La etimología griega de escena, skené, significaba también una pequeña construcción hecha con materiales perecederos a modo de choza, cabaña o refugio, un lugar que se utilizaba de forma temporal. Esta etimología está emparentada con skiá, que significaba sombra, la sombra proyectada por la cabaña o las sombras utilizadas para representar una imagen. Platón, que utilizaba de modo indistinto skenografía y skiagrafia, aunó los dos sentidos en el mito de la caverna. Un teatro puede ser un refugio, un lugar transitorio en el que cobijarnos, en el que construir un mundo sostenido por telones pintados. Aunque solemos identificar ese lugar con un edificio, hoy sabemos que se puede hacer teatro en cualquier sitio y que los mejores teatros surgen a menudo en los lugares menos visibles.
Hacer una obra es un modo de hacernos público, no solo de situarnos en el mundo y rescatar un pasado, sino de inventarnos un mundo y reinventar el pasado, un tejido frágil de relaciones inestables apoyado en instancias imaginarias. La historia del arte está llena de historias imposibles, de presencias ausentes y mundos deseados que se hacen realidad por un tiempo. Son historias que no están contadas, personas que ya no son y mundos que no tienen nombre, en su carácter irreal radica su fuerza. Son mundos necesarios. Necesitamos una sociedad civil que proteja nuestros derechos, y mil mundos que multipliquen nuestras posibilidades de ex- istir, de salir a la calle de una manera distinta, que nos inviten a estar y ser de otras formas.
A lo largo de tres días, por medio de una serie de presentaciones y encuentros, vamos a estar compartiendo estas historias imposibles, pasados que son sombras y deseos para los que construir ese refugio temporal que es el teatro. Durante el viernes y el sábado se activarán una serie de propuestas que han resultado de la convocatoria pública de Efímera Revista para la elaboración de un número colectivo con el título “Hacernos un mundo, ficciones colectivas”. El sábado acabaremos la jornada con un encuentro abierto con los participantes donde conversaremos en torno a la cuestión “¿Tiempos para habitar?” a través de las distintas propuestas, sus mundos de referencia, formas de creación y espacios imposibles. Finalmente el domingo terminaremos con la celebración de un Salón que nos invitará a ocupar un espacio y un tiempo en los que abordar este tema desde lugares imprevistos como la física, la gastronomía, la educación o el paisaje.
Óscar Cornago es responsable del proyecto de investigación “Las prácticas escénicas como forma de conocimiento social”, perteneciente al Plan nacional de I+D, en el que se enmarcan estas actividades, coordinadas desde el Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC de Madrid, donde desarrolla su trabajo. Este ha girado en torno a las artes escénicas y su relación con otros ámbitos, tema sobre el que ha publicado numerosos trabajos, como Estrategias de resistencia en la era de los medios o Ensayos de teoría escénica.
Zara Rodríguez es directora de Efímera Revista, una publicación especializada en artes de acción que pretende impulsar su estudio e investigación tanto desde el ámbito teórico como desde la práctica performativa. Desde 2009 ha trabajado en diversos proyectos I+D en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas dedicados al estudio de las artes escénicas contemporáneas y en la Universidad de Castilla-La Mancha como docente y como editora del Archivo Virtual de Artes Escénicas.