Una conversación entre Carmen de Ayora y Antoni Hervas

¿!¿!!¿ESTAMOS SOLAS?!??

Una conversación entre Carmen de Ayora y Antoni Hervas

Carmen: Aquí estamos, retransmitiendo en vivo y en directo desde la sala Mirador de la Capella <3<3

Toni: JA, JAJ, AJ, A!!

Mayo del 2021. Presentación de nuevas residentas en la Escocesa. ¡Llevabas la camiseta de Meg del Simon Hanselmann y pensé..buah!! ¡Ahí está ella!! Y luego vas y sueltas lo del arroz con bakalao, <3<3 ( que ahora, sabiéndolo…) ja, ja, jaj, aj….sería por tantear “¿quien come qué?”

C: Por eso del: “Que te gusta?!?!? Carne o pescao?!?!?!?!”

Bueno, teníamos ya amigas comunes, habíamos habitado los mismos espacios de la ciudad, coincidido en escenas y momentos, pero aunque ya nos intuíamos  la una a la otra, hasta entonces no se había dado la situación de conocernos.

T: Y ya en ese coincidir día a día en el taller, surge este crush loko como de amistad de adolescencia. De querer pasar tanto tiempo juntas como sea posible, y de hablar referenciando anécdotas y calzando muletillas de bromas internas. Todos esos “tú ya me entiendes…”.

Somos como Jay+Key, esas dos perras mejores amiguis del cómic tan preciosísimo de John Pham que me regalaste <3<3

C: Tengo en mi corazón grabado ya para siempre tus llegadas a la Escocesa. Los “GUAU, GUAUUU!!!, aamoooraaaa!!!” ,y allí tu mirada sensible, empática y sexy con la pintura, y entonces tu pregunta “¿Qué color vas a hacer?!?” Y yo “Rosa!” Y tú “yo también!” Y las dos “¡ahora nos vemos!” y cada una entrando a su estudio, y después a las dos horas, al volver a verse ya han aparecido las ojeras esas de cuándo la complejidad esté en nuestros cuerpos…

Y es que ya has podido venir en autobús queriendo hacer el rosa, pero entonces, aparece el naranja pila y te está diciendo “NO, no. Es este… ES ESTEEEEEEE!!!…”Y una vibración ahí  “BRRRRUUUUMMMMMMM!!!!!” Y aparecen otros colores que no habías ni pensado, ni intuido, ni calculado que fueras a utilizar. LA PINTURA ES UNA MARIMANDONA. Porque es lo que nos pasa al ir al estudio. Yo me pongo nerviosa, porque es el ir ¿“a ver que pasa?”, enfrentarse a la aventura, porque vamos a buscar esa experiencia, que tiene esa violencia y ese dulzor…

T: Es que es violento, eh?!?!? El pintar…

C: Siiiii! y taaantooo!! Es parto, parto. Es un movimiento gigante de desdoblación, el cuerpo se te da la vuelta.

T: Para mí, que mi estudio (bueno, ya lo has visto…) es un estallido de tubitos de acrílicos sin tapar y rebosantes de colores entre fotocopias, cartones y papeles de diario. Puedes ver esa obsesión por sacar las secuencias de color apenas respetando los tiempos de secado….Admiro mucho la capacidad que tienes para conseguir cualquier color de mezclar exclusivamente los primarios. De esos tres botecitos verde, amarillo y azul de guache ha salido toda esta fantasía de registros y tonos…”¡Eres una Genia!”

C: Ya hemos hablado esto de las diferencias de nuestras luces, tu tan Barcelona y yo tan ayorina, osea, el tan es lo común, pero del niño de ciudad que se ha de mover con rapidez, al ritmo que la historia de la familia va marcando, a la niña que pasea por el otro patio en busca de princesas mientras se le seca la melena hay unos modus vivendi que crean poéticas muy distintas.

Tú eres noche yo soy día, te decía cuando estuve una época ocupando tu estudio, lugar en el que tuve el privilegio de ver crecer Capilla Sixtina Jeans. Tus creaciones se refieren  a momentos y escenas nocturnas, en lugares de cerrados, personajes que existen, que tu revelas y visibilizas con tu supermetafísica,( aquí otro punto común: revelación, visibilización, resurrección, las dos queremos hacer esto cuando hacemos arte, es nuestra propuesta, nuestra radicalidad, esa esperanza infinita que nos caracteriza). Yo estoy paseando por el campo, apartándome de una cultura que me oprime, lo que pinto solo se ve de día y despacio, se sueña por la noche excitada, y aquí nos volvemos a encontrar. Sueño, vigilia, diálogo artis, movimiento, construcción de imaginario.

T: Y ya, de ahí, “two rooms”, cuando decidimos unir nuestros estudios, un recorrido que ya existía de constante en nuestras conversaciones de vecinas, pintoras y amigas, en las cervezas ilegales, en los viajes con cartones y gestiones de espacios, los san juanes, los Blue trips, y las siempre juntas, …Y sacamos ese tobogán precioso que te mandaba de un chupetón rosa al otro patio. En algún momento, ese, iba a ser el nombre de la exposición.

