Por Alfred Villegas Lazo
Este año que ha pasado, la actividad teatral en Bolivia ha estado muy activa, nos trajo a tablas diferentes propuestas escénicas, algunas nuevas, algunas ya con recorrido, pero que este año han sido puestas bajo la lupa pública en el XXVII Premio Nacional de Teatro “Peter Travesí” y el XII Concurso Municipal de La Paz de Teatro “Raul Salmón”, además de importantes festivales como el Festival Internacional de Teatro de La Paz (FITAZ) en el mes de marzo en la ciudad La Paz, el Festival Internacional de Artes Escénicas Percusión y Armonía (FIDAEPA) en el mes de mayo en la ciudad de La Paz, el Festival de Teatro de Potosi (FESTEPO) en Julio en la ciudad de Potosí, el Festival Internacional de Teatro de El Alto (FITEA) en el mes de agosto en la ciudad de El Alto, el Festival Internacional de la Cultura (FIC) en el mes de septiembre en la ciudad de Sucre, el ALALAO en octubre en la ciudad de Oruro y el Festival de Teatro Bertold Bretch en noviembre en la ciudad de Cochabamba, que permitieron ese encuentro entre el teatro nacional y el internacional y ese necesario acercamiento al público.
Entre las obras destacadas y premiadas este pasado año 2018, el recorrido teatral nos lleva por miradas introspectivas, de cuestionamiento de las relaciones familiares, amorosas, con Dios, con el poder, con la propia sociedad ante la diversidad sexual, festivas y también a ciertas realidades lacerantes que persisten aunque a veces la sociedad prefiera mirar para otro lado. Así…
El conocido Teatro de Los Andes, estrenó su obra “UN BUEN MORIR”, una obra nacida de la obra del poeta boliviano Alex Ayllon Valverde, con una belleza poética que se queda en la memoria; bajo la dirección del Director invitado Elias Cohen; es la historia de amor de una pareja – Gonzalo Callejas y Alice Guimaraes – que comparten su último desayuno antes del amanecer, sus historias, sus tiempos, pero él ya está muerto y ella tiene poco tiempo para cumplir una promesa … En una puesta en escena muy bien lograda y premiada, con una excepcional muestra de la habilidad de Gonzalo Callejas que logra efectos hollywoodenses de “danzando bajo la lluvia”, episodios trasescena con juegos de sombras y una musicalización inspirada en nuestra música latina, en una obra que resultó ganadora del XII Concurso Municipal de La Paz de Teatro “Raul Salmón”.
El teatro Grito, con la Directora invitada Ana Woolf – del Teatro Odin de Eugenio Barba-, nos trajo su obra ”MI HIJO SOLO CAMINA UN POCO MAS LENTO”, en una nueva versión de la obra del autor croata Ivor Martinic, en una historia de negación de la realidad, en la que una madre insiste que su hijo no es inválido sino que “solo camina un poco más lento”, alrededor de la cual giran muchas otras historias familiares de negación y discapacidad, que nos hablan de ser extraño en tu propia casa, en esa frialdad e invisibilización que existen en esta familia singular, que quizás no lo sea tanto. La obra contó con la actuación central de Bernardo Arancibia y Carmencita Guillén Ortúzar y la premiada actuación de soporte de Alejandra del Carpio, como la novia del hijo.
El baño de una aeropuerto, allí esta Eduardo, quien ha ahorrado desde sus 6 años para cuando vea a su padre, monedas, recuerdos (inventados), soledades y vacíos, ante la disyuntiva de romper el chancho que lleva en su maleta todo esos recuerdos; ¿darle o no darle? es la interrogante, porque estaba destinado al regalo para cuando vuelva su padre, pero el no vuelve … están pasando los años y el no vuelve, solo el fantasma de su historia, de la historia un hombre de 35 años que ha empeñado el sentido de su vida ante la obsesión que el representa, una historia de vida que acompañaron la madre y la tía, que sin embargo …. Es la obra “CHANCHO” que presenta Chakana Teatro con la dramaturgia y dirección de Ariel Muñoz, la actuación de Marina Pereira, Adriana Ríos y el mismo Muñoz, en una obra que desgarra desde los dolores ocultos que la adultez oculta, ganadora del Premio Plurinacional Eduardo Avaroa 2018 en teatro del Ministerio de Culturas y Turismo.
