Mientras contemplaba maravillado La mélancolie des dragons, el sábado pasado en el Lliure, pensé en lo que dijo Cristina Blanco en la charla junto a Cuqui Jerez en el LP’09. Cristina se preguntaba por qué la gente siente esa necesidad de ir al teatro a ver lo mismo que podría ver si simplemente se pusiesen a mirar lo que sucede en la calle (perdona, Cristina, si no fue exactamente eso lo que dijiste, lo cito de memoria). Y no encontraba la respuesta. La charla me pareció muy interesante pero esa reflexión en voz alta me llamó especialmente la atención. No me la saco de la cabeza.
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ey rubén finalmente he estado buscando los archivos de esta conversación y he visto que el material se lo han llevado ellas. estamos pidiéndolo, en cuanto lo envíen te daremos el gustazo de publicarlo, porque además yo no pude estar y me has contagiado la curiosidad.
hola ruben, que curiosidad me ha entrado por ver esa obra… ¿por qué pensaste justo en eso mientras la veías? casualmente me habían hablado de esa obra, de la flipante escenografía y de la extraña dramaturgia…
yo me lo sigo preguntando, lo de la charla digo, que era algo asi, si, como por qué vamos al teatro, que esperamos ver alli? porque nos parece algo interesante? porque nos gusta cuando un actor lo hace muy bien, cuando nos lo creemos? porque se parece más a la vida? y entonces para que queremos ver la vida dentro del teatro? eso venía también de preguntas que nos hacíamos cuqui y yo durante el proceso de lo que estamos haciendo ahora y que ella dirije, nos preguntábamos también por la risa, por qué algo nos hace gracia? es porque nos identificamos con ello? si voy en un autobús y en la calle veo un hombre al que se le vuela el peluquín me parto, pero por qué? a mi lo del peluquin no me ha pasado nunca, no me puedo identificar con eso, pero a lo mejor si con la vergüenza que pueda sentir el hombre.. yo que se.
de todas formas no me hago esas preguntas en todas las cosas que voy a ver, creo que me pasa cuando veo algo que me emociona o me produce placer ver lo que estoy viendo. si, tiene que ver con la emoción en su sentido más amplio creo, para eso vamos, para emocionarnos de la forma que sea, pero vuelvo a la misma pregunta.. para qué vamos unos cuantos a un teatro a emocionarnos juntos? será para aprender sobre la vida? y eso no lo podemos hacer fuera? necesitamos la representación de la vida para entenderla o algo asi. estas cosas me flipan del ser humano. y ya me callo que se me pira.
pero cuentame algo más de esa obra por fa.
besos. cris.
Cris, yo creo que pensé en eso porque en muchos momentos del espectáculo era como si estuviésemos viendo una escena de la vida real, sin más. Hombre, no era lo mismo pero casi casi. Al principio, cuando están cuatro metidos en un coche, escuchando música durante 10 minutos. Yo estaba de puta madre, me hubiese quedado ahí una hora. Y toda la sala grande del Lliure allí contemplándolos. Hombre, me da que pensar. ¿Cuántas veces habré vivido una escena así en la vida real? Muchas, muchas. Igual no hace falta ir tanto al teatro, ni al cine, ni leer libros, ni escuchar música, ni nada. Sólo hay que abrirse de orejas y de ojos y de piel y contemplar la vida fuera de los escenarios. Todo está ahí. El resto lo pones tú.
Si quieres saber más de lo que pasó en esa obra, Quim lo explica un poco aquí:
http://www.tea-tron.com/quimpujol/blog/2009/05/26/fin-del-ciclo-radicals-lliure-agnes-de-claudia-faci-en-el-espai-brossa-22-23-y-2452009/
Hola, no sé como he aterrizado en este sitio, yo también soy una fan de Philippe Quesne y me ha gustado mucho leeros.
La pieza precedente «l’ effet de serge» es también genial, yo casi la prefiero, o quizás es porque es la primera que vi.
respecto a lo que dice Cristina «necesitamos la representación de la vida para entenderla o algo asi»,
sii, es extraño, además tengo la impresión de que esta sensación de creernoslo y de escena de la vida real, es más eficaz en esta obra en cuanto que la escenografía es espectacular con elementos reales, coche, árboles, y elementos que simulan algo real, nieve falsa. Lo real y lo ficticio están juntos y cada uno sin esconder lo que es.
gracias, vendré a visitaros más tarde.
Beatriz
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