C: “El otro patio” es una zona de placer, es un espacio furtivo y de mucha libertad.  Porque quieres ver las cosas, las sexualidades, desde otros lugares. Quieres que se extienda la diferencia. La riqueza está en la diferencia, porque sabes que va a converger en ella misma, y en más; en ampliar, va a haber más cabida.

T: Así, en broma te decía que, después de esta expo, se iba a hacer media Barcelona bollera, si no lo es ya. Todo este deseo, esta belleza…para ti es muy importante que esté toda esta verdad representada.

C: ¡Ah! es que esta es una gran motivación de la exposición!

Porque, igual que a mí me han empoderado otras imágenes que he visto de la historia, de la historia del arte… Y de decir “Si esto está pintado, yo también quiero que ocurra”. Como en ese mural que tenías en el Arnau, cuando fuimos con los niños a que lo vieran…

T: No estamos hablando de esto ahora….

C: ¡Bueno! Pero es que fue chulísimo todo lo que se montó!! Cuándo fuimos con los chavales ( y que fue un poco lío) , porque era principio de curso y se portaron como mal y luego, vinieron navidades y el cómo crecieron en el desarrollo de los cuerpos y de sus identidades de género. AL VER LA IMAGEN!!!

Entonces pienso “Sí que tengo la urgencia de pintarlo”, hay una revolución pictórica para mí ahí, nunca había pintado a esa velocidad. Y es que tenía esa urgencia de que salieran estas imágenes, de que se viera en qué consiste la sexualidad de la mujer! Vamos a contarla, ¡para que se dé! Para que se produzca!…porque si tienes el imaginario, sucederá!!

T: ¡Totalmente! Y entonces hasta te pediste la excelencia del trabajo, para que toda esa historia pudiera y llegar a ser contada. Porque además tú, rebelde de naturaleza, siempre te has resistido a formar parte del circuito de becas y premios del arte, no quieres someter los ritmos de tu práctica artística.

Llevas 24 años trabajando en el Raval dando las clases de dibujo libre. Y esa pasión que yo veo en ti cuando hablas de tus alumnas, que es muy importante que encuentren sus propias representaciones y el animarles, y tú también estás haciendo esto a través de tu práctica.

C: Es que tienes que buscar por dentro, que es lo que verdaderamente te inquieta…que es lo que necesitas hacer y que es lo que te preocupa hacer, políticamente. Porque el mundo está lleno de imágenes! Y vamos a añadir unas más… Ser artista es ser responsable de lo que haces, no es solo con tu necesidad, sino con la necesidad que observas en la sociedad.

En esta revolución pictórica en la que estaba, sabiendo que no iba a tener unos tiempos como otras veces…Y como ya se habían abierto muchas puertas, con esto de las urgencias y de las responsabilidades con las imágenes que  nos importan, era dar con las “esta tiene que salir si o sí”

T: Es que si ya es muy bestia la pintura en sí misma, lo de enfrentarse a un espacio como la Capella, a sus dimensiones y sus tiempos, creo que es algo que solo puede entender quien ha pasado por ahí…

C: todo el mundo diciendo que qué difícil la arquitectura de la Capella, y a mi desde el principio, con las piedras… que me parecen bastante cálidas, pensaba siempre que me acaricia la piedra. Me resultaba algo muy acogedor. Mucho más suave, y que le puedes dar esa transformación y llevar la arquitectura al barro y poder modelarla, que ha sido motor energético con el que nos hemos planteado solucionar la instalación de las pinturas. Al final todo viene del mineral, porque el guache es eso, mineral diluido en goma laca, y todo vuelve ahí.

T: Aun así, en este fluir constante y en esto circular para evitar las jerarquías, la exposición se quedó con el título original: “Cabrita se convierte en mochuela”…ja, ja, ja- “¡Ay!!¡perdona!!¡ Cabra!! no cabrita, ¿no?

C: ¡JA, JAJ, JA, JA, JAJ, AJ! Cabra, cabra! Cabrita le llamamos nosotras de forma cariñosa.

Realmente la cabra es la primera imagen. la primera transformación.

La cabra al estar muerta ya no le importa arrancarse una pierna (cosa que no harías si estás viva); Pero, ya muerta, es como…Venga! ¿Por qué no? Como las grandes historias de las óperas…”puedo con todo!!”.

Y SE ARRANCA UNA PIERNA.

Con la pierna se construye una rueda ( la rueda del viaje), y a mitad de construirse la rueda, que es este círculo, la rueda se convierte en flor y ya, se pone a volar.

Amanda vino un día al estudio y dijo:….”¡¡ah!! Es el clítoris!!” Y yo, pensé “Ah! Pues sí!”

Y eso sí que me importaba desde el principio, el cómo empieza y el cómo acaba. Porque es desde donde te sitúas, el “como miras las cosas y desde donde”. Entras desde el cuerpo de la mujer que está tumbada, que esta leyendo otro cuerpo. Y entonces el “qué cuerpo hay que leer?”, el “que libro hay que leer? “ Y está abriendo con sus dedos, otro cuerpo, otro texto…

T: Me parece curioso, que justo las dos imágenes, tanto la de “mi amiga Petra” que abre la exposición como, cabra,  que la cierra, sean precisamente las dos que vienen de fotografías que tienen relación con gente muy cercana a ti.