La fábula de la eterna lucha entre el bien y el mal, representada en un mago y su tía que deben preparar el “PONCHE DE LOS DESEOS” para el día de San Silvestre con el cual obtendrán los poderes que buscan y cambiarán sus vidas, un gato y un cuervo enviados por las fuerzas del bien lucharán para evitarlo, basada en uno de los clásicos modernos la obra homónima del escritor alemán Michael Ende – autor también de la cinematográfica ”Historia sin fin” – publicada en 1989 que da título a esta versión libre de Ikiru Teatro con las actuaciones de Marcela Ossio, Konka Jauregui, Roberto Morante y Juan Carlos Vega bajo la dirección de Maria Nela Rivera, en una hermosa fábula que resalta los valores fundamentales de la verdad y la amistad, que con la fuerza de voluntad y esperanza pueden cambiar el mundo. En una puesta en escena bien lograda con personajes bien definidos y muy divertidos en una historia fantástica y esclarecedora.
Miguel Estellano nos trajo una obra de su autoría y dirección “XIAO XIANG”, una obra en la que se explora nuestra fantasía de un oriente misterioso, enigmático y cruel, la historia inicia con la urdimbre del plan de un crimen perfecto, nada menos que por un policía corrupto que busca ascender en la vida a cualquier precio, que trama actos de venganza, trafico con niños y lo que sea necesario, en un texto que plasma una estética desde lo textual y visual bien lograda, en una historia que se desenvuelve en un ambiente muy bien compuesto y musicalizado por Jorge Zamora, con los aportes estético-escénicos de la diseñadora de origen oriental, Maki Martínez Kondo, y la actuación central de Kike Gorena, quien plantea un personaje conflictivo, sórdido e interrogador con el público, al cual envuelve en una sensación de poder, al dejarle la posibilidad de darle sentido a un rompecabezas dramático de anhelos, recuerdos, ensoñaciones y traumas en una inquietante trama oriental.
La historia de una familia, hermosa familia conformada por los padres, la hija de 16 años y un niño de 2, cuya idílica convivencia se ve descubierta por los secretos conflictos y violencia que impregnan sus relaciones bajo un manto de humor bien manejado que lo ensordece todo, como en la analogía del pitido de la caldera hirviendo, en una obra con la actuación de Jamil Estrada, Marisol Campos y Andrea Cueto y la acertada dirección de Dario Torrez, en la premiada obra “MANZANA” de una familia que como esta, bajo una apariencia hermosa disfraza la agridulce acidez de la hipocresía.
La historia de la humanidad, simbolizada en los hijos perdidos que buscan algo que explique su presente y les permita avanzar, dentro de una sociedad que les impone un ideal de “como ser” que se transmuta en su piel quedando condenados a ser otras personas, hasta que por necesidad o realidad surge esa figura a la que llamamos Dios – en la obra del mismo nombre “DIOS” … y la vida reinicia en ese acercamiento, es la obra que nos trajo Kikinteatro con la actuación de Raisa Encinas, Camila Rocha, Jorge Alaniz, Marisol Campos, Jamil Estrada, Pablo Rodríguez, Abigail Villafán, Eloa Da Silva, Rocío Calenas Blas, Ian Cardozo y Hernany Porcel bajo la dirección de Diego Aramburu.
Una madre quiere ser “ETERNA” para sus hijos, pero este sentimiento se expresa en medio de relaciones familiares a veces complejas, como la vida misma, en una familia en la que una madre y sus hijas, y estas entre sí se despluman como gallinas, claro, también se quieren, cuidan y protegen, pero al final, ¿Se logra ser eterna? Es la interrogante que nos plasma en esta obra el grupo teatral Altoteatro con un elenco formado por Carmen Luisa Tito, Alejandra Quiroz, Mariela Salaverry y Francisca Osellam, bajo la dirección de Freddy Chipana, que le imprime esa estética propia musical y lúdica presente en sus obras.
