Una pieza de Rosa Muñoz y Jorge Albuerne
Festival Quartiers Danses Montreal, www.quartiersdanses.com
24 y 25 de Septiembre
Mantener una numeración en la piezas me reafirma que todo sigue una línea continua infinita,que sólo se trata ahora de una parte más. Mantener la presencia de Jorge me reafirma en la relación con los allegados, y ahí me conecta con Lucian Freud, que dibujaba los cuerpos desnudos y retratos de sus familiares, de sus galgos. Ahí llego a trabajar con Thai , un pastor belga adiestrado. Me atrae el reposo de los cuerpos desnudos que dibuja,sus decorados de estudio de pintor, la distribución extrañísima de los objetos en el espacio del cuadro. Me atrae quizá todo eso por mis años de modelo de dibujo en academias.
La semblanza que establece entre los cuerpos relajados del animal y del hombre me lleva al sexo, a un estado místico del sexo, a un híbrido llamado cerdo-lobo. No le doy más vueltas.
En LEMON 5 aparece el esfuerzo físico , la disciplina , el ejercicio codificado y repetitivo como una expresión de pureza que me interesa y que forma parte de mi manera de trabajar.Establezco en esa repetición extasiástica de un movimiento otra nueva relación con el sexo y con el arte. No hay más vueltas , no quiero profundizar demasiado.
Escuchando «Lemon incest», la versión de Mick Harvey, me doy cuenta que entro en un delirio fantasmagórico interminable dejando el disco en repeat, algo que suelo hacer mientras ensayo habitualmente por comodidad y por puro gusto. No hay más vueltas , no quiero profundizar demasiado.
Lemon incest me lleva a la emoción , a creer en el amor y la adoración más profunda, en la inocencia, en la fascinación y la ternura , en el cuidado y en el abandono. Eso hacia alguien de cualquier edad no puede ser malo. No hay más vueltas, solo hay adolescentes.