C: ¡Sí! La imagen de la cabra me la pasó mi amigo Emilio, que es de Ayora. Es una cabra que está muerta; no una muerte por caza, sino por accidente, que es como mueren la mayoría de los animales que mueren en el campo, por accidente. Y como no hay otros animales que les cuiden, (porque eso no sucede en el mundo animal), buscan un sitio en el que morir tranquilas.

Y él hizo esta foto, que está hecha así como con una inclinación…para que el cielo quede en una esquina y no se vea la sangre. Y entonces, parece que todo vaya a girar, y me sentí superrepresentada cuando vi la cabra. Me dije “¡Buah!, va a cambiar todo”. Es como si toda la imagen fuera un: TODO VA A CAMBIAR, TODO VA A GIRAR.

T: Me encanta eso que sucede, cuando estás viendo tu exposición, y te das cuenta de que los cuernos y las patas de la cabra se han despegado de la pintura y se encuentran revoloteando por el espacio convertidas en besitos y caricias.

Recuerdo que ya, muy hacia el final del proceso, me dijiste que ya sabias como contestar cuando alguien te preguntara que estabas preparando para la Capella. Dijiste que dirías que harías una exposición de pintura figurativa

C : Empoderamiento de la representación pictórica, si, ya lo puse así en el proyecto. Me lo pensé mucho, el si ponerlo o no, y al final dije  “por supuesto!”.

T: Y eso me lleva a pensar en azul carne. Cuando dudabas si recuperar esta pintura que ya habías hecho en Halfhouse. No estabas segura si funcionaría porque no había representación de la figura humana. Y al final está ahí y de hecho, fue una de las primeras pinturas que se colocó y prácticamente la única que no se movió ni un centímetro en todo el montaje.

C: Siiiiii!!!, es que ES DE CARNE!, se llama azul carne por esto!. Ya se llamaba así en ese momento porque es muy visceral, es como un tejido. No es como un paisaje, es realmente un cuerpo, como si se hubiera convertido ya en carne, en pierna, en barriga y es como: “soy todas estas cosas, soy la cueva, soy la montaña, soy el tronco, soy las alas…Me veía ahí!”

T: ¿Ah? Porque tú te ves representada ahí?

Carmen: Sí!

Bueno, es que es una zona del pueblo que encontré paseando después de pandemia y de una época muy dura de mi vida…Descubrí ese paisaje con florecillas que no había visto desde que tenia 7 años. Había esa relación con la naturaleza, es una zona furtiva, salvaje,  no se llega con asfalto, ni se llega en coche…hay que liarse un poco, no es muy difícil de acceder, pero tienes que hacer un poco de campo a través… se llama la rambla,..una zona de la montaña hacia donde van todas las aguas, y a veces se queda seca. Es un paisaje de mi pueblo que ha sido la localización inspiradora de muchas de las representaciones.

Lo saqué a mitad de verano, como dices,  sin saber si iba a funcionar. porque…esa tristeza que tiene azul carne…está ahí la luz de la oscuridad, es un paisaje muy profundo, con mucho detalle, y también de mucha libertad ….No sabía si iba a quedar bien con esa vitalidad…

T: ¡Es supervital esa pintura!!

C: Sí, sí!,…supervital!! además, estas navidades, me di cuenta, que la zona esa de las algas era la ciempiesa!!

T: GUAAAAAAUU!!!!LA CIEMPIESA !??!?!?!NO ME HABÍAS DICHO ESO!!!!!!

C: Es que me di cuenta ahora en navidades..está la zona de las algas, luego el agua, luego la tierra y es totalmente esa estructura, es exactamente igual, no era consciente…paseaba por ahí y en esa  época estaba haciendo el trayecto inverso. En ese momento estaba haciendo muchas cosas del revés, como dandole la vuelta, como a la tortuga, “coges la tortuga y le das la vuelta para ver como es ese dibujo que tiene debajo”, y entonces me encontré una y pensé “a ver si le puedo dar la vuelta” Como, mirar las cosas por debajo, que es un poco lo que tenemos que hacer las mujeres para vernos el coño! tienes que hacer una pirueta increíble, no?!?!? el espejito, levantas la pata…

Es algo propio de la sexualidad de la mujer, que no lo ves si te miras al espejo de frente, es algo que tienes que levantar la pata y hacer algo, mirarlo por abajo. Eso pasa también en la exposición. Es como que le das la vuelta, del derecho y del revés: Vamos a verlo por todos lados!

T: A mí algo que me parece muy bonito que sucede ahí, justo en azul carne, es ese cambio de densidad cuando atraviesas las pinturas, que empiezas a ver los verdes del agua y de repente se te aparecen esos pies flotando a la altura de tu mirada y tu estás sumergido y ves hacer esas manitas con los pies (esos piecitos vaya jajajajá), y cruzas y puedes llegar a formar parte de ese momento, como cuando pillas a alguien dándose un beso furtivo, y sientes como que eso sucede para ti y en ese momento…y todos estos besitos flotando, ahí es donde para mi sucede esa cosa de la densidad, y aunque ves como están suspendidos, sientes esa sensación de volatilidad que es muy difícil de entender el peso real de las cosas.

