El parto
La Revuelta Obscena II fue como un parto. El parto doloroso y solitario de una criatura que luego parientes y conocidos acuden en masa a reconocer y admirar. A todos les pareció una monada.
En principio, nos faltó de todo, desde adaptadores y micros hasta manos dispuestas. Finalmente y gracias a Eva y Elías, el respetable apenas tuvo que aguantar un par de rasguños en los tímpanos. Nunca dijimos que el posporno fuera un lecho de rosas.
Eva, de Gender Jockeys, hizo la primera presentación con el estreno de una joyita poética y la vez sencilla, casi un haiku, Porn Ceremony. Luego Fran hizo lo que mejor sabe hacer, que es poner los puntos sobre las íes en cuestiones de políticas de difusión y otras leyes fascistas. El metraje de los actores de su largo nos dejó a algunxs asintiendo obedientemente durante un rato. Es lo que tienen los pollones de 12 cm. Eso hasta que, tras idas y vueltas, salió la Pornoterrorista, Diana Junyent. Qué bonito, qué maravilloso. No sabía hacia donde dirigir el objetivo de la cámara, si hacia Diana o hacia las fantásticas expresiones de horror y morbo que había entre los asistentes. Diana recitó todos sus grandes éxitos, hizo que Majo, de las Post Op alguna sorpresa del coño (y de paso aprovechó para que le haga un puñito rápido), arrancó un «¡Eres cojonuda!» de su padre, que encontraba entre el público y se dejó disciplinar por un ser que tan sólo con su actitud marcial y sus maneras chulescas me dejó sin habla (bienvenida a mis futuros sueños mojados, dj Sophie).Se echó de menos la garra y ganas de expresarse que lució el público de La Revuelta Obscena I. Pero dicen que a todos los hijos se les quiere por igual, aunque todos sabemos que no hay nada más falso.
Sólo queda agradecer a todos los artistas, a Lurdes e Ignasi de Off Limits y a los maravillosos padres de Diana J.
Quedan pendientes las Post Op y la resentación de su revista Piratte. Yo suspiro al menos por una sesión más de La Revuelta, será que soy masoquista…Y hablando de zurras dóminas y zorras sometidas, ¿alguien sabe cuándo es la próxima fiesta Clit Power?
PD. Yo, al día siguiente, rendí mi personalísimo homenaje a lo que acaba de acontecer en el escenario. Nunca en mi vida había tenido una menstruación tan dolorosa. Sangraba por todas partes, aullaba, gemía y volteaba los ojos como una posesa. Ahora que lo pienso era como un orgasmo, sólo que al revés. La próxima vez pongo a alguien a grabarlo y si hay Revuelta III, prometo proyectarlo.
D.