Pickpocket, por

V17 y S18 de Noviembre 21:00 H.

Pickpocket es esa jaula donde los perros van a ladrar esta vez y la Cultura no se va a poder defender.
Una pieza antirrevolucionaria por estar en los márgenes de lo bueno y lo bello, y contracultural porque no pretende agradar al gran Amo, y libre porque sabe que de aquí no se sale.
Fraude? Fake?
Nacidos del fraude: jugamos a engañar al sistema. Lo hacemos con todos los mecanismos que se ponen al servicio del artista, subvenciones solicitadas para un proyecto “imposible” e “irrealizable”. Estamos en el mundo de la utopía, donde todo puede ser posible, el mundo de los proyectos que nunca verán la luz, no porque no haya corazones vivos que bombean sistemas nerviosos que piensan en la supervivencia, sino porque el propio sistema engendra y aborta al mismo tiempo sin cesar.

María Jerez. Blob

© Foto: Edita Sentic

Blob es una forma en movimiento, en constante transformación en el tiempo, que
produce otras cosas en el encuentro con quien la observa. Cosas que transitan entre
imágenes, conceptos, ideas, emociones que se producen precisamente en ese momento
de encuentro con esa forma deforme y cambiante.
Blob se enfrenta a un enigma. El enigma de cómo a partir del encuentro de dos, una
tercera cosa, una tercera dimensión, algo que no estaba ahí antes, aparece, surge, de una
manera no intencionada, no pensada… Y al surgir, transforma tanto a 1 como a 2…
produciéndose así, un desplazamiento, un proceso de des-identificación, un choque con lo indefinido.
Blob es una especie de cosa que es todo y nada, que adquiere todas las formas pero que
aún no tiene ninguna. Blob está justo ahí, cambiando, indiferente al exterior. Este estado
de constante transformación propone una mirada atenta: una mirada que presta atención
desde la incapacidad de nombrar lo que mira.
Nadie sabe lo que es Blob

Ficha técnica
Dirección: Maria Jerez
Coproducción: Coproducida por What Is Third, La Casa Encendida (Madrid), Buda
Kunstencentrum (Kortrijk), University of Zagreb-Student Centre Zagreb-Culture of Change
&TD Theatre dentro de Apap – Performing Europe Project.
Con el apoyo de: TanzFabrik (Berlín) y la Unión Europea “Cultura 2007-2013”.
Agradecimientos: Silvia Zayas, Ismeni Espejel, Maral Kekejian, Luis Úrculo, Maria Salgado,
Nacho de Antonio, Juan Domínguez y Uriel Fogué.
BLOB ha sido desarrollado dentro del proyecto WHAT IS THIRD
(www.whatisthird.tumblr.com) de María Jerez. Este proyecto ha compartido tiempo y
espacio con Arantxa Martínez, Alejandra Pombo, Marten Spangberg, Edurne Rubio, Peio
Aguirre, Vedrana Klepica, Anto Rodríguez, Mala Kline y Cuqui Jerez.

ENTRADAS EN TAQUILLA 12,00 €
ABONO TEMPORADA 100,00 €
INFORMACIÓN Y RESERVAS pradillo@teatropradillo.com
Pradillo, 12 | Madrid 28002 | T 91 416 90 11

Mover cuerpos con palabras o tres maneras de ver lo que no hay

Javier Vaquero Ollero
J2, V3 y S4 de Noviembre 21:00 H.

J2 de Noviembre. 21:00 H.
Conferencia performativa y presentación del libro <Mover cuerpos con palabras o tres maneras de ver lo que no hay>.
V3 y S4 de Noviembre. 21:00 H.
<Mover cuerpos con palabras o tres maneras de ver lo que no hay>.

