Siempre he admirado la obra de Santiago Sierra. Incluso en la época que nos creíamos por encima del bien y del mal, y le tocaba llevarse su parte, sólo por trabajar dentro del contexto artístico, el cual nosotros repudíabamos…
El problema frente la mezquindad de rechazarle, es que es Santiago es muy bueno (recuerden lo de la Bienal de Venecia). Y sobre todo, es transgresor en el sentido que hay que serlo y como sólo nuestra lengua nos permite expresar: dando por el culo.
Ahora se ha puesto de nuevo a la tarea, y en sentido literal: Los penetrados.
D.
Debería llamarse «los penetradores» (o penetrados y penetradas), porque de todas las combinaciones posibles que había, sólo los hombres tenían el poder de penetrar. A mí se me propuso el tema (ya no recuerdo quien, puede que Alex Brahim o yo qué sé), me gustó la idea, pero cuando supe que ninguna de nosotras íbamos a penertarlos a ellos, o entre nosotras, se me quitaron las ganas a pesar de la pasta. Será muy buen artista, pero de gramática anda fatal.