C: Es que estamos ahí con las bañistas, y el agua es fundamental en la exposición, porque hay bastante agua representada, o fluyendo entre unas cosas y las otras. Está el aire, está el agua, están los fluidos…Elementos que permiten los cambios, y estamos apostando por esas transformaciones.

¿Y qué pasaba ya en el estudio? la imagen pequeña interrumpía el formato grande; ahí ya estaba convencida de que quería eso, esa interrupción, ese movimiento y ese tránsito. Lo ves de cerca, lo ves de lejos. Funciona de una manera, funciona de otra, y según eliges tu punto de vista todo BRUMMBBBB BRRUUNNNG…Se va transformando. Te dejas llevar o te elige a ti aquello. Eso me ha pasado bastante, que me siento viajada, y no viajera.

T: Y con esto, y ya que la has nombrado antes, supongo que ha llegado el momento de entrar en la ciempiesa…Es como que no me imagino esta exposición sin esa pintura…No se, no digo que me parezca que es la clave, pero…

C: No, no es la clave, porque no hay clave, pero está lo circular,… esta es fundamental, sino sería otra exposición.

T: En esta pintura es en la que aparece el sexo de un modo más explicito, es la que sexualiza al resto, como que al colocarla tumbada en el centro todas las demás subieron de tono y se pavonearon y se iluminó la sala, como si se les hubieran subido a todas los colores..

Carmen:🙈 es la conclusión total, es la orgía, los cuerpos están enteros, no son parte. Es la realización de la sexualidad de la mujer.

Quería esta visibilidad de un cuerpo que entra en otro cuerpo. Porque es la relación de amor, de esa sinceridad, de esa confianza. La relación sexual es compartir la intimidad, es como si fuéramos transparentes.

Es todas las veces que acariciamos, que nos besamos, que nuestros cuerpos se funden…como en ese infinito beso, infinita caricia con la que nos relacionamos las chicas. Estamos unidas, nos sujetamos muy bien entre nosotras, haciendo el círculo que va desde la primera a la última. Aunque no podía verla entera cuándo la estaba haciendo…No sé ni como la he hecho, la verdad.

T: ¡¿¿¡pueeees… jajaja!! , yo si recuerdo como la hiciste. Y de esto creo que me gustaría que habláramos.

C: Aparece este boceto mientras estaba haciendo otra exposición, “aparato digestivo”. y ya pensé que era una buena idea. pero vi que no tenía el tiempo, y la guardé…Pero al empezar con “C abra se convierte en mochuela”, volví a sacarla. No sabía cuántas chicas necesitaba…5, …7…10?¡¿? No sabía el número, pero la cosa te pedía historia. de que somos importantes, de que somos un grupo, SOMOS MUCHAS!!!

Entonces ya encajé dos o tres directamente en el rollo de papel, y pinté un poco..una rodilla, creo… Y entonces ya pasó lo del rojo en la rodilla y la punta de un pie y ahí ya dije…que bonito! sí, la hago.

Eso me preocupaba mucho, como iba a hacer la cópula entre mujeres, como entra una en el cuerpo de la otra, es el beso, es el comer, es atravesar, si era parto, o si se transparentaba. El tacto era fundamental, entre las manos, las piernas, la rodilla …Porque es la relación de amor, de esa sinceridad, de esa confianza es la relación sexual. Compartir la intimidad, ser transparentes.

T: ¡Venga Carmen, saca el cíborg!

C: Y salgo del estudio cansada, como mareada. Y había llovido. Cojo la bici, y había una eléctrica, una Blue trip y me pego un supertortazo con la bici. No es muy complicado pero me doy con la cabeza al caer contra una farola y pierdo la conciencia, y cuando me despierto…estoy mojada por el charco, rodeada de gente, con la policía, las ambulancias, el vestido amarillo nuevo que estaba tan chulísimo y supersexy y se mancha y quedan ya los restos de todo aquello,

T: Hablábamos antes de la necesidad de pintar un cuerpo dentro de otro cuerpo y es entonces como si en realidad la ciempiesa se hubiera metido dentro tuya.

C: Es que así me sentí en el hospital! Me llevan ahí, me tengo que quedar en horizontal..y hasta que me hacen las pruebas de tac, tengo que estar quieta mucho tiempo y yo que pienso “Ahí estás! Eres tú”, como que se me mete por el cuerpo y se desplaza dentro de mí en plan “Venga! Píntame!!” Y yo pienso que “por favor que en el tac salga que puedo seguir pintándola. Que no me quedaré hospitalizada”, y entonces sale el tac i sí..pude salir en pocas horas. Pero me tengo que quedar tumbada dos días con los ojos supermorados, violeta por toda la cara, morado y una hinchazón, y eso se fue repartiendo por toda la cara, los verdes , también rojos, morados, con puntos amarillentos, me bajó por todo el cuello.

T: Un buen chupetón que te metió!

C: una cosa gigantesca que la ciempiesa me haya pegado un chupetón

T: ¡Te comió entera!

C: Enteramente. Por arriba y por abajo. Es que es una pieza, muy de “haz conmigo lo que quieras!”