Mover cuerpos con palabras o tres maneras de ver lo que no hay.
En este proyecto escénico hay muchas palabras, unos cuantos lenguajes y algunos cuerpos. Hay rastros del Croquis Reloded de Cuqui Jerez, hay cuerpos que representan árboles, hay un hombre que hace de mujer, hay guiños a Giszelle de Xavier le Roy y Eszter Salamon, hay movimientos de Conny Janssen, coordinaciones contra laterales y toques de Beyonce. También hay textos con y sin sentido, danzas encriptadas, improvisaciones bizarras y coreografías de danza moderna. Hay golpes en el cuerpo como los de Jorge y Guillem, residuos de Bea Fernández, Oihana Altube y Paz Rojo en el cuerpo del intérprete y manzanas que poseen a bailarines.
Ahora, y después de lo dicho, tampoco os penséis que vais a ver un piezón pretencioso. Esta pieza es más bien la recopilación y entendimiento de mis archivos, referentes y lenguajes como bailarín a través de diferentes organizaciones coreográficas en escena.

Para las presentaciones he decidido tomar dos rumbos:
El jueves 2 de noviembre haré una primera presentación en modo conferencia petarda donde os hablaré y bailaré sobre la escritura de mi tesis y el proceso de la pieza escénica. Todo esto después de trabajar durante la semana con Itxaso Corral, Jaime Conde y Oihana Altube en base al texto que escribí para la presentación académica de mi tesis. Con el objetivo de revisar y posiblemente pensar en una futura reedición de esta tesis.

Los días viernes 3 y sábado 4 de noviembre os presentaré la pieza escénica que forma parte también de la misma tesis. Dicha pieza será reescrita y actualizada, ahora que ya habrán pasado unos meses desde su primera presentación dentro del contexto académico, con la ayuda de diferentes invitados externos al trabajo.

Dirección e interpretación: Javier Vaquero Ollero
Tutora y acompañante artística: Adriana Urrea
Diseño gráfico: Pablo López
Producido por: Mi Otro Trabajo
Con el apoyo de: Maestría en Teatro y Artes Vivas de la Universidad Nacional de Colombia, Departamento de Artes Escénicas de la Universidad Javeriana de Bogotá y Casabanchel.

Hacernos un mundo

La etimología griega de escena, skené, significaba también una pequeña construcción hecha con materiales perecederos a modo de choza, cabaña o refugio, un lugar que se utilizaba de forma temporal. Esta etimología está emparentada con skiá, que significaba sombra, la sombra proyectada por la cabaña o las sombras utilizadas para representar una imagen. Platón, que utilizaba de modo indistinto skenografía y skiagrafia, aunó los dos sentidos en el mito de la caverna. Un teatro puede ser un refugio, un lugar transitorio en el que cobijarnos, en el que construir un mundo sostenido por telones pintados. Aunque solemos identificar ese lugar con un edificio, hoy sabemos que se puede hacer teatro en cualquier sitio y que los mejores teatros surgen a menudo en los lugares menos visibles.

Hacer una obra es un modo de hacernos público, no solo de situarnos en el mundo y rescatar un pasado, sino de inventarnos un mundo y reinventar el pasado, un tejido frágil de relaciones inestables apoyado en instancias imaginarias. La historia del arte está llena de historias imposibles, de presencias ausentes y mundos deseados que se hacen realidad por un tiempo. Son historias que no están contadas, personas que ya no son y mundos que no tienen nombre, en su carácter irreal radica su fuerza. Son mundos necesarios. Necesitamos una sociedad civil que proteja nuestros derechos, y mil mundos que multipliquen nuestras posibilidades de ex- istir, de salir a la calle de una manera distinta, que nos inviten a estar y ser de otras formas.

A lo largo de tres días, por medio   de una   serie de presentaciones y encuentros, vamos a estar compartiendo estas historias imposibles, pasados que son sombras y deseos para los que construir ese refugio temporal que es el teatro. Durante el viernes y el sábado se activarán una serie de propuestas que han resultado de la convocatoria pública de Efímera Revista para la elaboración de un número colectivo con el título “Hacernos un mundo, ficciones colectivas”. El sábado acabaremos la jornada con un encuentro abierto con los participantes donde conversaremos en torno a la cuestión “¿Tiempos para habitar?” a través de las distintas propuestas, sus mundos de referencia, formas de creación y espacios imposibles. Finalmente el domingo terminaremos con la celebración de un Salón que nos invitará a ocupar un espacio y un tiempo en los que abordar este tema desde lugares imprevistos como la física, la gastronomía, la educación o el paisaje.

