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Escribimos esta nota para informarles que los dos asados de Extraños mares arden que íbamos a hacer este fin de semana en el Museo del Chopo de CDMX quedan anulados. En cambio, las 2 funciones en el foro de jueves y viernes continúan adelante.

Para nosotras era muy importante tal como están las cosas luego del sismo de hace una semana, poder juntarnos alrededor de una mesa, vernos, comer y beber juntas y charlar. Como alguien dijo por ahí “el teatro sigue siendo uno de los últimos reductos del arte posibles donde hacer comunidad”, y seguramente esta vez esa comunidad devendría en familia. Pero el terremoto nos superó, como a tantas y tantos.

Los diversos problemas logísticos hacen imposible que el museo y la UNAM puedan asumir los dos asados. Y nosotras, pese a la pena y al “bajón”, asumimos como nuestra su decisión.

Por otro lado, no está demás decir que se nos hace muy difícil seguir con las funciones y retomar nuestra vida que ya no es normal cuando nuestros amigos y nuestra familia mexicana siguen sacando escombros, repartiendo comida o yendo a dejar medicamentos en sus bicicletas, pero para nosotros, extranjeros en una tierra que asumimos como nuestra hace ya tiempo, es nuestra forma de sumar nuestros cuerpos a la campaña “El Teatro está de pie”.

Como dijo el otro día un limpiabotas de La Roma: “La tierra nos ha recordado que está viva y que no la cuidamos lo suficiente”.

Os esperamos.

Seguimos.

Laida, Txalo, Lur, Cristobal y Edu.

PS: Las entradas de las funciones consistirán en materiales para los centros de acopio de la colonia donde está el Museo. Os informaremos más al respecto.

Extrañas Comidas Arden – NyamNyam

MESA, MANTEL, COMIDA Y MEMORIA.

Este miércoles y jueves desplazamos Atacama hasta PobleNou.

Una comida documental sobre la relación entre la industria minera, la industria del arte contemporáneo y la familia que se enriqueció con ambas.

Quedan bastantes plazas. IMPRESCINDIBLE RESERVAR.

Nos vemos en Espai nyamnyam.

«He escrito desde el odio, pero nuestro deber es el amor»

Chile, mucho antes de ser un país fue un poema. Es el “Chile fértil provincia señalada/ en la región antártica famosa/ de remotas naciones respetada/ por fuerte, principal y poderosa”, de La Araucana de Alonso de Ercilla, ese soldado español que participó en la conquista y que después de declarar que no venía a cantarle al amor sino a la espada, vio en un territorio absolutamente desconocido, en el lugar más remoto del mundo, los bordes aún imaginarios de un país, uniendo para siempre nuestro destino con el destino de la poesía, de los grandes sueños y de sus encarnaciones concretas, pero también con las trazas de una violencia extrema anidada en el centro de nuestra historia.

 Soy un poeta chileno, soy un hijo de esa violencia y de esa delicadeza.

 Señora Presidenta de la República Michelle Bachelet. Señor Ministro de Cultura Ernesto Ottone. Señor Presidente de la Fundación Pablo Neruda. Autoridades, amigos queridos:

Agradezco este premio que lleva el nombre del más grande poeta de la historia de la lengua castellana, Pablo Neruda. Frente a su obra la sensación a menudo no es distinta a la que podemos experimentar mirando las cumbres de los Andes o la inmensidad del mar. Poemas como Galope muertoWalking Around o Alturas de Machu Picchu nos hacen pensar en esas dimensiones. En sus momentos más altos su poesía más que la creación de un autor se parece a un destino en cuya inexorabilidad están expresados todas las muertes, esperanzas, tragedias, sueños y despertares, de millones y millones de hombres y mujeres que han requerido de los poemas para completar sus existencias. Pablo Neruda al escribir su Canto General no sabía que ese libro iba a ser la prueba de que los pueblos que a través de él lo escribieron y que allí se mencionan, debían atravesar todavía otra “muerte general” –las nuevas dictaduras y su interminable secuela de asesinados y desaparecidos- dándoles a todas esas víctimas, a los oprimidos y marginados de nuestra historia la sanción póstuma de encontrar en la poesía la vida nueva que debía esperarlos y que no los esperaba.