Lo que yo le pido al arte. ¡Venga! Cueste lo que cueste, los calores, los colores, estar dentro del viaje y ya no decides nada.

T: Bueno, no decides, no decides…es una conversación, ya estáis de superamigas con el proyecto y no hace falta negociar mucho, ya entiendes todo…

C: bueno sí, ya estás a duo ahí PIM PAM!!!

T: ¿Quien dice qué? ¿No?

C: Y a las dos semanas ya vuelvo al pueblo, fue el 2o de los 3 viajes iniciáticos , y aunque me decía “no pintes ná”, venía de esa preocupación de un cuerpo entra en otro cuerpo, así que fue el viaje de la carne y” ¿Que pasa? Que le tocas la mano a una chica, y imagínate que llegas al codo!! Ahí ya estás muy excitada…

Y si estás en el baño, estás con mas chicas…donde voy a bañarme? A esta zona furtiva que me encanta que pone prohibido bañarse, y está ahí todo el pueblo bañándose, que es como una irreverencia constante…

T: Pero, lo del prohibido bañarse? El grafiti lo hiciste tú, ¿no?!?

C: ¡¡Nooooo!!!!

T: ¡¿Seguroooo?!?!?!?!

C: Pero como lo voy a hacer yo???!?!!? Que nooo!!que lo pone!! Lo pensabas así de verdad?!???!!?

T: JAJAJAJAJÁ pues siii, lo vi, clarísimo..como si te viera, en bañador, con el pitillo en una mano y el spray en la otra, el agua hasta las rodillas y ahí…taca-taca-taca…Prohibido bañarse ala! Y me quedo bien a gusto…jajajá.

C: ¡Que sí, que lo poneeee!! Que lo pone en varios sitios….Y también hay el de “comételo con patatas” que te mandé también la foto jajajajja

T: otro que has hecho tu!!

C: que ya estaba hecho!! Yo solo le hice la foto, en plan…El statement…El hilo conductor.

C+ T: jajajajajajajajajajjajajajajá

T: Es que la tipografía es como de guasa…

C: Las personas que lo han puesto, que serán los empleados del ayuntamiento o de la junta de regantes…saben que nadie lo va a cumplir!! Que es lo que me hace supergracia…QUE ESTÉ TAN PUESTO, Y TAN CLARO Y QUE ESTÉ TAN DESOBEDECIDO!!!

T: tengo un deseo…

C: a ver? Qué desea??

T: Es que como ya te dije un día de que hay mucha vedette en esta expo

deseo…Que las nombres a todas…,que tienen unos nombres preciosos…

C: a ver:

cabrita

la reina de la noche,

las bañistas,

la mujer tortuga…

Azul carne

la barbuda,

la ciempiesa barbuda,

mi amiga Petra,

chocho volador…

mochuela eran todas las pequeñas..

Las púberes. Las púberes se llamaron mucho tiempo “Julia y yo”…hacia mogollón de calor ese verano en la Escocesa, y en el patio, enfrente de mi estudio, ¿te acuerdas que había una piscina de no sé qué rodaje y la teníamos para meter los pies ?…Y ese día estábamos Julia y yo mojándonos los pies y entró Rob a mi estudio e hizo la foto desde ahí…y me gustó cantidad todo eso…que Rob tuviera la confianza de entrar, la toma, la escena, la luz…Pero luego, como las piernas pasaron de negros a verdes, sus tránsitos de luz y de vida, de me voy al estudio a ver q pasa, a la aventura… pues ya eran las púberes…porque cogieron estas formas así de estas edades, en las que empiezan las dudas: ”¿la toco?… ¿no la toco?… ¿qué tengo que tocar?” que estas ahí con un mareo gigantesco y piensas “¿a ver.. Algún día todo este mareo se convertirá en otra cosa, no?”

T: ¡¡SI QUIERO!!

C: Si quiero, SI QUIEEEROOOO!!!!Nos queda este cuuulooo, este culo pancarta!!! Los arcos….

Toni: culo-teta…

Carmen: ¡¡¡SÍ, SÍ, SÍ, SÍ!!!!!

Si quiero placer, si quiero, sexualidad, si quiero disfrutar de mi cuerpo

T: ¡Si quiero! Y tú quieres, quiee-rees!! Recuerdo aquel momento, durante el montaje, cuando estaban Sinead, Amanda y Marc. Tu querías ver como colocar la tríada bañista, un círculo, una invocación de brujas decías, y agarraste dos de ellas, una en cada brazo, cada pintura una ala y estabas allí pletórica, y agitando los brazos, alzaste vuelo y levitando te transformaste en mochuela orgullosa <3<3

Bru-tal jovencita eres una genia! <3<3<3

 

 

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La exposición Cabra se convierte en mochuela de Carmen de Ayora se puede visitar hasta el 9 de abril en el Espai Capella

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Carolina Campos: «Detrás de toda estética siempre hay una ética»

Carolina Campos y Márcia Lança estrenan Es solo un día en La Capella el 30 de septiembre dentro del ciclo de Acciones en vivo de Barcelona Producción. Nos encontramos con Carolina para hablar sobre su trayectoria, sus modos de hacer y el trabajo junto con Márcia en una terraza del Raval, al costado de La Capella que también estrena andaduras como centro de arte bajo la dirección de David Armengol y su equipo curatorial, así como renovadas relaciones cómplices con el contexto artístico vinculado a Barcelona.

