Recuerdo a un joven con pantalón y mirada decidida, y a una joven con muchas palabras, con listas, con cosas que sí y que no, con una cantidad inimaginable de subapartados (el subapartado es la medida exacta de todas las cosas). Recuerdo que el joven medía las cosas con su cuerpo, trazaba las líneas del espacio con piernas y brazos, saltaba para tocar el techo (tres metros, tantos centímetros) y llevar el metro medidor amarillo ilusorio hasta el pie (tres metros, tantos centímetros). Recuerdo el diálogo con la exposición de Juan Moreno, recuerdo los objetos en el suelo, recuerdo una manera de bisbisear con los brazos y los labios, una manera de hablar entre dientes, de contar para sí. Y recuerdo, tampoco se me olvida, un joven con pantalón y mirada decidida hablando con nosotros, pidiéndonos opinión, abriendo los brazos con las palmas hacia arriba.
He visto que fue en la Ciudadela, en Pamplona, en el Festival Inmediaciones, un 19 de noviembre a partir de las 17.30 h.
Javier García Clavel