¿Y todo ésto para qué? Salgo del María Guerrero después de ver Platonov.
Buenos intérpretes, muy mal dirigidos, se van quedando sin fuerza, sin réplica. Buen texto, pero la obra no me interesa nada, después de que en la fiesta educadamente le cortan las alas a un Platonov iracundo. Me pierdo en una escenografía que me sobra por todos los lados, y que me sobra más aún cuando sube y baja sin razón, como diciendo: ¡aquí estoy!
¿Pero, todo ésto para qué?
*¡Ah! Eso si en su web, tienen un videoblog, como aquel que hicieron en La Abadía con el montaje de Alex Rigola. Lo único interesante.
D.