Óscar Cornago es responsable del proyecto de investigación “Las prácticas escénicas como forma de conocimiento social”, perteneciente al Plan nacional de I+D, en el que se enmarcan estas actividades, coordinadas desde el Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC de Madrid, donde desarrolla su trabajo. Este ha girado en torno a las artes escénicas y su relación con otros ámbitos, tema sobre el que ha publicado numerosos trabajos, como Estrategias de resistencia en la era de los medios o Ensayos de teoría escénica.

Zara Rodríguez es directora de Efímera Revista, una publicación especializada en artes de acción que pretende impulsar su estudio e investigación tanto desde el ámbito teórico como desde la práctica performativa. Desde 2009 ha trabajado en diversos proyectos I+D en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas dedicados al estudio de las artes escénicas contemporáneas y en la Universidad de Castilla-La Mancha como docente y como editora del Archivo Virtual de Artes Escénicas.

ESPACIO PARA COMPARTIR: Temporada 2017 2018

En abril de 2017 el Teatro Pradillo cambia de gestión. En esta nueva etapa el equipo directivo nos encarga la curaduría de la temporada a Diana Delgado-Ureña y Jaime Vallaure. Proponemos hacer extensivo el trabajo a Itxaso Corral como artista residente en Barcelona, con la intención de incluir criterios, experiencias y modos de hacer de artistas que trabajan en contextos fuera de la ciudad de Madrid.

Cuando empezamos a trabajar en esta curaduría, Madrid ardía en el debate de las artes vivas. El concurso pú­blico para la dirección artística de las Naves de Matadero se re­solvió a favor del proyecto de Mateo Feijoo. Una propuesta que está dando espacio a formas de trabajo en escena que no habían sido contempladas como susceptibles de ocupar un lugar en el ámbito de gestión de los teatros públicos de la ciudad. Ha sido una conquista simbólica, discutida, peleada y puesta en cuestión, pero que inevitablemente ha significado dar entrada a creadores, universos poéticos y simbólicos que antes ocupaban un espacio de visibilidad marginal.

Mucha de esa marginalidad híbrida está impresa en el ADN de Pradillo desde su anterior etapa de gestión. Como equipo curatorial sabemos que las condiciones de trabajo de los y las artistas, sean de las artes vivas o de las que no, siguen siendo precarias. Somos muchas las personas que alrededor de la creación trabajamos para que existan más espacios de pensamiento y expresión, y lo hacemos normalmente desde la precariedad, con escasos recursos y nula posibilidad de integrarnos en una estructura económica y profesional que nos permita vivir de nuestro trabajo.

La vocación de Pradillo hoy no es transformarse en un centro de creación. Entendemos el teatro como un espacio de intercambio y comunicación. Sigue siendo un lugar donde los y las artistas se encuentran con el público. No existen el uno sin el otro. Como curadores nos preguntamos ¿quiénes son esas personas del público y donde están? ¿es posible atraer al teatro a otros colectivos que investigan y experimentan en cuestiones relacionadas con los cuidados, las formas de estar juntos, las pedagogías críticas, el empoderamiento en la diversidad, la batalla contra la desigualdad rampante y la impunidad en todos los ámbitos de nuestra sociedad? ¿quiénes son nuestros aliados y dónde están esas personas afines?

Preguntas para las que tenemos algunas intuiciones y ninguna respuesta contundente. Y así está bien. Intentamos hacer preguntas que nos ayudan a pensar. Es la responsabilidad que asumimos cuando recibimos el encargo de proponer una programación: dar cuenta de con quién, cómo, por qué y desde dónde.

