Esperanza es el malo de Back to the future II: robó un almanaque deportivo del futuro y ahora su ciudad pueblerina tiene un megacasino. Me mola la parte del artículo en la que cuando el capo del casino pide liberalizar la ley de extranjería para su Las Vegas de extrarradio, ya te imaginas la trata de blancas. Y es que Esperanza y su Casino van a crear mucho empleo femenino en Madrid: barra americana, puticlub. Yo quiero hacer bodas a lo Elvis. Gracias Espe.
Mientras, un nuevo amanecer ha llegado: colas en los cines, colas en las cajas del Fnac, colas en las saunas… el mundo, al fin, es como lo sueña Rajoy. Qué vayan avisando a los antidisturbios: una sociedad sin megaupload, sin trabajo, ni dinero, … sólo con la TDT… Ahora si que se va a liar.