La eterna interrogante de Hamlet “ser o no ser” es el punto de partida para “7 MENUS”, una puesta escénica al estilo neoyorkino del Director Fernando Arce en una adaptación de la obra “All in The Timing”, colección de obras de un acto del dramaturgo norteamericano David Ives, centradas en juegos de palabras existencialistas y las perspectivas que cada quien tiene sobre la vida, su significado y las complicaciones de las relaciones románticas en los miedos de cada persona; en una puesta en escena con el elenco de Coyoacán en Agosto conformado por Adri Delgado, Natalia Jofre Azzarini, Sofia Petignat, Mariana Torrico, Dani Trigo, Paolo Mariaca, Marcos Arandia y como actor invitado Luis Caballero Barrios; una puesta escénica premiada, en una comedia que versa sobre el cotidiano de nuestras vidas, lo divertido que pueden ser las pequeñas elecciones que hacemos día con día, que con el tiempo pasan ser mas trascendentes de lo que parecían, aunque en algunos casos …
La mirada masculina frente al amor – esa mirada poco mostrada, quizás por ser menos romántica, quizás porque el hombre pocas veces se enfrenta a los dilemas que le plantea desde su género el problema del amor – al amor de pareja, al amor de amigos y al amor de madre, se muestra en esta obra en la que tres amigos lo enfrentan cada uno desde su propia óptica, el que no puede dejar de declararse a todas; el que no puede dejar de acostarse con ellas, y el que no puede independizarse de su madre, mostrando la terquedad del hombre al enfrentar al amor, “LOS MULAS” una obra del grupo de teatro Madrastra con la actuación de Gabriel Caballero, Gabriel Martínez, Bismar Chávez y Claudia Illanes bajo la dirección de Alejandro Marañon, en una obra hecha para que el espectador quede con interrogantes todo el tiempo y saque sus propias conclusiones “¿Qué siente el hombre al enfrentarse al amor?.
La historia de un ferroviario anarquista, que es apresado e interrogado por supuestas vinculaciones peligrosas, en un ambiente social de disturbios sociales, que, en lo que estaba siendo interrogado, súbitamente decide suicidarse saltando por la ventana del lugar – eso dice el informe policial oficial -, es la versión de la obra teatral del afamado Director Italiano Dario Fo de 1970, “MUERTE ACCIDENTAL DE UN ANARQUISTA” que bajo la dirección de Antonio Peredo nos trajeron Bernardo Arancibia, Luis Caballero, Marcelo Sosa, Michael Apaza y Daniela Lema, con la destacada actuación de Bernardo Arancibia, en una historia que sigue siendo tan vigente y universal como hace 50 años.
“FRESA Y CHOCOLATE”, la película basada en los escritos de Senel Paz de 1993, que muestra la atracción que nace entre un estudiante universitario y un artista en el contexto histórico represivo de la revolución cubana de los años 70¨, da vida a esta exitosa adaptación teatral que nos trajo el elenco teatral Otroteatro bajo la dirección del argentino Leonardo Gavriloff que con un potente y emotivo texto de sutil humor, que cuenta con muy buenas interpretaciones de Mario Chávez, Guillermo Sicodowska y Marcos Vecin que en la intimidad de su refugio nos transmiten su oscuro secreto; nos permiten apreciar la profunda complejidad de los sentimientos que embargan a los protagonistas y nos cuestiona sobre la hipocresía social alrededor de este tipo de relaciones homosexuales, curiosamente legalmente aceptadas, aunque la sociedad va a trasmano de esta realidad.
El mundo del payaso, que con sus ocurrencias mezcla de ingenuidad y sátira hace reir al espectador, incluso de si mismo, es la puesta en escena del género del Clown en la varieté musical “SIMPLEMENTE ROJOS” –que alcanza su clímax en la coreografía de poses payasas de ballet – que también nos trajo la compañía Tabla Roja bajo la dirección de Ariel Baptista con las actuaciones de Mayra Bautista Paz, Alejandra Quiroz y el propio Ariel Baptista en un varieté de improvisación de diversas situaciones de la vida cotidiana, que hacen al espectador compartir escenario con los protagonistas y decir con ellos “ Me han dicho loco, tonto, pobre, hippie, payaso! Pero no lo somos, Somos simplemente rojos”.