¿Cuál ha sido tu trayectoria antes y después de llegar a Barcelona? 

Soy de Brasil y allí trabajé con compañías como la de Lia Rodrigues, con quien estuve colaborando cuatro años. En 2012 me mudé a Portugal para hacer una residencia en Atelier Real y me quedé siete años. Mi formación y mis primeras experiencias fueron entonces con la danza, y después con João Fiadeiro en el Atelier Real me centré en la investigación de la Composición en Tiempo Real (CTR). En Portugal también hice muchos acompañamientos y participé como performer en obras de otras coreógrafas como Vera Mantero, Cláudia Dias… En 2019 vine a Barcelona a cursar el Programa de Estudios Independientes (PEI) en el MACBA, y lo primero que hice fue una residencia en La Caldera. Entonces empecé a vivir y trabajar entre Barcelona y Lisboa, ya que sigo vinculada al grupo que se formó alrededor del Atelier Real. Aquí además de La Caldera he pasado por Graner, La Escocesa, con los Nyamnyam he colaborado en varias ocasiones, ahora voy a presentar en La Capella…

¿Cómo describirías tu práctica? ¿Cómo son tus modos de hacer?

La CTR influyó mucho mi visión sobre cómo las cosas funcionan en escena y se ponen en relación. Desde siempre me interesaron los cómos más que los qués, también por mi trabajo en los acompañamientos de los procesos de otras artistas. Detrás de toda estética siempre hay una ética. De lo que hablamos viene determinado por la manera con la que nos ponemos en relación con los materiales. Esto a veces parece separado, tampoco consiste en eliminar el qué, pero es importante entender cómo las cosas operan.  

Mis herramientas tienen que ver sobre todo con la CTR, que es una metodología de improvisación y composición que no sólo se circunscribe al tiempo real si no que funciona a largo plazo. Ello te permite observar qué es lo que opera en cada decisión que se toma. Es una manera de pensar.

Muchas personas habéis trabajado alrededor de la CTR, pero entiendo que cada persona la aplica a su manera y en función del momento. ¿Cuál es tu manera de relacionarte con la CTR?

La CTR no es una herramienta universal. Eso sería totalitario. Son estrategias que a veces me ayudan, pero que en otras ocasiones tengo que dejarlas de lado, sobre todo cuando hago acompañamientos y participo de otras lógicas. Por ejemplo, cuando trabajo con Márcia Lança, las dos hemos pasado por la CTR, tenemos ese background y no necesitamos hablar de ello. ¿Cómo trabajamos con la CTR? Respetamos el tiempo de los materiales, no imponemos deseos personales, etc.. También es muy útil para trabajar en colectivo, ya que permite retroceder como sujeto y dejar que las cosas que pasan nos informen. 

Ahora mismo te encuentras haciendo una investigación en Graner sobre el acompañamiento en el procesos de creación de otras artistas, ¿cómo entiendes dicha labor? 

Mi práctica en el acompañamiento pasa por entender que escuchar es algo activo y cuáles son las dosis adecuadas de dejar hacer y de intervenir. Es una práctica muy situada. Es imposible describir cómo funcionan los procesos de creación. Así que en mi investigación el acompañamiento sería una paradoja: cuanto más funciona menos visible es. Si todo va bien, mi trabajo es invisible. 

Quiero compartir mis herramientas con otras personas pero a la vez son específicas para cada proyecto. Volmir Cordeiro me está ayudando en esta investigación, y desde fuera él ve claro que para ciertos procesos con ciertas personas me funciona algo que igual no me sirve con otras. Acompañar sería todo lo contrario a manifestar mi deseo como si fuera un coreógrafo frustrado, consiste en dar volumen a lo que está pasando o la persona quiere, también es imporantte gestionar las crisis y lo personal… La palabra cuidados está muy gastada, pero creo que responde bien a lo que hago. 

Atelier Real durante DES|OCUPAÇÃO, el evento de cierre del espacio ©Mauro Soares

En los últimos años de Atelier Real, cerró sus puertas en 2019, se formó un grupo de artistas que hoy continuais vinculadas. Desde el propio João Fiadeiro, Daniel Pizamiglio, Adaline Anobile, Julián Pacomio, Leticia Skrycky, Ivan Haidar, Márcia Lança… y muchas otras personas. ¿Cómo te influye el paso por Atelier Real tanto profesional como personalmente?  

El paso por la compañía de Lia Rodriguez y por Ateliar Real son fundamentales para mí. Sobre todo la relación entre ellas. Maneras supuestamente opuestas (João se ha pasado su vida sistemandizando una metodología y Lia hace piezas) pero que tienen las mismas preguntas… cómo ubicarse en un lugar, cómo trabajar con otras personas…

Sobre el grupo que se formó alrededor de Atelier Real, nos gusta pensarlo como un colectivo que se expande en el tiempo y en el espacio. No es viable sostenerlo ni económica ni vitalmente porque todos vivimos locos de residencia en residencia. Hacemos la broma de que tenemos la misma lágrima. Una vez más, las preguntas son las mismas. Al final, no solo tiene que ver con el mundo del trabajo, hay mucho afecto, mucha amistad. Nunca hemos trabajado todos juntos, pero sí que hay colaboraciones cruzadas todo el tiempo. 