Recibo entonces esta distinción con un sentimiento de gratitud pero también de dolor, de alegría y al mismo tiempo de tristeza, de orgullo y a la vez de vergüenza. La tarea no era escribir poemas ni pintar cuadros; la tarea era hacer de la vida una obra maestra y los restos triturados de esa tarea cubren la tierra como si fueran los escombros de una batalla atrozmente perdida. La poesía es la más alta creación humana, su fundamento es la celebración de la vida, pero ha tenido demasiadas veces que relatar la desgracia. Nada de lo que creí en mi juventud que sería el mundo ha sido el mundo, nada de lo que imaginé que sería Chile después del terrible paso de la dictadura es lo que ha sido Chile. Lo único bueno que nos enseñaron esos años feroces: ese compañerismo, esa lealtad, que nos hizo a tantos atravesar la noche un poco más guarecidos, mostrándonos en las situaciones más difíciles que la solidaridad era posible, que el amor era posible, fue lo primero que se olvidó y vimos surgir así un país atomizado por el neoliberalismo, insolidario con los más débiles, en muchos aspectos déspota con los más desposeídos.

A la poesía le concierne íntimamente ese fracaso, el estado de una sociedad no puede medirse por lo bien que están los que están bien; felices los felices, dice Borges en la sentencia final de su “Fragmentos de un evangelio apócrifo,” sino por lo mal que están los que están mal, y los que están mal están muy mal. La poesía debe bajar con ellos, debe descender junto a lo más dañado, a lo más tumefacto y herido para emprender desde allí, desde esas fosas de lo humano como quería el pequeño Rimbaud, el arduo camino a una nueva alegría, a una nueva esperanza, a un nuevo sueño, pero no a un sueño cualquiera, no a una esperanza débil, no a una alegría cautelosa, sino para que desde el hambre, desde los asilos de ancianos pobres, desde cada niño y niña violadas, desde las cárceles, desde los Sename de este mundo, emerja un sueño tan fuerte que de vuelta la realidad y nos muestre de nuevo los infinitos resplandores de esta tierra que aún nos ama.

Y nos ama, e increíblemente nos ama, pues habría bastado que la cordillera de los Andes se hubiera desplazado unos pocos kilómetros más al oeste o que el nivel del Pacífico hubiese subido unos metros, para que nada de esto hubiese existido. Sin embargo algo quiso que fuéramos, algo quiso que hubiese un pueblo más entre los otros pueblos, que hubiese un sueño más entre los otros sueños, que hubiese una voz más en la conversación general que todas las cosas mantienen con todas las cosas. Por razones que son misteriosas ese diálogo tomó en Chile la forma de la poesía.

La pregunta crucial que plantean los grandes poemas es: si los seres humanos son capaces de escribir el Cántico de todas las criaturas de San Fracisco, de pintar los retablos de Fra Angelico o la mujer con flores de Diego Rivera, si pueden ejecutar con zampoñas la música más profunda y bella del planeta; la música boliviana, ¿cómo puede entenderse que al mismo tiempo asesinen a otros seres humanos? Si la sobrecogedora voz de Isabel Aldunate cantó frente al país destrozado “El ayuno”, si Violeta Parra, sabiendo que se iba a matar, compuso ese himno que se llama “Gracias a la vida”, ¿cómo, con qué palabras puede explicarse que otros hayan hecho de los estadios mataderos de hombres? Si el poeta Robert Desnos, uno de los fundadores del surrealismo, cruzó los campos de exterminio, ejecutando, en las condiciones más infernales que se puedan concebir, el acto absolutamente delicado de corregir un poema de amor, ¿cómo pueden comprenderse las gasificaciones masivas, los hornos crematorios, Auschwitz? Un estudiante adicto al surrealismo, que había entrado con los partisanos checos, Josef Stuma, reconoció a Desnos entre los moribundos y recogió el poema. No contenía ninguna referencia a los campos ni a las circunstancias en que fue escrito. Era solo un poema de amor, pero precisamente porque era solo eso; un poema de amor en medio del infierno, constituye la denuncia más feroz que alguien haya hecho del horror del genocidio. El poema se llama “A la misteriosa”, y pone frente a la monstruosidad de Treblinka la imagen de un sueño. Lo leo:

Tanto soñé contigo que pierdes tu realidad.

