Pastillas Rigola

Toma que toma, pastillas rigola.

 

Una escena de 'Días mejores'

 

(…)Aparte del aburrimiento, hay dos cosicas que me molestan de este espectáculo. Cosas de las que nunca se habla, porque todos vamos con prisa y somos muy modernos. Los disparos en escena, por ejemplo. En Inglaterra advierten: «Esta obra contiene luces estroboscópicas», por los epilépticos. «Y disparos», porque son un verdadero coñazo. Única ventaja: te despiertan. Es que crean tensión, dicen. Hombre, y descuartizar a un caniche en directo. Yo conté unos quince disparos. Son muchos. Buñuel se quedó sordo por uno solo, en el comedor de su casa. Ahí dejo el dato.

Segunda cosa: la paja en el ojo ajeno. Irene Escolar, nieta de Irene Gutiérrez Caba, se masturba, perniabierta, en un sofá. En primerísimo término. También ignoro si eso estaba en la obra original. Me parece tan ajeno a la función, tan añadido, como lo de pegar tiros: una forma espuria de llamar la atención del público. No sólo me parece machista: me parece denigrante. Por una razón muy sencilla. Si lo hace un tío, casi siempre es paródico. Y rapidito. Si lo hace una mujer, curiosamente, suele haber demora, recochineo: imposible no pensar que están intentando excitar al personal. A las pruebas me remito: Arnie se la casca al fondo, de espaldas al público. No es que me muera de ganas de ver a Lino Ferreira dándole al manubrio, pero todavía me gusta menos ver a una joven actriz haciéndose una paja a dos metros del público. No sé lo que opinará Irene Escolar. Igual no tiene ningún problema y son puñeterías de mi avanzada edad.

La crítica completa aquí


Hablando de Rigola…
D.

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3 Respuestas a Pastillas Rigola

  1. rubén dijo:

    Con lo de las luces para epilépticos no me meto. Yo también estoy a favor de la accesibilidad (y de las entradas baratas en un teatro público: 24 euros me parece que es como para desanimar a cualquiera a que vaya al teatro). Lo de los disparos no creo que sea para dejar a nadie sordo (al menos el día que yo los escuché) pero que se pronuncien los expertos. Pero lo de la «joven actriz haciéndose una paja a dos metros del público» me parece a mí que no son «puñeterías de» la avanzada edad de Marcos Ordóñez, que es quien firma esta crítica, sino mojigatería políticamente correcta. No creo que a Luis Buñuel (a quien cita Ordóñez), a una avanzada edad (que la tuvo), le hubiese molestado lo más mínimo. Por lo demás (me he leído el resto de la crítica), a mí también me gusta mucho más The Young Ones (y Aída, la de Tele5) pero no creo que los actores hagan mal su trabajo. Marcos Ordóñez sólo salva a Tomás Pozzi, que la verdad es que tiene un papel muy agradecido, pero tanto él como los demás me parece que se lo curran. Ese «puto» cada dos frases a mí no me suena mal. Suena mal cuando en las teleseries o en las pelis traducen el «fuck» inglés por «jodido» (últimamente ya no lo hacen,¿no?). Los chavales y yo (y muchos otros que no son chavales), en España, decimos «puto». A mí también me aburrió un poquillo la obra pero me aburre aún más Marcos Ordóñez. Sólo hay que leer lo que escribió sobre el «nuevo teatro» en aquel famoso especial de El País Semanal: http://www.elpais.com/articulo/portada/nuevo/teatro/elpepusoceps/20080316elpepspor_8/Tes . No sé si Marcos Ordóñez, dada su avanzada edad (según dice él), ha tenido alguna vez días mejores pero me parece a mí que si los tuvo, a este paso nunca más los tendrá. Por cierto, ni conozco ni soy amigo de ninguno de los que han trabajado en esta obra.

  2. juan martinez dijo:

    Al todopoderoso crítico de moda le molesta la escena en la que la actriz Irene Escolar se masturba a un par de metros del espectador por machista pero no tiene el menor pudor en afirmar que uno de los motivos que le animaban a ver el espectáculo EN LA CAMA era disfrutar del desnudo de María Esteve.Ay,rijosillo Ordoñez!

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