Perón, el exiliado más importante amparado por el régimen, tuvo la desgracia de que Ava Gardner se instalara en el piso de arriba, en su casa de la calle Doctor Arce. La actriz había vivido entre el 55 y el 60 en un gran chalet de La Moraleja, La Bruja, cerca de sus amigos de la CIA. No tenía teléfono, y el aislamiento le daba la ilusión de que podía huir de sus problemas. Pero se hartó de aquello cuando La Moraleja se convirtió en una urba de familias americanas de la base de Torrejón.
Vendió La Bruja y se instaló en un espléndido dúplex de Doctor Arce.Y siguió con su costumbre de recoger noctámbulos y montar juergas de madrugada. Perón llegó a subir revólver en mano y con sus pistoleros, pero ella no se asustaba de nada.O la mataba, o se aguantaba. Encima Ava le vejaba, salía al balcón y gritaba: “¡Perón, cabrón!”, o le imitaba en plan de burla, porque le había visto ensayar discursos.
También perdió en su enfrentamiento con Ava, Blas Piñar, el guardián de las esencias franquistas. Piñar había sido director del Instituto de Cultura Hispánica, y en la Transición sería el jefe de la ultraderecha violenta y terrorista. Era notario y una vez se presentó en Doctor Arce con un requerimiento. La versión más legendaria dice que Ava le abrió la puerta absolutamente desnuda, lo que no es inverosímil, pues se exhibía sin pudor. Otra dice que abrió el secretario de la actriz, el caso es que le dieron a Blas Piñar con la puerta en las narices, y éste presentó una querella por desacato a funcionario público. Llamada de arriba y la querella, que en principio había prosperado en los tribunales, desestimada.
Juan Domingo Perón y Ava Gadner compartieron el condominio de Dr. Arce, 11 en los años 60. Yendo de camino al curro, paso cada mañana por ese lugar de cuyas historias ya nadie se acuerda y me imagino cruzándome con Frank Sinatra, saliendo del jardín tarifando con la diosa.
jajaja
Madrid ignoto… ignoto.
D.