Bárbara Foulkes y Nuria Fragoso hicieron una residencia en agosto del año pasado para crear una pieza escénica en San Luis Potosí con el apoyo del CANTE, área del Centro de las Artes que está a cargo de Juan Martín Cárdenas. De esa residencia surgió Nueve.Ocho, pieza que se ha estrenado esta semana en la Cd. de México.
¿Por qué 9.8? Me acuerdo de mis clases de física y confirmo con Bárbara que los cuerpos caen a una velocidad de 9.8 metros por segundo cuadrado. Bárbara realiza danza área hace tiempo, tiene un solo en el que trabaja con ésta danza llamada Flota, pero hacía dos obras que no la veía amarrada de un arnés. Está vez trabajó con Nuria, dos cuerpos de distintos pesos que caen a la misma velocidad, variando nada más la suspensión que Bárbara domina y la que Nuria va descubriendo en el transcurso de la obra.
Nos subimos al escenario y nos sentamos alrededor de un papel blanco cuadrado que cubre casi todo el espacio, la luz blanca ilumina el piso y genera sombras, primero la de las dos cuerdas que esperan a ser utilizadas, después las de los cuerpos que las utilizarán. No dejan de sorprenderme los espacios blancos, iluminados con potencia, se me hacen hermosos, tengo la sensación de que cualquier cosa puede suceder en medio de tanta blancura.
Una vez que pasa el tiempo reglamentario en la que los espectadores se ponen cómodos y comienzan a guardar silencio, entran las dos performers a escena, vestidas con un short negro, una camiseta blanca y el arnés, se colocan frente a su cuerda, se amarran a esta, se cubren la cabeza con una sudadera negra y comienzan con movimientos muy sutiles, jugando con la gravedad, la suspensión, el sostener, el dejar caer sin caerse, los pies comienzan a tensarse en cada una de las posiciones, están en puntitas a punto de despegarse del piso tomando todo el protagonismo de la imagen, muy afortunado haberse cubierto el rostro.
En algún momento este rostro es descubierto otra vez y comienzan poco a poco a moverse más, aparece un grafito del bolsillo de su short con el cual van marcando los trazos de su cuerpo sobre el papel blanco: diagonales, círculos, líneas rectas, saltos, todo lo que sucede en su cuerpo en relación a la gravedad queda plasmado en el papel, se hace visible la claridad del movimiento que a veces en el cuerpo no se llega a percibir. El papel blanco y el grafito me asustaban, pensaba en que podría ser aburrido verlos una vez más en escena, en Nueve.Ocho eso no sucede, su uso está justificado, tienen que existir en esta pieza.
Después de un tiempo, cuando no sabes a dónde más podría ir la pieza, Nuria y Bárbara se descuelgan y acortan la cuerda de la que están colgadas, hecho que les da más velocidad y más posibilidad de movimiento. Me sorprende la sutileza del nudo que hacen, no es necesario apretarlo, es importante hacerlo bien y dejar espacio entre los dobleces de la cuerda.
La obra transcurre en silencio, hay un par de micrófonos en el piso que amplifican, casi nada, el sonido. En el momento que comienza mayor movimiento y juego entre los cuerpos, en el que el grafito deja de ser importante y volvemos a verlas a ellas suspenderse, mover el espacio, sentir el aire que generan cuando pasa su cuerpo cerca del tuyo, y ya la pieza ha avanzado bastante, comienza a sonar una canción:
https://www.youtube.com/watch?v=ZL1cRSRUUZQ
Inevitablemente todos nos sonreímos pero cuando comenzamos a disfrutarla más la canción se corta, el resto de la obra quedé esperando a que volviera y eso no sucedió. Regresó todo al tono anterior, fuera de dos oscuros que aparecieron ya casi al final, en el que la hermosa imagen que van generando durante el transcurso de la pieza desaparece, pero el sonido hace que la recuerdes, también me hubiera gustado que esos oscuros durarán un poco más… tal vez siempre me gusta que las cosas duren más.
Nueve.Ocho es un obra muy bella, sin pretensiones, muy sencilla pero compleja en su búsqueda. No deja de ser maravilloso ver un cuerpo flotar, caer, suspenderse, tocar espacios imposibles de llegar. Probablemente algunos detalles quedan en ideas nada más, falta profundizarlos, pero nada a lo que no se pueda llegar con las funciones y la relación con el espectador, es ahí donde las obras realmente llegan a entenderse y pueden seguir evolucionando.
A mí me tocó ver la primer función, ya regresaré a la última para constatar esto, además de que últimamente descubro que si es posible hay que ver las obras, (que te interesaron), más de una vez, siempre hay algo de lo que te perdiste.
Nueve.Ocho se seguirá presentando en el Teatro Benito Juárez los martes y miércoles de julio a las 20 h.
http://gravesostenido.wordpress.com
*La foto es de Rodrigo Valero-Puertas: http://www.rodrigovaleropuertas.com/