“Y en un escenario, como en una cancha de baloncesto, parece mentira pero al final se acaba por conocer a las personas y por comunicarse con ellas de una manera que puede que no sea posible de otro modo. Y yo ayer, más allá de cualquier otra consideración estética o crítica (me excita mucho la actitud estética que propone Txalo), de cualquier hallazgo relacionado con esto (la música del tío de Bach, Johann Christoph) o con lo otro (Sebastián Acebedo), abandoné la sala con la sensación de haber disfrutado de un acto de comunicación íntimo y sincero.”
Publicado por Rubén Ramos Nogueira en Tea-tron.com