¿Habrá tiempo para alcanzar ese cuerpo vivo y besar sobre esa boca

el nacimiento de la voz que quiero?

Tanto soñé contigo que mis brazos habituados a cruzarse sobre mi pecho

abrazan tu sombra, quizá ya no podrían adaptarse al contorno de tu

cuerpo.

Y frente a la existencia real de aquello que me obsesiona y me gobierna

desde hace días y años seguramente me transformaré en sombra.

Oh balances sentimentales.

Tanto soñé contigo que seguramente ya no podré despertar. Duermo de pie,

con mi cuerpo que se ofrece a todas las apariencias de la vida y del

amor y tú, la única que cuenta ahora para mí, más difícil me resultará

tocar tu frente y tus labios que los primeros labios y la primera frente

que encuentre.

Tanto soñé contigo, tanto caminé, hablé, me tendí al lado de tu sombra y de

tu fantasma que ya no me resta sino ser fantasma entre los fantasmas,

y cien veces más sombra que la sombra que siempre pasea

alegremente por el cuadrante solar de tu vida.

Opongo entonces la infinita devoción de ese poema, su insobornable pureza, a todas las crueldades de la historia, porque si la poesía de Robert Desnos no existiera, si el arte no existiera, probablemente la violencia sería la norma. Pero existe, y el solo hecho de que alguien en medio del holocausto, pudo escribir algo tan increíblemente bello como “Tanto soñé contigo que pierdes tu realidad”, hace que el crimen sea infinitamente más crimen y el asesino infinitamente más asesino.

Es lo que he tratado de mostrar en lo que he escrito. He imaginado en medio del terror de la dictadura sagas inacabables que se me borraban al amanecer, poemas alucinados donde el Pacífico flota suspendido sobre las cumbres de los Andes y donde el desierto de Atacama se eleva como un pájaro sobre el horizonte. Imaginar esos poemas fue mi forma de resistir, de no enloquecer, de no resignarme. Sentí que frente al dolor y al daño había que responder con un arte y una poesía que fuese más fuerte que el dolor y el daño que se nos estaba causando. No se trataba de lanzar andanadas de pequeños poemas de combate, sino de algo mucho más arrasado, más luminoso, más sordo y violento. Había que hablar de amor, pero para hablar de amor había que aprender a hablar de nuevo, comenzar desde cada letra, porque ninguno de los lenguajes que existían antes bastaban para dar cuenta de lo que había sucedido. Siento que los escombros de esos años están allí, en esos intentos, y que dictados por un deseo que nos sobrepasa, los poemas no son sino los sueños que sueña la tierra, los sueños con los que intenta lavarse del sufrimiento humano, y que uno no puede nada frente a eso sino apenas grabar unas pequeñas marcas, unos mínimos retazos que quizás sobrevivan al despertar.

Yo viví en Chile en los años de la dictadura y sobreviví a ella y a mi propia autodestrucción. El año 1975 después de un episodio humillante con unos soldados me acordé de la frase del evangelio de poner la otra mejilla y entonces fui y quemé la mía. No supe bien por qué lo hacía, pero allí comenzó algo. Recordé que de niño había visto un avión que volaba en círculos trazando con humo blanco el nombre de un jabón para lavar ropa e imaginé de golpe un poema escribiéndose en el cielo. Entendí entonces que aquello que se había iniciado en la máxima soledad y desesperación de un hombre que se quema la cara encerrado en un baño, debía concluir algún día con el vislumbre de la felicidad. Dos años más tarde pensé en una escritura sobre el desierto que solo pudiese ser vista desde lo alto. Solo diría “ni pena ni miedo”, y estaría surcando un país donde casi lo único que había era pena y miedo. Años más tarde vi la frase recortada sobre el desierto y, efectivamente, por su extensión solo se podía leer completa desde el cielo. Alguien reparó que el surco de las letras en la tierra se parecía al surco de la cicatriz en mi cara. Habían pasado dieciocho años y me sorprendió haber sobrevivido. Recibo esta distinción en nombre de nuestros ausentes.