Como equipo invitado para comisariar una única temporada, el primer criterio que emergió de nuestras reuniones fue el de trabajar con lo que hay. Nos sentimos visceralmente conmovidas por una densa masa de afectos que habían quedado interrumpidos en el cambio de gestión de la sala. En el momento del encargo no sabíamos bien cómo conducirnos en ese tránsito y llegamos a imaginar nuestro trabajo como una especie de mediadores energéticos. Algo de eso había y algo de eso hay.

Proponemos aquí un movimiento de apertura. Los modos de hacer y las formas de estar serán otras, porque otras son las personas que gestionan y otras somos las que ocupamos efímeramente la curaduría. Pero el espacio del teatro sigue ahí y es desde ahí, desde las vibraciones del propio espacio físico, desde donde nos preguntamos ¿cómo habitamos el teatro? ¿qué significa ese habitar?

Hemos imaginado cómo ocuparían el espacio creadoras y creadores, espectadoras y espectadores, proyectos de investigación colectivos, agrupaciones efímeras de experimentación y aprendizaje, públicos por venir, gentes del teatro y de las artes vivas en diferentes momentos vitales y profesionales. Y la inquietud del inicio se disipó. Trabajamos sin miedo y sin red. Eso mismo proponemos a quienes invitamos.

Nuestra lógica ha sido llamar a personas y colectivos para habitar el teatro. No hemos pensado en programar piezas. Ponemos en valor el trabajo en continuidad en el ámbito de la investigación y la creación escénica. También el momento en que ese trabajo se encuentra con el público. Es nuestra forma de mirar alrededor. Somos conscientes de que es posible leer este movimiento como un desplazamiento del producto/obra al artista/marca y eso sólo sería una captura más de las muchas a las que estamos sujetos hoy. Nuestra intención no es esa.

Queremos huir de la insensibilidad y la saturación, poner nuestros cuerpos vibrantes en lo que hacemos, ser una curaduría exuberante y selvática, o dicho de otra forma, proponer una programación jamonera de la buena, buena de verdad, con mucha crianza al aire libre y mucha bellota.

Y desde estos espacios abiertos al pensamiento y la acción damos inicio con esta temporada a una diversidad de universos poéticos y simbólicos, una multiplicidad de formas y de lenguajes, una pluralidad de intereses, afinidades, divergencias y contrastes.

Lo que hemos ofrecido en nombre del equipo de gestión del teatro han sido unas condiciones de trabajo: el uso de la sala durante una semana, acompañamiento técnico y de producción básico, una pequeña cantidad destinada a honorarios, dos días de exhibición abierta al público y el 70% de la taquilla. Es lo que tenemos. Con esos mimbres invitamos a más de 30 creadores y creadoras a habitar Pradillo, a hacernos preguntas, también a interpelar al público.

Dos propuestas más componen el paisaje de la próxima temporada desde nuestro trabajo curatorial. Una será el intento escénico de hacer un vacío, abrir un hueco, dejar un silencio. La hemos llamado Ultraperiferias y está en fase embrionaria.

La última acción es editorial. Vamos a publicar cuatro Cuadernos a lo largo de la temporada en los que proponemos un trasvase del material espacio/temporal -que sería lo escénico / performativo- al plano bidimensional del papel impreso, con la intención de trasladar la secuencia de sentido que se plantea en el ámbito escénico al espacio del libro y dejar una huella del trabajo hecho. El Cuaderno Cero ya está publicado y ha sido nuestra tarjeta de visita.

Hoy las calles de Barcelona están convulsionadas, lo que pasa a nuestro alrededor no nos es indiferente, muchos de los campos de batalla de lo que nos está ocurriendo son materias de reflexión en escena ¿cómo se forma una comunidad? ¿cómo se mantiene? ¿tiene sentido seguir juntos? ¿podemos separarnos? ¿quien es parte de una comunidad y quien no? ¿cómo se legitima la representación y por quien? ¿es posible sanar las memorias, restituir las historias, contarnos desde la mínima y cercana relación? ¿encontrarnos?

Estas y muchas más preguntas en el aire de la próxima temporada del Teatro Pradillo

Os esperamos con ilusión

Un abrazo

Itxaso Corral, Diana Delgado-Ureña & Jaime Vallaure