¿Cómo empieza la relación con Márcia Lança que ahora desemboca en la presentación de Es solo un día en La Capella?

Con Márcia nos conocimos en 2015 en la primera obra que hicimos con João, O que fazer daqui para trás (Qué hacer de aquí para atrás), y a partir de ahí empezamos a colaborar. En 2017 creamos Nome, una obra juntas. Las dos tenemos una obsesión por inventar historias. Por ejemplo, tenemos una práctica de mirar una pared blanca y desde lo mínimo que hay ahí ponernos a relatar historias siempre en composición. En Nome hacíamos eso con fotografías que encontrábamos en la basura. Conectábamos imágenes y creábamos relatos. 

Durante el confinamiento yo estaba en la casa de mis padres en Brasil y Márcia en el interior de Portugal con su familia. Estábamos las dos locas y ella me dijo: “Tenemos que hacer algo, no puedo más, y además esta pieza no la verá nadie porque el mundo se va a acabar”. Así que abrimos un documento y empezamos a escribir a la distancia ciencia ficción porque era el momento que estábamos viviendo, pero también desde la experiencia de cada una dentro de casa. Yo trabajaba un tiempo en el documento y le decía a Márcia: “escribí”. Ella se tomaba un tiempo para contestar, y así seguimos tres meses. El primer texto es enorme. La regla era no hacer un cadáver exquisito, lo cual viene de la CTR, sino relacionarnos con la última propuesta de la otra. Así que fuimos entrando en una ficción compartida desde un principio. 

Carolina Campos y Márcia Lança en Ça va exploser ©Daniel Pizamiglio

A diferencia de procesos de investigación o de prácticas, al hablar de obras se suele explicar o abrir poco el trabajo en los ensayos y las metodologías o estrategias en donde se toman las decisiones que las erigen. ¿Cómo ha sido el proceso de creación de Es solo un día en sus diferentes fases y presentaciones? 

Primero quisimos espacializar lo que había pasado en el intercambio textual telemático. Pasamos por muchas fases, desechamos muchos materiales, como por ejemplo el traducir el texto en gestos o acciones. Así que volvimos a la escritura pero con acciones coreografiadas. Pusimos dos ordenadores en una mesa y vimos lo que pasaba. La escritura era improvisada pero poco a poco iba ganando espacio e íbamos haciendo acciones que influían en la escritura, que a su vez afectan a la acción… teníamos que preservar la intimidad de cada escribiendo pero las dos en el mismo lugar. Empezamos a proyectar el texto para abrir esa intimidad y tridimensionalizar el intercambio. 

Fue una gran crisis llegar a la honestidad de lo que queríamos hacer. Luego aparecen siempre los problemas cuando llegan invitaciones para mostrar, el dinero, y tienes que hacer una obra… eso es también el cómo. El dispositivo que supone una obra a veces te conduce a hacer cosas que no tienen que ver con lo que deseas. Incluso llegamos a pensar que esto no podía ser una obra, y todo bien. Pero creo que esta vez conseguimos volver a tiempo a nuestro deseo. 

¿Cuáles serían las diferencias para ti entre una práctica y una obra? ¿Cómo es el paso de una práctica a una obra? ¿Qué se gana y que se pierde? ¿Se puede conservar la naturaleza de una práctica en una obra?  

Es muy diferente compartir una práctica y hacer una pieza. La pieza responde a una invitación. La práctica no necesariamente está abierta a que accedan otras personas. Hacer la transición de una práctica a una pieza es el gran problema que veo normalmente en los acompañamientos. Hay cuestiones de ritmo o composición coreográfica que hacen que una práctica se pueda convertir en una pieza, pero en este trabajo creo que lo que hemos hecho es afinar muy bien los parámetros para que lo que pase sea una dramaturgia emergente. El primer intento fue una mala pieza. Íbamos en nuestra contra. Entonces aceptamos que íbamos a hacer una obra con todas sus convenciones, y que para ello debíamos diseñar las mejores condiciones para los materiales que trabajamos. Ahora mismo es una pieza que dura ocho horas, durante las cuales se crea una publicación sobre lo que ha pasado. Esto tiene que ver con conservar la naturaleza del escribir en tiempo real, de una forma situada, abriendo imaginarios y mundos posibles pero desde lo concreto, si no las acciones no tendrían sentido. 

Habláis de “imaginar juntas” y de “ficción especulativa” al referiros al vuestro trabajo en esta obra , ¿puedes contar algo más sobre estos términos? 

Las dos estábamos leyendo ciencia ficción en aquel momento. Nos gustaba escribir pensando en abrir otros mundos posibles, imágenes que vienen de otros lugares no visibles a partir o en relación a lo cotidiano, a lo concreto, a lo que está pasando, en este caso, en escena. Esas otras imágenes consisten en especular tiempos futuros y pasados, romper con las convenciones del relato lineal. 