Yo trabajo con mi vida y trato de que eso no sea una consigna. No porque mi vida tenga algo ejemplar, el diablo me libre de ser ejemplo de nada, sino porque creo que si podemos llegar al fondo de nosotros mismos, sin autocompasión ni falsa solidaridad, mirando nuestra zona de luz, nuestra sed de amor, pero también toda nuestra reserva de odio, violencia y de crimen, es posible que lleguemos al fondo de la humanidad entera. Creo que todo lo que puedo haber hecho está allí. He escrito desde un cuerpo que se dobla bajo los efectos del Parkinson, que se rigidiza, que tiembla, que se va para adelante y que cae y he encontrado hermosa mi enfermedad, he sentido que mis temblores son bellos, que mi dificultad para sostener estas hojas que ahora leo es bella. He escrito sobre ese cuerpo, sobre los dolores que les he causado a otros y los que yo mismo me he infligido, he grabado con fuego mis poemas sobre mi piel. Solo los enfermos, los débiles, los heridos, son capaces de crear obras maestras. Siento que he escrito desde una cierta irreparable desesperación y, a la vez, desde una incontenible alegría. Una alegría extraña porque es como si naciera de la dificultad de ser felices. Del encuentro de esos fantasmas nace mi escritura. La escritura es como las cenizas que quedan de un cuerpo quemado. Para escribir es preciso quemarse entero, consumirse hasta que no quede una brizna de músculo ni de huesos ni de carne. Es un sacrificio absoluto y al mismo tiempo es la suspensión de la muerte. Es algo concreto, cuando se escribe se suspende la vida y por ende se suspende también la muerte. Escribo porque es mi ejercicio privado de resurrección.

Decía al comienzo que esta tierra aún nos ama, todavía quiere verse en nosotros, todavía el mar, el desierto, las montañas, quieren mirarse en nuestras miradas, todavía el sonido de las rompientes y del viento quiere reconocerse en nuestros oídos, todavía sus estrellas quieren reflejarse en nuestros ojos. En sus momentos más felices mi poesía ha tratado de expresar ese amor de la tierra, no siempre ha sido así. He escrito desde la herida y del daño en un mundo herido, enfermo, sin compasión. He escrito desde el dolor, pero nuestro deber es la felicidad. He escrito desde el odio, pero nuestro deber es el amor.

Termino con el poema con que quisiera cerrar mi vida:

 

Entonces, aplastando la mejilla quemada

contra los ásperos granos de este suelo pedregoso

-como un buen sudamericano

alzaré por un minuto más mi cara hacia el cielo

llorando

porque yo que creí en la felicidad

habré vuelto a ver de nuevo las irrefutables estrellas

 

Te amo Paulina, tú eres las estrellas irrefutables de mi noche.

Atención: Golpe de estado

Via Isabel Ferreira.

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SE CONSUMA EL GOLPE DE ESTADO EN BRASIL

No por esperado resulta menos triste, lo podemos llamar de golpe, de farsa, de triunfo de la política más cínica…, la cuestión es que ayer se consumó uno de los procesos más kafkianos de nuestra historia reciente: el impeachment de Dilma Roussef.

En los últimos meses hemos acompañado con incredulidad la colosal irresponsabilidad de gran parte de la clase política y del sistema judicial de Brasil que no han dudado en colocar sus intereses por delante del bien común. Por otro lado, la manipulación mediática de las emociones puesta a su servicio, ha producido una polarización violentísima, un monstruo imprevisible que se les está escapando de las manos. Los daños de esta crisis provocada – en gran medida – artificialmente, son irreparables y seguirán repercutiendo en el país durante muchos tiempo y a varios niveles.

