lo natural es odiarse, lo fácil es hacerse daño, todos lo hemos practicado, el puto daño, en eso todos somos igual de mezquinos, yo, tú, el otro, y el otro, iguales, completamente iguales, asquerosos, nauseabundos, repugnantes, ¿quién cojones se libra de su parte repugnante?, y una mierda, nadie, ni yo, ni tú, ni el otro, ni el otro de más allá, somos tan vulgares cuando hacemos daño, tan vulgares… ,nos parecemos tanto, todos, yo, tú, el otro y el otro… no nos libramos de la puta vulgaridad, repetimos frases que creemos únicas, pero proceden de una baba milenaria, la miserable sociedad de enemigos se basa en la humillación, queremos humillar porque nos sentimos humillados, es normal, hacemos daño para defendernos, todo eso está estudiado, medido, cuantificado, somos mosquitos que repetimos patrones absolutamente predecibles, somos tan insignificantes que nuestro comportamiento puede medirse, pronosticarse, cuando trabajé con ratas en la universidad me asombró la superioridad de las ratas sobre los humanos, somos repugnantes y vulgares, todos, ninguno de nosotros soportaría una mirada profunda a su propio interior, ninguno, ninguno pasaría el examen, todos somos inferiores, tremendamente inferiores, imperfectos, y frágiles, y débiles, y repugnantes, pataleamos en el triste cerco que nos impone el lenguaje
lo dificil es amar, eso sí es jodidamente dificil, ahí es donde nos diferenciamos, ahí es donde fracasamos
por eso nos dedicamos a hacer daño, a joder, porque sabemos que triunfamos, es fácil, fácil, y es normal
así que seguiremos jodiéndonos, por los siglos de los siglos, y todo el mundo, algún día, se olvidará de nosotros
suerte
Del blog de Angélica Lidell.
D.
no cabe deuda de ello
» Aprendiendo» de Jose luis Borges
(…)
el texto es muy largo , cuando el estaba ciego y su mujer le leía…
y dice , entre otras muchas cosas , con el tiempo te das cuenta que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado
con el tiempo aprendes que disculpar…cualquiera lo hace pero perdonar es solo de almas grandes
con el tiempo ….
un poco ñoño quizá, no lo niego pero purita realidad
Pingback: Puñaladas y metáforas | María Llopis
amar exige esfuerzo, la vie c´est pas du gateau, lo difícil es hacerlo bien, pensar bien, todos lo hemos practicado el bien, el maravilloso bien, nos elevamos, en eso nos parecemos todos, hacemos algo pensando hacerle bien a alguien y nos elevamos, yo, tú, y el otro, y el otro, iguales, completamente iguales, amables, generosos, honestos ¿quién no se siente más amando?, ole, todo dios está mejor tachado… y somos tan especiales cuando curamos, cuando no hacemos daño, tan especiales…, nos parecemos tanto, yo, tú, el otro y el otro…forma parte de nosotros lo de ser especiales, de pronto decimos algo valioso sin darnos cuenta, palabras de cuidado que proceden de un corazón milenario, la única forma de montar otra sociedad es basarla en el amor, podríamos amar y sentirnos amados, y para defendernos, todos, dejar de hacer daño, eso sería lo normal, no humillar ni ser humillado, tenemos que cantarlo, sentir que es necesario, debemos innovar y abandonar la lucha , no repetir patrones, estamos hechos de una materia no cuantificable, no es tan fácil medirnos, tan sólo hay que mirarse dentro muy profundo y demostrarlo, todos podemos hacerlo, todos, todos podemos pasar ese examen, somos mejores que nosotros mismos, tremendamente superiores, especiales, capaces, maravillosos, y fuertes y valientes, está en nuestra mano volver a nombrar las cosas…
…lo fácil, lo natural es odiarse, no tiene mérito ni requiere esfuerzo, es tonto y vulgar, es una putada vivir odiándose… esas victorias nos hacen pequeñitos, como moscas, predecibles, vulgares…
…por eso queremos amar, aunque tengamos que dejarnos la piel en el camino, aunque la piedra del fracaso amenace con lapidar nuestros corazones, es difícil, es difícil, ya, pero más puto es vivir en guerra permante…
…es hora de dejar de jodernos, sí, es hora de quitar a ese maldito yo de en medio, porque estorba
ánimo