Otro lado es un día en Espai Nyamnyam ©Iñaki Álvarez

¿Qué clase de relato se construye o deconstruye en Es solo un día

Lo primero es dar lugar a lo mínimo, al resto de las cosas. Esto está muy influenciado por el texto The Carrier Bag Theory of Fiction de Ursula K. Le Guin, que propone una teoría de la ficción donde revisa la historia no desde el héroe cazador y su arma, sino desde las bolsas y los contenedores. Es como mirar a una pared en blanco. Centrarnos en todo lo que no es central para el discurso. También están nuestros lenguajes. Yo hablo portugués de brasil y Márcia portugués de Portugal. Trabajamos mucho con el error, con el malentendido y el equívoco. Y ahora que lo vamos a hacer en portuñol. Nos ayuda no saber muy bien el idioma, escapamos del hablar correcto. Inventamos palabras sin saberlo.  

¿Qué relación hay en la obra entre texto y performatividad en este trabajo?

Intentamos escapar de la representación. De la misma manera que lo que Márcia escribe me abre para otros mundos, lo que Márcia hace también. Exiten dos planos de lenguaje en la obra, lo que hacemos y lo que escribimos. Son materias con cualidades distintas pero al mismo nivel. Materias con diferentes posibilidades de relación. Es composición en tiempo real.

Antes de llegar a La Capella habéis pasado por distintas residencias y presentaciones de los materiales, ¿cómo se ha ido transformando el trabajo?

De cómo lo presentamos en el ciclo Cartografías de Forum Dança a la segunda vez en el Si no vols pols no vinguis a l’era de Espai Nyamnyam cambió completamente. Ahora incluso le hemos cambiado el nombre, ya no se llama Otro lado es un día. En Nyamnyam encontramos el dispositivo de la pieza, también la idea de imprimir el texto que íbamos creando. Allí había una frescura por hacer en una nave en ese entorno. Los materiales eran los que teníamos a mano en el lugar. En Citemor tuvimos esa sensación terrible de siempre de poner en el escenario algo que había pasado en otro contexto. Como presentamos en el castillo de Montemor-o-Velho, parecía un escenario de concierto de rock con nosotras allí escribiendo. La escala del trabajo es siempre un tema. Fue muy bien pero nos llevamos preguntas, algo no correspondía con nuestro afecto. Luego también influyen siempre las condiciones de vida. Márcia tiene dos hijas, la temporada pasada hemos estado coordinando el PACAP en Lisboa, no hemos tenido tiempo de revisar y de ensayar mucho más, pero sí hemos afianzado el compromiso: cuando estamos, estamos, y no hace falta mucho trabajo previo. Ahora queremos estar más tiempo, por eso las ocho horas de performance. En ese momento es cuando las cosas van a pasar.   

Otro lado es un día en Citemor ©Susana Paiva

¿Qué vamos a ver en La Capella el 30 de septiembre? 

Vamos a hacer una performance que va a durar ocho horas. A cada hora saldrá publicada una parte de la publicación, y al final la publicación completa. La puerta estará abierta para que la gente pueda entrar y salir. Se verá cómo se construyen nuestros universos específicos en tiempo real. El espacio se irá desorganizando y organizando a través de nuestras acciones. El texto proyectado, sin partir de una temática en directo, irá tomando unas u otras direcciones a través de nuestra escritura en directo, de nuestra manera de estar juntas. 

¿Cómo ves el contexto escénico en Barcelona hoy?

Lo que más me gustó al llegar a Barcelona fue el hacer lo que hacemos fuera de la lógica de la producción y distribución de obras. En Portugal está muy organizado el trabajo en ese sentido. Tienes un proyecto, recibes un dinero del estado, estrenas, vendes la obra, las mueves y a empezar otra vez. Aquí yo recibí una beca de investigación, he participado en varios proyectos sobre compartir prácticas… y eso me parece muy enriquecedor y me encanta. Luego también, pero creo que esto es más en la relación Sudamérica-Europa, las temporalidades son asfixiantes. Estoy empezando a ver que el deseo de investigar queda mucho en la superficie porque hay dinero para dos semanas de una residencia, luego tienes que hacer otro trabajo, luego otro, y así todo el mundo acumula muchos proyectos a la vez. Y aquí de nuevo aparece el cómo. Cómo nos organizamos para no caer en los mismos formatos, para que las cosas nos parezcan tanto. 

Por otro lado, aunque haya una lógica más de investigación no tan centrada en la producción, también faltan los medios para hacer piezas. No lo entiendo muy bien aún. Me parece que hay una danza-danza que tiene los espacios y los medios, y luego otras personas más relacionadas con nuestras prácticas experimentales que andan siempre por ahí y no sobreviven. Para mí esa pregunta es central, ¿de qué vives? ¿cómo vives? Todavía sigo intentando comprender cómo la gente sobrevive aquí haciendo lo que hacemos. De todas formas, yo he tenido mucha suerte, otras muchas amigas y compañeras de profesión de Sudamérica al llegar a Europa tienen demasiadas dificultades.

Fernando Gandasegui

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