Día 4. La imagen del Festival

Uno de los momentos en los que realmente nos dimos cuenta de que poder «conmover a lo que creemos que es un frutero de San Cristóbal y a lo que creemos que es un hipster de Malasaña», no iba a ser nada fácil, fue trabajando en el cartel del festival. La primera imagen con la que se iba a relacionar el proyecto.

Nuestra primera idea fue buscar una ilustración. Seguimos esa intuición y revisamos portafolios de ilustradores cercanos, recordando carteles o trabajos que nos habían interesado en los últimos tiempos. Así llegamos a Gorka Olmo. Ahí encontramos una imagen y lo vimos claro. Nuestra primera propuesta de cartel fue esta. De hecho, este fue el cartel durante un par de semanas.

Con esta versión tuvimos las primeras reuniones. Encuentros con Fernanda Orazi, Nilo Gallego o Natalia Marín (Los Hijos), que de una manera u otra estarán involucrados en Salvaje. Iremos contándolo. Las primeras reacciones fueron muy reconfortantes, de dónde lo habéis sacado, quién es el dibujante, ese tipo de curiosidades, con rostros que te hacen pensar que has acertado.

Días después la imagen llegó a los agentes del barrio, que con bastante claridad nos contaron que este cartel estaba en las antípodas de lo que podía interesar o atraer a la gente de San Cristóbal. Especialmente con la palabra Salvaje impresa en él. Para nosotros Salvaje más que un título, era prácticamente un halago. A las propuestas escénicas, al lugar, a las personas que están involucradas. Pero allí, dependiendo de cómo esté contextualizado, podría ser un problema. Nos cuentan que están hartos de que les llamen «salvajes». Y el cartel, lo veían un poco triste, un poco serio, no llevaba la palabra a un lugar diferente, a un lugar más poético o más lúdico. Así que con pena y después de batallar un poco, tuvimos que renunciar y ponernos a trabajar en otras imágenes. Sin la sensación de que comprendíamos perfectamente la situación. No es fácil, en este proyecto, sentir que tienes toda la información, porque nunca la tienes. Pero sigues.

Estuvimos concentrados en esto unos días, pensando en cómo cuadrar el círculo. Y contactamos con Mario Zamora, nuestro fotógrafo de cabecera. El chico que hizo las fotos del ciclo de La tristura 2004—2014. Con él diseñamos 3 propuestas y las enviamos a los diferentes enlaces en el barrio. Estos son los 2 carteles que no se eligieron.

Lo primero fue decirnos que la palabra fabuloso sobraba. Nosotros aducimos que era por fábula, por lugar desconocido, casi de cuento. No coló. El tercer cartel que habíamos enviado se impuso. Pensamos que podía triunfar o molestar. Lo que pasó fue más bien lo primero. Así que no lo dudamos. De un estilo mucho más directo, este es el cartel definitivo de SALVAJE.

Y así es como llegamos a esta imagen, tan orgánica y placentera. No imaginábamos que algo nuestro pudiera llegar a tener una imagen como esta. Pero la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida. Gracias al fotógrafo, a Mario, y a los protagonistas, por dejarse retratar en tan espectacular instante.

Seguimos.