Cuando conocí a Lidia en una reunión encerrona en Can Felipa tuve inmediatas buenas vibras. Un par de semanas después al escucharla hablar de su infancia en un bar de Gracia tuve la certeza que algo bueno tenía que salir de ahí. Y no me equivocaba. Ahora tengo una nueva amiga con la que reírme y crear, conocí-descubrí a Martí que no para de sorprenderme y por si esto fuera poco tenemos una exposición-video-show-comosellame que de vez en cuando me hace viajar y conocer nuevas ciudades. Y si en el viaje va Sole muchísimo mejor.
Mil gracias Lidia.
Con el botón de rec-pausa de de mi movil grabé y «monté» este video con la expo que montamos en el Cas de Sevilla.