Anarchy – práctica de una meditación-revolución, christina schmutz, frithwin wagner-lippok

Hola,
este texto me mandaron Frithwin y Christina después de ver espectáculo Anarchy.
Pensé mucho si lo publico o no, pero en final si ellos lo escribieron, esta bien si la gente que le podría interesar, lo lee.
Así, aqui va el texto y

MUCHAS GRACIAS Frithwin y Christina!!!

Hola Semolina,
quedamos muy impresionados ante la convincente performance que, en colaboración con Societat Doctor Alonso, mostraste recientemente en el Mercat de les Flors.

Lo que vimos, más exactamente, experimentamos, no fue menos que la esperanza de una nueva resurrección, la resurrección del punk en concreto, la esperanza y la utopía de designar por su nombre el dolor del mundo, la porquería del mundo, la corrupción, el destructivo consentimiento de las “circunstancias” y, no menos importante, la propia, sucia, diaria, colaboración con esas circunstancias. Estamos en vías de la fatal deconstrucción de todas las instituciones que, desde los años ochenta, aportaban valor añadido pero que se han ido corrompiendo hasta lo más profundo en el sentido que han ido perdiendo la confianza en la verdad de sus valores y de si mismos y han ido aceptando resignadamente la incorporación de nuevas creaciones comerciales. Nos hemos acostumbrado a la inamovilidad de la realidad y del momento y de que para sobrevivir tenemos que pagar el precio acordado. La revolución ha sido negada y no había reforma alguna. Inútil mencionar que, ante la catástrofe económica, todas las otras creaciones pseudoreligiosas —desde el wellness hasta la cocina del bienestar—, hacia las cuales tiende el mundo con evidencia, se han convertido en las píldoras tranquilizantes de las clases acomodadas. El resto de la población reacciona a su descomunal impotencia política adoptando una profunda actitud reaccionaria.

Todo ello está en juego en vuestra performance y en tu presencia sobre el escenario que consigue arrastrar a un público hacia una conjunta aventura punk. A penas existe alguien tan convincente como Semolina que diga lo que desde hace tiempo es necesario decir, y que nos afecta a todos, a saber, se está vendiendo a la humanidad a precio de rebajas por un dudoso “seguir haciendo”, lo que se puede experimentar diariamente en el morirse de la buena comunicación, como forma de expresión solidaria de la vida en común, a raíz de las supuestas invasiones de los media “sociales” en el conjunto de la vida. Semolina nos recuerda que a nosotros, la humanidad, la hipocresía y estrechez de miras, las representaciones sociales nos pasan por el culo, y pone como ejemplo su culo, que se balancea por el escenario que le pertenece solo a ella poniendo a prueba de manera vital, peligrosa y divertida en la performance el cuerpo entero y con el que nos conduce a lo largo de la representación hacía una práctica de la meditación-revolución, en la que finalmente podemos respirar libremente. Semolina expresa lo que necesitábamos, es la explicación clara y sin reservas de nuestras reivindicaciones, la expresión absoluta de nuestro derecho a desear, a la felicidad, a la individualidad, a la diferencia, a las experiencias, en resumen: a una historia. ¿Quién lo hubiera dicho?, es el punk, pues, la solución, la esperanza, el bastión adecuado para la resistencia, para la defensa, para todo aquello que en su celebro no ha caído aún en el compartimiento de lo “populista”. Y Semolina es ahora su profeta. Lo pone todo en juego: su reputación, su voz, su redondez, su edad. Semolina habla claro: ¿donde están nuestras esperanzas? Sin la esperanza en los cambios, en el ruido y en la revolución, estamos perdidos. Como mínimo como opción, como opinión, puesto que ya es suficientemente triste cuando la cosa no acaba de funcionar del todo, cuando, ya adultos, tenemos que cumplir compromisos. Pero nuestros gestos cotidianos deberían todavía, por lo menos, expresar nuestros deseos y nuestra tristeza por no poder alcanzarlos, en lugar de someternos abnegadamente, como carne de cañón, a la máquina siempre más invisible del capitalismo.

¡Concursos de gritos en lugar de concursos de adaptación! Humo, guitarras, sonido, en lugar de soundtrack. La postura en el suelo de Semolina en tensión máxima i y al acecho a la vez (segurament muy duro), que aguanta durante la primera parte; la fenomenal idea de colgar una guitarra eléctrica a las sillas para cada espectador y someterse con ello a un incalculable riesgo acústico, que simboliza la actitud punk y refuerza escénicamente, desde un punto de vista teórico, crea conjuntamente un clima afectico, al principio alrededor de Semolina pero que se expande progresivamente para abrazar al final a todo el mundo y convertir la familia de desconocidos en conocidos: una utopía vivida, un ejemplo, que muestra como podría ser, como habría de ser, para que algo cambiara….

así que muchas felicidades para vosotros!! y buenas fiestas,

besos,

Frithwin y Christina
————————————————————————————–

En breve empezaremos hacer Anarchy en casa, en Antic Teatre.. finales de enero y principio de febrero 2017.
Como espectcaulo es solo para 40 personas, por que hay 40 guitarras,,
hay que hacer bastantes bolos,,, espero estar en forma,,,
aqui info de dias y entradas:
http://www.anticteatre.com/programacio/event/societat-doctor-alonso-anarchy/