No somos el fuego / Antonio Fernández Lera

¿Cómo se inicia una nueva etapa?

¿Cuál es la acción fundacional?

La reapertura de Pradillo comenzó con una performance de Antonio Fernández Lera titulada “No somos el fuego”, en la que se quemaron cientos de fotos recortadas de periódicos, conservadas durante años para un fin desconocido que se concretó y llegó el 27 de abril de 2012.

18 años antes, en la misma sala Pradillo, Antonio Fernández Lera estrenaba “No somos el Viento” (Escena para pies de fotos), “una instalación escénica con apuntes de teatro y danza contra la guerra”, en la que cientos de fotos pegadas al muro de la sala, eran tomadas por los actores quienes leían los pies de página para arrojarlas después a la basura.

El gesto fundacional, se quiera o no, siempre se realiza sobre otro anterior, en este caso, sobre los residuos de un trabajo anterior, desde la memoria y el deseo de trazar un futuro. Durante una hora asistimos a la acción reiterativa que prendía fuego, una a una, a aquellas imágenes de archivo y de historias pasadas, nuestra historia pasada.

Esta acción, puesta en el primer lugar de una historia que comienza a ser escrita/experimentada, pero que también fue escrita/experimentada en otro tiempo, ocupa el lugar del vértice, el umbral que vislumbra el pasado y el futuro desde su propio tiempo, el contemporáneo.

Bajo estas circunstancias, lo relevante no era si la performance cumplía o no con las expectativas del público que asistía a una escena inaugural; si le decía algo o lo ahumaba, sino al lugar dentro de la historia en el que nos situaba. Un lugar anacrónico, que no se ajustaba del todo a un tiempo concreto, porque no coincidía exactamente con su presente. Y en ese sentido se trataba de una acción fundacional contemporánea, así como lo entiende Agamben, pues se definía por una relación singular con el propio tiempo, que adhiere a éste y a la vez toma su distancia. De esta manera se nos proponía no solo una simple acción de quemar recuerdos, sino de ver un presente y mantener la mirada fija en el.

Agamben, Giorgio: ¿Qué es ser contemporáneo?

http://www.ddooss.org/articulos/textos/Giorgio_Agamben.htm

CUIDAR EL FUEGO / Implicarse

 

En el texto publicado en la web que introduce las jornadas de apertura que comienzan este viernes 27 de abril en teatro Pradillo (http://teatropradillo.com/programacion/jornadas-de-apertura/), se plantea que Cuidar el fuego puede servir de metáfora de aquello que es necesario mantener vivo entre todos. Si pensamos en fuego imaginamos a un grupo de personas en torno a una hoguera. Si pensamos que también puede ser metáfora de la primera práctica de supervivencia aprendida por el hombre, imaginamos a unos y otros colaborando por el bien común.

La renovación de los espacios entendidos como ámbitos de relaciones, es una dinámica endémica de las sociedades así como su entropía y transformación. Reunirnos con alguien implica la creación de un espacio común que, aunque efímero, pasa a formar parte de un sistema mayor de relaciones. Son necesarios en la medida en que sin ellos la sociedad perdería parte las articulaciones que mantienen la elasticidad de lo social. Cuando se crea un nuevo espacio como el proyecto Pradillo o este blog -fundación que se realiza siempre sobre otros espacios- la pregunta ineludible es ¿para qué?

Si estamos saturados de espacios de escritura, de espacios de imágenes, de representaciones, de acontecimientos colectivos vaciados de sentido del nosotros  ¿cómo resistir a esta inflación con otros espacios? Es una pregunta política que apela a una ética de lo social, al compromiso personal y colectivo sobre qué queremos ser. Es una pregunta sobre nuestra capacidad individual de renovar los espacios comunes,  de conquistar otras formas de entrelazamiento, sobre hacer de las relaciones con el otro una práctica emancipada de las habituales relaciones de poder, si es que se pueden hacer prácticas de esta manera.

El ¿para qué? está profundamente entrelazado con el ¿cómo?, formando un vínculo que hay que repensar continuamente en función del presente. Estos dos espacios que se inscriben en la dinámica de renovación -Pradillo y el blog-, responden a estas preguntas proponiendo unas prácticas que posibiliten otras maneras de relacionarnos. En el centro está la implicación y el deseo. Las jornadas de apertura responden a este llamado a implicarse con otra manera de hacer las cosas, que por cierto, siempre han estado presentes en lo social, no solo porque las condiciones de producción han cambiado forzadas por la crisis, sino porque se respira en el ambiente la necesidad de politizarnos, es decir, de organizarnos por nosotros mismos.

Implicarse no es obedecer, es crear las condiciones para relacionarnos y emanciparnos entre todos y cada uno.

¿Qué queremos ser?

“Seremos muchos cuerpos, muchas palabras, muchas miradas, muchas maneras de hacernos presentes” (S.A.)

Ser comunidad no implica un conjunto de personas iguales que piensan igual y gusten de lo mismo. No es una forma restringida de sociedad que responde a jerarquías ni obstaculiza la emancipación de los individuos en función de un proyecto común.

Ser comunidad es desear. Es ser sin forma predeterminada, considerando la diferencia y la riqueza de las miradas. Es estar y compartir un tiempo y espacio a partir de la manera en que cada uno decide hacerse presente. Es crear un entre que determinará las coordenadas del nosotros.

Por ello, hemos querido que esta comunidad sea un espacio, un territorio accesible,  sin fronteras que especifiquen las características de sus miembros ni referencias que indiquen la manera de ser/estar aquí.

Un espacio entre compuesto por aquellos y aquellas que quieran ser parte del hecho escénico, compartiendo experiencias, miradas, procesos, pensamientos o creaciones, sean cuales sean estas,  sin distinción de género, edad, profesión u oficio.

Un espacio entre heterogéneo que acoja y cruce la diversidad de voces y materiales que emergen de expresiones íntimas, neutras o políticas.

Esta es una invitación a ser parte de este entre, de esta experiencia compartida que es el lugar de la escena contemporánea.