La mayoría del pueblo brasileño, ante la coyuntura política, se muestra a favor de convocar unas nuevas elecciones, pero el actual gobierno hará todo lo posible por mantenerse en el poder en los próximos dos años. Según las encuestas, caso realizarse nuevas elecciones, ganaría Lula. Esa es la razón por la que llevamos ya un tiempo oyendo en los medios acusaciones en contra del expresidente. El objetivo es claro: su inhabilitación para ejercer cargo político de manera que no se pueda presentar en 2018.

En los pocos días que llevo en Irunea he sentido la falta de información que existe en mi entorno en relación al golpe… y como apunta el querido Txalo Toloza, «es sintomático que desde aquí no tengamos más información que la dada por los grandes conglomerados brasileños o por el grupo Prisa»

Aquí van algunos datos que espero os sirvan para poder acompañar mejor los acontecimientos…(y disculpas por el portunhol).

ALGUNOS DATOS PARA ENTENDER EL CONTEXTO

El sistema presidencialista de Brasil, a diferencia del español que tiende a facilitar las mayorías parlamentarias, solo permite que se gobierne a través de coaliciones. El PT, como antes el PSDB, dependía para gobernar del apoyo del PMDB un partido sin programa político cuyo objetivo siempre fue estar en el gobierno, sea del color que sea, acumulando cargos – y por lo tanto poder – en todos los niveles.

En mayo de este año, el PMDB, con la burda excusa de una supuesta irregularidad fiscal, retira su apoyo al gobierno del PT obligand a Dilma a dejar la presidencia. El vicepresidente, Michael Temer, del PMDB asume como presidente interino.

Temer crea un equipo de gobierno formado por su totalidad por hombres blancos de la vieja élite política y empresarial. El nuevo gobierno, compuesto por auténticos gangsters (y no es una forma de hablar), inicia rápidamente el desmantelamiento de las políticas públicas puestas en marcha por el PT en los últimos 14 años.

LOS MOTIVOS DEL GOLPE

La debilidad del PT en el congreso: en las últimas elecciones el PT perdió 18 diputados. De los 513 diputados del congreso nacional, únicamente 70 son del PT.

La alianza de las bancadas BBB ( Boi, Bala y Biblia) que subieron su número de diputados en las últimas elecciones, y que juntos pasaron a dominar el congreso. El frente parlamentario de lobistas del buey-agronegocio-ganadería 101 diputados), el frente de diputados evangélicos 85-90 diputado).

La no aceptación del PSDB de Aecio Nieves de la derrota por cuarta vez ante el PT en las elecciones de 2014. En el mismo momento que Dilma gana las elecciones se inicia un proceso de acoso y derribo comenzando por la impugnación absurda de los resultados aduciendo fraude electoral.

Las prisas de la FIESP, Federación de las Industrias del Estado de São Paulo por aprovechar la crisis política para radicalizar su agenda neoliberal que tiene entre sus objetivos la vuelta de las grandes privatizaciones del sector público como por ejemplo la entrega de la riqueza petrolífera del pre-sal a las multinacionales.

La necesidad de detener la mega-investigación del Lavajato. Según se ha sabido por grabaciones filtradas en los medios, se intentó acelerar el juicio político contra Rousseff para detener la investigación por corrupción en la Petrobras que estaba alcanzando a grande parte de los diputados del PMDB. “(…) Tenemos que cambiar el Gobierno para frenar la sangría», palabras del exministro de Temer Jucá.

La falta de independencia del supremo tribunal de justicia.

La histórica concentración de los medios de comunicación en las manos de unas pocas familias de grandes empresarios. Imaginaros que todos nuestros periódicos de gran tirada y todas nuestras televisiones tuviesen la imparcialidad y transparencia de una TV economía o TV Madrid.

