luces del invierno
El sabado 26 de Febrero asistimos al primer encuentro de creadores de la serie de Paisajes: paisaje de invierno, con Esther Freixa y Nuria Gregori.
Un encuentro practicamente a ciegas. Lo más claro y estructurado previo era un guión musical pactado con Andres con una selección de temas, a los que Andres añadió algunos de cosecha propia. Este pack musical tenia una entidad propia tan bella y contundente que creo facilitó y acompañó perfectamente el viaje de estas dos creadoras. Sonaba Shubert, Blixa Bargeld, Ligetti, Otomo.
A veces me recordaron pasajes de esa pelicula sueca de 2008 «Déjame entrar» de tan gélida belleza. Y las veia ahi, en medio de la nieve.
A Esther la ví en Medea a la carta, en Antic teatre. Me parece una mujer muy expresiva, con mucha fuerza,con un físico muy dulce a la vez. Por su cara acostumbran a atravesar estados , no sé cuales , pero creo que llega a ese límite magistral previo al «cuelgue» , y ahi sabiamente se frena.Creo sabe arriesgar mucho, sus imágenes la transportan a una locura escénica , casi de ejercicio teatral. Traspasa la idea inicial enérgicamente y busca algo muy físico. Supieron las dos dejarse ver una a la otra. Supieron no temer los silencios.
A Nuria la he visto en una jornada del trabajo Play positions ,de Elena Albert. Nuria es envidiablemente elegante, sus movimientos, su cuerpo, su mirada, su pelo, su estar, todo respira elegancia. Con los materiales que desarrolla establece una relacion sutil como si manejase los hilos de otro cuerpo que se mueve. Utiliza mucho sus larguísimos brazos , tengo en la cabeza una imagen bastante del principio, las dos durante un ratito en un juego de brazos. Su solo con Shubert mientras Esther estaba en el sofá deshaciéndose es una escena de las dos deliciosa.
Algo que me llamó la atención es que pocas veces se acercaron entre ellas, y eso permitia crear unas imágenes realmente de «paisaje». Como cuando hay un árbol en la esquina de una foto casi escapándose, un vacio desértico, y la figura única de un ciervatillo pequeño en el centro. Casi todas las imágenes eran así.
En fin, que disfruté mucho, fue sencillo, intenso, extraño, sereno, calmoso, decidido, enigmático.
Y la mirada. La mirada es algo tan dificil de colocar. A veces crea una gran violencia con el exterior. Ellas estaban en la comodidad de un espacio flotante aislado, como esos troncos que forman un cuadrado en los que viaja un naufrago en medio del oceano. Pero nos tenian en cuenta, sin intención, ni agresividad , ni prisa por «expresar».
próximo:
Paisaje de Primavera: 14 Mayo , Helena Pellisé, Neus Villá y Ana Pérez
12.30h-14h El Local de Raravis
c/Riera d’Horta 38 1º