Segunda parte
The Croquis Reloaded
Mientras tomo café en la mañana pienso que es sábado y que tengo un día lleno de cosas.
Mientras paseo a Lola, la perra de una amiga, en un parque cerca de Avenida Cuauhtémoc y Álvaro Obregón me doy cuenta que me tengo que ir al teatro pronto pues la función es a la una.
Mientras me encamino al teatro pensando que el Benito Juárez es en el centro, frente a Bellas Artes, me doy cuenta de que estoy por llegar al Teatro Miguel Hidalgo, después de casi 40 minutos de caminata.
Mientras llego al Miguel Hidalgo cambio de dirección y tomo un taxi en Reforma para irme hacia el teatro correcto, el cual no está muy lejos, frente al monumento a la madre, en la colonia Cuauhtémoc.
Mientras estoy en la fila para entrar al teatro pienso que ya pasaron casi cinco años desde la última obra que vi de Cuqui Jerez: The Rehearsal.
Mientras pienso en el tiempo que pasó, pienso también en lo mucho que disfruté esa pieza.
Mientras recuerdo la pieza, pienso en el taller que tomé con Cuqui en Pachuca de versión, variación y repetición y en lo mucho que me ayudó a entender la coreografía desde otros lugares que no fueran danza y por ende la libertad que me dio para seguir creando cosas.
Mientras veo que el teatro no está muy lleno, pienso en que es una lástima que siga sin haber cultura en México en relación a las artes escénicas y que es rarísimo que se hayan juntado tantos eventos escénicos en tan pocos días.
Mientras me siento en la butaca recuerdo cómo me gusta estar en los teatros
Mientras observo quien está sentado cerca de mí y el escenario: el piso blanco, las mesas, la sillas naranjas, algunos objetos, sale Cuqui y nos cuenta lo que estaba haciendo mientras pensaba en esta pieza.
Mientras Cuqui baja del escenario y va a sentarse como espectadora a una de las butacas, entra Ismeni al escenario y repite la misma acción que hizo Cuqui pero ella se queda en escena.
Mientras veo a Ismeni hacer lo que hacía Cuqui mientras pensaba en esa pieza; Cuqui, afortunadamente, calla a los fotógrafos que estaban haciendo muchísimo ruido.
Mientras me río una y otra vez, me sorprende, más allá del buen humor de la pieza, la sutileza desde donde está construida, todos los detalles, cómo se va hilando acción con acción, cómo juegan con el tiempo.
Mientras pienso lo maravillosa que es Ismeni como actriz, no dejo de pensar como sería esa pieza con Cristina Blanco.
Mientras voy viendo la obra me vienen a la cabeza George Perec y Raymond Queneau y uno de mis libro favoritos: Ejercicios de Estilo.
Mientras la obra se acerca al final recuerdo a Britney Spears, la película de Matrix, la entrega de los Oscares, la vida en Australia, a Mimí, (la amiga de Ismeni); a Neo, a Pedro Almodóvar, a lo maravilloso que es observar por las ventanas de los vecinos, a las hormigas, las pelusas, las posturas que tenemos para pensar, los sueños, las pesadillas, las cosas que se ven desde las ventanas de los microbuses, a los chicas que dan el clima en la TV, a Bonnie Tyler, al novio de Ismeni, a los directores presentando o justificando sus piezas, a los espectadores en todas sus versiones, a la chica australiana que toca el piano maravillosamente y a su hermano señalando al frente con el dedo y gritando. Recuerdo también todas las posibilidades que se tienen para empezar, desarrollar y terminar algo y me emociono.
Mientras recuerdo todo lo demás, lo único que me queda resonando es que probablemente en Televisa no pasarían Matrix.
Mientras la gente aplaude no deja de aparecer en mi cabeza la palabra: simultaneidad.
Mientras voy a saludar a Cuqui y a agradecerle por el trabajo quedamos de ir a comer algo a la Juárez.
Mientras nos despedimos después de comer pizza en la calle de Havre, hablar de procrastinación, de la berenjena, de los lugares que hay para visitar en el DF, de los planes a futuro y tantas cosas más, nos despedimos quedando de encontrarnos al día siguiente en la pieza de Javier Vaquero.
Mientras hablamos del domingo también quedamos de ir a ver algo más del Festival de México, probablemente Angélica Lidell. Ella sí estará en el Teatro Miguel Hidalgo.
Un texto muy obvio después de ver esta pieza.
The Croquis Reloaded es una pieza de Cuqui Jerez, creada en colaboración con Cristina Blanco. En el DF se presentó con Ismeni Espejel en el Teatro Benito Juárez, dentro del marco del Festival de México, el 15 y 16 de marzo.