La figura siniestra del anterior presidente del Congreso y líder del PMDB y líder de la bancada evangélica Eduardo Cunha, una figura que dejaría a Frank Underwood en ridículo y que ha manejado durante largo tiempo los hilos del país en la sombra. Cunha fue acusado de graves crímenes fiscales, ante la falta de apoyo del PT en su defensa, retiró a su vez, su apoyo a Dilma precipitando su caída.

ALGUNAS INICIATIVAS DEL GOBIERNO DE TEMER EN SUS TRES MESES COMO PRESIDENTE INTERINO PARA QUE OS HAGAIS UNA IDEA DEL TAMANO DE LO QUE HAY EN JUEGO

(algunas son proyectos de leyes, otras enmiendas constitucionales, algunas ya únicamente pendientes de la aprobación del senado).

Revisión del estatuto del nascituro y del estatuto de la familia lo que significará un retroceso de décadas en los derechos de las mujeres, y en la diversidad sexual y de género por parte del frente de diputados evangélicos.

Por su parte, el frente de los diputados que forman el lobby de la industria armamentística (llamado de bancada de la bala) ha iniciado los trámites para revocar el estatuto de desarmamento o por lo menos flexibilizar los artículos de la constitución que regulam o uso, o porte ou a venda de armas; arlamentares ligados à indústria de armas la aceleración de la privatización de las cárceles siguiendo el modelo americano, bajada de la mayoría penal, etc.

En las 24 horas siguientes a la investidura de Temer se suprimió el ministerio de Cultura (aunque después tuvieron que dar marcha atrás), los ministerios de Desarrollo Agrario, Pensiones, Cultura y Ciencia y Tecnología, y las secretarias de Igualdad Racial y Derechos Humanos.

PEC 241 que congela los gastos públicos por 20 años.

Aprobación de ley que permite reducir el porcentaje del presupuesto público de los estados y municipios destinados a la salud (anteriormente 15%).

Proyecto de ley que acaba con la gratuidad de las universidades públicas y cursos de postgrado.

Proyecto que introduce cambios drásticos en la ley de los trabajadores.

Revisión de la ley que penaliza el trabajo esclavo.

Revisión del código forestal.

Proyecto de cancelación de la financiación de programas agrícolas ligados al movimiento sin tierra.

Proyecto de ley que abre concesiones a empresas extranjeras para explotación de la la riqueza petrolífera del pré-sal.

Proyecto de ley que flexibiliza la regulación de la minería en tierras indígenas y revisión de la ley de demarcación de las tierras indígenas.

Proyecto de ley llamado de “programa de Escuela sin partido” que impide a los profesores “usurpar el derecho de los padres a la educación moral y política de sus hijos”, impide el uso der conceptos como género, homofobia, educación sexual, etc.

Revisión del programa «Mi Vida, Mi Casa» programa que benefició a 23 millones de personas.

DE QUE SE ACUSA A DILMA

La figura del impeachment es una herramienta constitucional en Brasil, pero únicamente aplicable si el o la presidente cometen un crimen considerado grave.

La acusación formal contra Dilma es el «maquillaje» de los presupustos generales: se usan fondos de bancos públicos para cubrir gastos de los programas de gobierno y se retrasan los pagos de la deuda a conveniencia para dar un saldo más positivo. Esto, que llaman de pedalada fiscal, es una práctica frecuente usada por muchos gobiernos en el mundo, incluido otros presidentes de Brasil y ninguno de ellos ha sufrido ni una sola sanción por ello hasta el momento.

Dilma no tiene en su contra ninguna acusación por desvío o corrupción, al contrario del 60% de los integrantes del nuevo gobierno que la ha destituido.

Además, en un impeachment, lo normal sería la substitución en la presidencia por alguien de su mismo partido que seguiría aplicando, por tanto, el mismo programa de gobierno.

Resumiendo, se utiliza perversamente un acto que puede ser reprobable pero que no es considerado un acto criminal como excusa para su linchamiento político.

#ForaTemer #GolpedeestadoenBrasil