Una tarde de primavera en Madrid. Una charla sincera con David Fernández. Las posturas se acercan, las ideas salen.
Él piensa un espectáculo.
Él se monta un espectáculo.
Idea brillante, controvertida, pero sin embargo muy apropiada para como están las cosas en esta ciudad.
Él no tiene deseo de intemporalidad, él tiene ganas de guerra.
Eso está bien.
En junio la veremos estrenarse. Más allá de compromisos, acción.
D.