Jone San Martín llega a La Caldera el próximo viernes 19 y sábado 20 de julio para presentar dentro del Grec, Legítimo / Rezo un ejercicio que pretende compartir y hacer comprender, a la vez que disfrutar, de la técnica de trabajo de danza improvisada del coreógrafo William Forsythe, con el que la bailarina ha colaborado más de 20 años. La respalda una larga y consistente trayectoria que se relaciona con artistas como Nacho Duato, Jacopo Godani, Jan Lauwers, Jan Fabre o Jan Marteens.
Legítimo/Rezo es inicialmente un solo de danza que encargó el Mercat de les Flors a Jone San Martin con el objetivo de proponer un acercamiento al universo Forsythe, desde su perspectiva como integrante de la Compañía. Claire Verlet, encargada de la programación del Theatre de la Ville de Paris, vio la pieza y quiso programarla. Para encajar la propuesta en el teatro, le propuso adaptar la pieza juntando el solo con una conferencia que San Martín había presentado previamente, en el contexto de unas charlas en las que diversos bailarines compartían herramientas de creación de coreógrafos con los que habían trabajado. Jone fue la única en ponerle cuerpo a la transmisión de estos materiales, bailándolos. Posteriormente, con este formato, la propuesta se ha presentado en más de 30 ocasiones a nivell internacional.
Con motivo del estreno de la pieza doble en el Theatre de la Ville de París, la periodista Rosita Boisseau publicó un artículo detallado en Le Monde, que entre otras cosas, clarificaba:
La sonrisa y el buen humor de Jone San Martin evacúa toda nostalgia en esta pieza que parece más bien una conversación con el público. Una agradable sorpresa, ya que este pilar de la tropa de Forsythe no sonríe en sus espectáculos, generalmente duros y secos. Este placer de compartir, de hacer comprender, con vehemencia, la mecánica compleja de escritura e improvisación de ‘Bill’, como lo llaman sus amigos, pone en relevancia la búsqueda cotidiana del intérprete de una generosidad y un ardor emotivos. El talento para exponerse a si misma, rara vez mostrado anteriormente por Jone San Martín, a la que le gusta decir que su trabajo con Forsythe representa ‘la libertad y la creación desde hace más de veinte años’ y que su sitio está ‘en el estudio con sus amigos bailarines’, te golpea en los ojos.
Ser un ‘achivo vivo’ implica un destino terrible a la vez que bello. Desde el momento en que Jone San Martín se pone en movimiento, vemos Forsythe, habla naturalmente esta lengua gestual rota y explosiva de la cuál reconduce el vocabulario hacia nuevas frases inventadas en el momento. Ella se dice ‘tatuada, impresa’ por esta escritura, hasta los huesos. Está marcada hasta tal punto que sus pies se retuercen naturalmente hacia dentro como en las piezas recientes, muy torturadas, de Forsythe, y sus brazos vuelan y se alzan en todos los sentidos con una elegancia sideral.
Jone San Martin consigue el prodigio de clarificar el método Forsythe sin por ello, pasar cuentas a nadie. Muestra los caminos de este ’cuerpo inestable aunque controlado, que parece estar recogiéndose constantemente a si mismo, para sostenerse’ sin jamás resolver la ecuación de la escritura. El misterio de la creación, también el de la capacidad de invención personal del bailarín, imprescindible en Forsythe, persiste por y contra todo.
Coronando la conferencia bailada, su solo corto, cuyas líneas generales han sido dadas por el coreógrafo, atestiguan de todo esto. Lo que a veces toma un aura de danza poseída, desgarrada por múltiples deseos contradictorios, como si la intérprete ejecutara un gesto pensando en miles de otros; entrega a la vez, un retrato de Jone San Martín. Inspirada por una banda sonora extraña, que solo la bailarina percibe en sus auriculares. Se trata de la grabación de un programa de radio español en el que una mujer es víctima de un engaño y acaba comprando unos ojos; sobre la cual, Jone San Martín ha estado improvisando largamente, antes de finalizar su solo.
Esta distorsión, típica de Forstyhe, explica también una parte de la historia secreta de Jone San Martín. Con problemas de audición des de los 32 años, ha perfeccionado una técnica de atención particular que encaja totalmente con la obsesión de Forsythe. ‘Para mí, Legítimo/Rezo es realmente una manera de establecer comunicación con el público alrededor de lo que oigo, o no oigo, precisa. El público tampoco oye, pero percibe la situación particular en la que me encuentro. Al mismo tiempo le envío sonidos que hablan de lo que no puedo oír’. Esta dificultad, motor de creación y baza paradójica, hace de San Martín una antena vibrante de la escritura Forsythe que ‘trabaja sobre los malentendidos, dejando espacio al fracaso’.
*Artículo original extraído del periódico francés Le Monde, el 14 de septiembre del 2014.
Legítimo / Rezo se presentó también en Madrid en Teatros del Canal el 29 de abril de 2018 con motivo del Día Internacional de la Danza, para lo que se le encargó a Isabel de Naverán y Andrea Rodrigo escribir el programa de mano, del que compartimos un extracto:
Al entrar al teatro notamos que en ese espacio ya está sucediendo algo. Jone San Martín nos espera sentada en una butaca en el escenario. Y, mientras nos acomodamos, ella nos habla, planteando desde el inicio una situación aparentemente divulgativa y basada en el discurso hablado, que sin embargo sufrirá transformaciones al entrar en contacto con su propia materialidad oral y corporal.
¿Es posible una notación que dé cuenta de un movimiento en constante transformación? La pregunta inicial en torno a la posibilidad de una notación le lleva a configurar una situación en la que la explicación y el movimiento se entretejen. La respuesta a la que llega es que no es posible fijar en el espacio blanco del papel ningún trazo que dibuje esta danza y la capture, pues el punto a alcanzar se halla en constante movimiento, de manera que solo es posible llegar a él mediante métodos corporales específicos. En Legítimo/Rezo la danza no se manifiesta por dar forma o cuerpo a un texto o partitura previos. En su lugar, muestra cómo la bailarina alberga en su cuerpo una inscripción que cuenta con las palabras, recuerda con la memoria y ejecuta con los movimientos.
El método de notación en un trabajo así no se fundamenta en la escritura, sino en la lectura. Es una escritura que se hace a sí misma a través de la lectura o, más bien, en el momento de la lectura. Una suerte de “literatura física”, como la llama Forsythe, en la que los bailarines desarrollan una forma específica de escribir-leyéndose entre ellos, pues son la forma de un lenguaje que se articula en un espacio cambiante y en el que el tiempo es una variable que puede determinar la coreografía al completo.
Legítimo/Rezo muestra cómo la danza, entendida como lenguaje, es ante todo un ejercicio de escucha. Y no es casualidad que la escucha, entendida de forma figurativa o literal, sea uno de los intereses centrales de Jone San Martín. Ella trabaja con el sonido y a través del sonido en varias de sus piezas previas, en las que habitualmente es acompañada por alguien que, desde la técnica y composición del sonido, le envía estímulos para que ella, en directo, pueda reaccionar a ellos. Mantiene así la coreografía en un estado de viva atención, de alerta constante, y por tanto de escucha y de lectura, más que de escritura.
En cierta forma, Legítimo/Rezo no se ha presentado todavía en Barcelona como tal. La Caldera ha considerado necesario revisitar este legado de Forsythe y acercarlo al contexto local. Coincidiendo con la propuesta de laboratorio con Jone San Martín en julio dentro del Sporá Prógrama, y enmarcándose en el contexto del Festival Grec que para esta edición presenta una instalación de William Forsythe en el MNAC (White Bouncy Castle).
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