con asociaciones y muchas personas para identificar el colectivo invisibilizado, ya que debía ser distinto en Bilbao que en Copenhague o Madrid”, movilizando problemáticas que “obligan a entrar en diálogo con el contexto, y a su vez saca lo privado a lo público, que también es una de las cosas que nos interesaba: poner en cuestión estos conceptos y complejizarlos: qué es el espacio o lugar público”. Otro de los ejes del encuentro, en relación a todo lo demás, fue la programación de trabajos que interpelaban de manera “directa, sencilla y familiar”, invitando a la ciudadanía a participar de la “extrañeza que estos generan”, explican los comisarios. Así pasó con el proyecto Haircuts by children de Mammalian, el cual permitió a niños de un instituto de Bilbao, guiados por un peluquero profesional, cortar el pelo un fin de semana a quien quisiera ponerse en sus manos en una peluquería del Casco Viejo de Bilbao, metáfora hecha performance y lugar.
Viajamos a Bilbao la mañana del 31 de mayo para pasar una jornada en PROTOTIPOAK. Llegamos con chirimiri coincidiendo con el día que el PNV apoyaba la moción de censura y el cambio de gobierno. Espacio complicado la antigua Alhóndiga de Bastida, el viejo almacén de vinos, que con el nombre actual homenajea a Iñaki Azkuna. Por un lado, sus 43.000 metros cúbicos conforman un lugar sombrío, atrio de techos bajos, diseñado para conservar con poca luz, negativo de la luminosa Tabakalera donostiarra; por otro, es un centro dedicado al ocio y la cultura contemporánea por igual, con mucho tránsito de personas, cuesta distinguir a alguien que entra o sale de la piscina, una película comercial o de ver una performance. Para el arte contemporáneo, al contrario que el ocio, siempre es un reto hacer público, que la gente se quede. Todo a favor para consolidar el proyecto de Azkuna Zentroa (AZ). Al trabajo de años anteriores se suma el saber hacer de Fernando Pérez que, ahora director, junto a su equipo pueden convertir el centro en uno de los proyectos clave de la creación experimental en España, y en particular, por qué no, de las artes vivas. Esperamos viajar mucho más estos años a Bilbao, y al País Vasco, que con iniciativas como Bulegoa z/b, Azala, La Mostrenka, La Fundición, festivales como el BAD o inTACTO, galerías como Carreras Múgica y centros de arte como Artium o Tabakalera, con el tradicional apoyo a sus artistas locales, sobre todo visuales, muchos de ellos profesores en escuelas y universidades, conforma un territorio al que desde fuera miramos con atención y ganas. Uno de esos viajes, esperemos, sea dentro de dos años para la siguiente edición de PROTOTIPOAK, zorionak.