Lo vi, te lo juro, estaba en el armario, mientras el perrillo degustaba la mermelada.
Sí, era increíble, surcaban el cielo, uno lanzaba los puños como misiles y la otra gritaba: ¡Pechos fuera!
Yo lo ví con mis propios ojos. Había una decoración de hotel algo kitsch, mesas, sillones, cuadros, ventanas donde se vía el perfil de la ciudad de Barcelona y una agradable iluminación. Si, y eran seis actores cojonudos, más el director que estaba allí, presente, pero no decía nada.
El texto cojonudo. Y de risa, te partías el ojete. Pero humor fino, muy catalán.
Yo le doy cinco estrellas.
Te lo juro.
Como la cerveza de Madrid.
Duques de Bergara Unplugged, en el Teatro Pradillo. Amable caricatura sobre nuestros prejuicios y pequeñas mentiras.
D.