(…) Hasta el domingo 13 de diciembre… se estará representando en el Teatro Pradillo Bufones, un conjunto de cuatro piezas de Antonio Fernández Lera (Asombros / Microscopias / Desde la sombra / Bufones y payasos)… Presentada por Carmen Menager y Jorge Rúa con espacio sonoro del colectivo maDam e iluminación de Carlos Marqueríe, constituye una excelente ocasión de tomar parte en una interesantísima sesión de ese «otro» teatro que el autor lleva practicando desde hace más de treinta años. Ante todo un poema… el espectáculo es mucho más que eso. Por de pronto, un espacio en el que los actores se mueven lentamente y van desgranando sus palabras dotándolas de su densidad justa («Hemos creado la música el placer de la carne la mirada la caricia el silencio el pensamiento la complicidad el reconocimiento el deseo») en un entorno conformado por el viento y el anochecer que nos van adentrando sin remedio en el reino de las sombras… En cuanto a los Bufones y Payasos que cierran la obra, los actores pasan por una secuencia de maquillaje semejante a aquella por la que pasamos todos antes de salir a la calle. Ni el uno ni la otra… provocan la risa sino el espanto al ver cómo ella se arrastra con dificultad por el suelo y darnos la impresión de cuando se incorpora dejarse la piel-costra-pintura en la pared. Puede que en nuestra vida sean los bufones los que ordenen y manden y nosotros quienes obedezcamos y pringuemos, pero no dejaremos de reírnos de ellos: «Carreras de sacos / danzas de bufones / danzas de payasos / no es lo mismo un bufón que un payaso / a los payasos no les gusta que les llamen bufones / a los bufones no les gusta que les llamen payasos / a los payasos no les hacen ninguna gracia los bufones / a los bufones no les hacen ninguna gracia los payasos / los bufones presumen de burlones / los payasos presumen de payasos / cuando un payaso fornica con un bufón todo es acción / cuando un bufón fornica con un payaso todo es fornicación / y todos los presentes están invitados a presenciar / el espectáculo completo y sin interrupciones / el juego de las maldiciones / y la guerra mundial / de los payasos y de los bufones».
Y el espectador, subyugado por la palabra, la belleza y la oportunidad de los sonidos que le envuelven y los cambios de luminotecnia que construyen en sí la propia acción, permanece sentado en su butaca al mismo tiempo que compone en su mente su propia trama y le da sentido a lo que siente, escucha y está viendo. Será de este trabajo conjunto del autor, los intérpretes y las artes escénicas de donde surjan las diferentes realidades que poblarán, cada una a su modo y con su propia forma e intención, las múltiples ideas de la audiencia. Sin duda, hay que asistir.
David Ladra, diciembre 2015