Me ha encantado leer «El retrato de Dorian Gray», anda el mosqueo que hubiera pillado la Lucia Etxebarria. Es un descaro ciertas afirmaciones, ya el planteamiento de la historia, archiconocida. Si Oscar Wilde fuese alguien de ahora, se me viene a la cabeza Angelica Liddell o Quim Pujol. Tambien me recuerda a Quevedo, por lo acido y critico con los diferentes estamentos sociales. A las mujeres nos deja finas , pero creo define un pensamiento comun en la epoca y puede que no sus propias ideas. Hay un ambiente tan delicado y gay , alucinante! Y un ego!, me recuerda tanto al mio!
-¿Le agrada a usted haberme conocido, mister Gray? dijo lord Henry ,mirandole.
-Si; me agrada ahora. Y me pregunto si me agradara siempre.
-¡Siempre! Es una palabra terrible. Me hace estremecer cuando la oigo. Las mujeres son muy aficionadas a usarla. Estropean toda la novela, queriendo hacerla eterna. Es una palabra sin ningun significado. La unica diferencia que hay entre un capricho y una pasion eterna es que el capricho dura un poco mas de tiempo.
Al entrar en el estudio , Dorian Gray coloco su mano sobre el brazo de lord Henry.
-En este caso, que nuestra amistad sea un capricho-murmuro, enrojeciendo de su propia audacia; luego subio a la plataforma y volvio a colocarse en su postura.
Envejeceras fisicamente, tapa los espejos y sigue con tu adolescencia. Y si le hechas ovarios y un día te miras en ellos, recuerda a la Matute, tan niña y tan vieja.