El Teatro Tabla Roja, también nos trajo su obra “CARNAVAL”, una obra en la que el espectador se convierte en el pasajero de un viaje mágico, lúdico y festivo de la mano de doce máscaras, de la comedia del arte y bolivianas en un encuentro de fiesta e improvisación interactiva en el escenario; es una pieza teatral de creación conjunta, que revive la fiesta del Carnaval, aquella donde se manifiestan las más grandes pasiones humanas, con un acompañamiento musical en vivo, que muestra la alegría del pueblo, sus facetas más alegres y excéntricas convertidas en mixtura, cerveza y fiesta. Bajo la Dirección de Alejandra Quiroz, y la excelente multifacética y premiada actuación de Ariel Baptista.
Pangara cada dia abre su taller de latonería y pintura, él y su amigo Alvino, para quienes en sus ratos libres mas que un taller, es una nave al escape, a sus sueños, a otros mundos, a un mejor futuro hecho de sueños, de “LAMINA Y PINTURA”, es la obra que que nos trae teatro A Lu-K en un trabajó conjunto con la compañía El Paso de Colombia, en esa interpretación de nuestra idiosincrasia boliviana y latinoamericana de soñar y soñar con borrachera, con sentido pero sin futuro, porque en tus sueños puedes ser quien quieras …, es el teatro social de reflexión con tinte de auto ficción del autor en una interesante experiencia que resultó en dos puestas montadas paralelamente en Bolivia y Colombia, en dos visiones compartidas de la misma realidad latinoamericana, de todos, de nadie, finalmente de muchos, con la dramaturgia y dirección del Director colombiano invitado César Castaño y las actuaciones de Carlos Cova, Fernando Moron, Bianca Valverde y Luis Jiménez.
Un joven que cae preso y resulta siendo atrapado en ese oscuro y sórdido mundo de los delincuentes, prostitutas y de todos los seres que pueblan ese marginal submundo porque la cárcel solo es una “ESCUELA DE PILLOS”, es la obra de Raúl Salmón – fundador del teatro popular boliviano en la década de los 50 con obras como esta que se siguen representando hasta la fecha, un teatro con fuerte acento social y énfasis en la identidad chola de parte de nuestra sociedad – que con un elenco conformado por Agar Delós, Hugo Pozo, Fernando Illanes, Leila Castro, Ramiro Martínez, Guery Pozo, Mónica Calizaya, Carol Gerónimo e Israel Villa bajo la dirección de Juan Barrera nos trajo Talía Producciones.
Enluto al mundo teatral boliviano la muerte de dos conocidas directoras y actrices de este teatro popular, Rosa Rios el 19 de agosto, conocida como “Doña Rosita” y Maria Luisa Alvarez “La Golondrina” el 23 de agosto, que encarnaron a la mujer de pollera en estas producciones y dejaron un profundo vacío en el ámbito teatral.
Así fue este año teatral boliviano, con obras que exploran la muerte asumida con serenidad y hasta amor, la negación de la discapacidad física y no tan física, el enfrentamiento con el propio pasado, la lucha entre el bien y el mal, el crimen como filosofía de vida, la complejidad de las relaciones dentro de la familia, las relaciones con la madre, el amor desde la perspectiva existencialista, el amor desde la visión masculina llena de interrogantes, las relaciones con Dios como nuestro padre, el abuso del poder, el homosexualismo, el mundo del payaso, la fiesta, el escape de la realidad en la embriaguez, el enfrentamiento con el propio pasado, la cárcel y ese oscuro mundo que a veces la sociedad no quiere ver.
Temáticas tan variadas y disimiles como nuestra sociedad que esta en ese camino de la construcción de su identidad nacional y el autoreconocimiento de su multinacionalidad, en propuestas de recreación de clásicos teatrales contemporáneos a obras de autoría propia que reflejan los anhelos de nuestra sociedad, con propuestas dramatúrgicas y plásticas que van en la búsqueda de la proyección fuera de nuestras fronteras.