Dentro de 30 días este blog se autodestruirá. Pensamos en él como algo efímero, fugaz, apegado al presente. Un pequeño itinerario con 3o capítulos. Uno por día. En él iremos contando qué es Salvaje. Si todo va como esperamos, el día 13 de mayo tendrá su última entrada. Entonces quedará adormecido o desaparecerá.

Mientras tanto, disfrutemos del viaje.

Día 1. ¿Qué situación proponemos?

Madrid, 8, 9 y 10 de mayo de 2015. Barrio de San Cristóbal

San Cristóbal es un barrio de Madrid. Un barrio lejano. Hace unos meses jamás lo habíamos pisado. San Cristóbal forma parte de lo que podríamos llamar la periferia, las afueras, el sur. Es un barrio apasionante y  complejo, quizás como todos los barrios.

Desde hace años Juan y Sarah tienen allí un proyecto de desarrollo urbano comunitario a través de las prácticas creativas. Es un proyecto bello y necesario, se llama AUTOBARRIOS. Recibimos una invitación para impartir allí un taller de artes escénicas a los jóvenes que están formando en gestión cultural. Son chicas y chicos alrededor de 19 años que están teniendo una formación en su barrio que nunca hubieran imaginado. Y se aferran a ella con uñas y dientes, con muchas dudas y con muchas ganas, salvajemente.

Concebimos la creación artística como una de las herramientas más potentes para transformar la vida. En San Cristóbal hay una vida que está pidiendo a gritos ser transformada, implementada, y a la vez, como en todos los lugares, existe una fuerza subterránea que no quiere que nada cambie, que teme a todo y a todos.

Las artes escénicas en concreto, por su componente vivo y directo, tienen la extraña capacidad de confrontar a la sociedad con ella misma, y de hacerle ver cosas que estando delante de sus ojos no habían sido capaces de observar o de poner en valor. Nuestro trabajo aquí será el de un buen extranjero que al llegar trata con delicadeza de señalar algunos de los lugares más apasionantes o más temibles de ese nuevo país.

Por todo esto, nuestra propuesta para el taller será levantar SALVAJE con ellos:

El plan es organizar un festival de artes escénicas contemporáneas en el barrio. Seleccionando sólo tres piezas, muy escogidas, que se relacionen de una forma clara y directa con el entorno en el que son presentadas. Propuestas que puedan conmover a lo que creemos que es un frutero de San Cristóbal y a lo que creemos que es un hipster de Malasaña.

Imaginamos SALVAJE como unas nuevas fiestas de pueblo. Sólo que en ellas serán creadores con recorrido internacional quienes hagan las propuestas, quienes marquen el ritmo. Tristemente la división entre alta y baja cultura está bien instalada en la piel y en la cabeza de muchos agentes culturales y esto se ha filtrado hasta buena parte de la sociedad. En estos días trataremos de difuminar esas diferencias.

SALVAJE será, durante tres días consecutivos en medio de la primavera, la oportunidad de proponer otro orden de cosas, de mostrar allí algo que de otro modo jamás hubiera ocurrido, de declarar un estado de excepción, de poner a prueba el carácter rabioso, vital y salvaje de un barrio a las afueras de Madrid. Una oportunidad para demostrarnos que es posible.

A lo largo de la historia y de las culturas San Cristóbal ha sido patrón, entre otras cosas, de:

Los viajeros—Los automovilistas—Los barqueros—Los conductores de autobús y de taxi—Los camioneros—Los marineros—Los aguateros—Los mozos de cuerda—Los vendedores de fruta—Los solteros—Los arqueros—Las tormentas—El granizo—Los afectados de dolor de muelas.

Si entras dentro de alguna de estas descripciones, ven a que San Cristóbal te proteja. Él puede hacerlo.

LA TRISTURA, 2015